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KIRCHNERISMO SÓLO GANÓ 3 PROVINCIAS



Mientras el matrimonio integrado por Néstor y Cristina Kirchner y su círculo político más íntimo vivían las alternativas electorales en Santa Fe y Córdoba desde la tranquila ciudad de El Calafate, los resultados en estos comicios entregaban datos tan esclarecedores como preocupantes de cara a las presidenciales de octubre.

Confirmada la derrota de Rafael Bielsa por el socialista Hermes Binner y enturbiado el triunfo de Juan Schiaretti por la increíble elección de Luís Juez en tierras cordobesas, la realidad dejaba algo en claro: el kirchnerismo como frente encausado detrás de las siglas del Frente para la Victoria continuaba su racha de derrotas: sólo ganó en 3 de 12 provincias en las que ya hubo elecciones.

Si bien el algunas no participó o en otras como ya es habitual el gobierno jugó a "dos puntas", los números son excluyentes: el FpV como partido sólo ganó elecciones provinciales en tres distritos: Entre Ríos, San Juan y recientemente en Tucumán, de la mano del cuestionado y fiel kirchnerista José Alperovich.

Entre las derrotas más sobresalientes, se destacan las de la ciudad de Buenos Aires y la reciente Santa Fe, donde por amplias ventajas los candidatos del gobierno se fueron con las manos vacías, y la sorpresa de Tierra del Fuego, donde la arista Fabiana Ríos obtuvo una victoria impensada hasta por el más optimista de los consultores. Cierra esta categoría la de Horacio Quiroga en Neuquén, donde el poder sobischista se revalorizó en manos de Jorge Sapag.

En Río Negro, por ejemplo, aparece el primero de los casos donde el presidente Kirchner se anotó una dudosa victoria –la del gobernador radical K, Miguel Saiz- pese a haber llevado un candidato propio con la boleta del FpV, el senador Miguel Pichetto.

Es que la oportunista apropiación de triunfos de caudillos radicales o peronistas de forzado y volátil oficialismo, es moneda habitual en la fragil construcción política del kirchnerismo.


Como lo ocurrido en Catamarca y La Rioja, donde el gobierno también intentó anotarse un poroto con las victorias de Eduardo Brizuela del Moral –aliado en su momento y hoy, a sólo días de las elecciones, alejado completamente de las huestes K por peleas internas- y Luís Beder Herrera respectivamente. Un dato excluyente: ninguno de los dos llevó boleta del FpV.

Por último queda San Luís, donde el oficialismo de los hermanos Rodríguez Sáa obtuvo una victoria contundente en manos del menor de ellos, Alberto, quien impulsado por este resultado ya se lanzó a la presidencia. Allí, el kirchnerismo ni siquiera arriesgó con un candidato: no hubo boleta del gobierno.

Les queda ahora el amargo premio consuelo de Córdoba, donde el gobierno como en Tierra del Fuego parece haber caído en la trampa de sus propias intrigas. Inicialemnte orientado a apoyar a Luis Juez, luego viró y apoyó decididamente al candidato de José Manuel de la Sota, temeroso de una derrota, que finalmente le vino del otro lado.

El próximo turno electoral del 16 de septiembre anuncia una de cal y otra de arena: en Chubur se impondría el kirchnerista Marios das Neves, pero en El Chacho el ex gobernador Angel Rozas -muy crítico de la Casa Rosada- tiene grandes chances de derrotar al ahora kirchnerista Capitanich.


Así las cosas, cada vez más el kirchnerismo parece condenado a depender de su continuidad en el poder de un triunfo abultado de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, que aporte a Cristina Kirchner los votos que está perdiendo en el resto del país.
Fte:La política on line