miércoles, 6 de mayo de 2009

TUCUMÁN : BURDO CLIENTELISMO


Cristina en Tucumán: "Nos prometieron $300 por persona pero hay que quedarse hasta que termine..."¿Fervor popular? Clientelismo básico acompañó a la visita de Cristina de Kirchner a San Miguel de Tucumán. Las crónicas de lo ocurrido incluyen el relato de algunos chicos: "Nos prometieron $100 para cada uno pero si juntábamos 14". No se entiende qué es lo que busca un gobernante exhibiéndose ante gente que se sabe que fue llevada a cambio de dinero.

Lamentable el clientelismo al que recurrió José Alperovich en Tucumán para rodear a Cristina de Kirchner de calor popular. Sucede que como ya se sabe cuáles son las condiciones de la movilización que puede realizar el oficialismo, es hasta grotesco ver a los dirigentes simular que se rodean de fervor espontáneo.

Aqui algunos recortes, comenzando por La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"Cuando el colectivo estacionó a la vuelta de la plaza Urquiza, Ramón, Carlos y sus compañeros sintieron alivio de poder despegar su cuerpo de los del resto. En viejos transportes de limoneros que alquiló la comuna de Yerba Buena, Simoca, se apiñaron más de 60 hombres y mujeres que fueron llevados a saludar a la Presidenta. “Venimos por la amistad que tenemos con el delegado José Antonio Almaraz. El siempre nos premia. La vez pasada, por ejemplo, nos llevó a un tenedor libre cuando terminó el acto. Ahora quizás vayamos a un hotel”, contó entusiasmado uno de los hombres.

También Ramona Villalba, de 30 años y madre de cuatro hijos, estaba expectante, pero no por la llegada de Cristina. “Nos van a pagar $ 300 y tenemos que quedarnos hasta que termine. Yo dejé mis hijos y me vine porque esa suma es mucho para una barrendera”, relató la joven de la comuna de Colombres, Cruz Alta.

Con la boca llena, Marisa, de Las Talitas, contó que estaba ahí en representación de la intendencia de Morghestein. “Vinimos 500 personas”, dijo con orgullo mientras tragaba un bocado de sándwich de salame y queso y sostenía el vaso de gaseosa. A la par de ella, un grupo de jóvenes de 15 a 18 años veían pasar las provisiones frente a su cara. “No nos dieron nada para comer. Nos prometieron $ 100, pero si nos juntábamos 14 (personas)”, contaron los chicos que vestían chalecos que decían “José Miranda concejal”.

Con 15 minutos de demora, según lo previsto, la Presidenta bajó del helicóptero a las 18:15 en el parque 9 de Julio, donde la esperaba una tráfic. Sin embargo, apenas cruzó la puerta de Lawn Tennis bajó a saludar a la gente, rodeada de guardaespaldas que la obligaron a volver a subirse al vehículo. En el asiento delantero, sonriente y con la ventanilla bajada, recorrió la avenida saludando y repartiendo besos a la gente que se abalanzó hacia la camioneta, rompiendo el cordón de policías que custodiaban (más de 40 por cuadra).

Las bombas, los gritos y los panfletos tirados al aire duraron un instante. Apenas pasó el vehículo, el entusiasmo se esfumó. “No pude verla bien, porque había mucha gente. Es bonita, pero me pareció vieja. La saludé pero ella no me vio”, dijo desilusionada María Lourdes, de 11 años."

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