CARTA DE UN AMIGO HONDUREÑO
CORRESPONDENCIA RECIBIDA DE UN AMIGO QUE VIVE EN HONDURAS.
Muchas gracias por tu preocupación por nosotros. Estamos bien tranquilos.
Tú sabes que los de la izquierda son expertos, maestros, en la desinformación. La realidad no es, ni de lejos, lo que Zelaya afirma como su verdad.
La verdad es que Zelaya violó incontablemente la Constitución de la República, desacató sentencias de los juzgados y fallos de la Corte Suprema de Justicia, y dio al comandante de las Fuerzas Armadas órdenes que violaban la Constitución, además de incumplir acuerdos que la Constitución establece en el orden administrativo, como no haber suministrado el presupuesto nacional al Congreso con plazo vencido desde hace 8 meses y, por tanto, se mantenía sin rendir cuentas de los fondos del Estado. A esta fecha, Zelaya ha consumido el 93% del presupuesto de referencia del año 2008. Había pasado al Ejército, unos 15 días antes, una partida de 230 millones para que construyeran un terminal aérea (¿¡!?).
La Constitución de Honduras contiene cinco (5) artículos que son denominados pétreos, y entre ellos están que el sistema democrático es la forma de gobierno, que el plazo de presidente es de 4 años, que no existe la reelección de ninguna forma, y otro más que se me escapa y que tiene que ver con el territorio nacional. TODOS los otros artículos pueden ser enmendados o suprimidos.
Zelaya, en Consejo de Ministros, lanza una encuesta por medio del Departamento de Estadística, controlado por el Ministro de la Presidencia, para que se establezca en las elecciones generales de noviembre 2009 una urna adicional para nombrar una Asamblea Nacional Constituyente.
De esta forma no se permitiría, a quien resulte ganador de la elecciones presidenciales de noviembre 2009, tomar posesión de su cargo, así como tampoco al Congreso, cuyos miembros son electos en voto directo, no en plancha. Se puede votar por personas individuales independientemente del partido a que pertenezcan; votas bajo la foto de cada candidato. De igual forma, los candidatos presidenciales a las elecciones de noviembre 2009 fueron votados en elecciones controladas por el TSE dentro de los candidatos de cada partido. Éstos ya fueron electos en elecciones públicas de hace varios meses. No son nombrados a dedo por el caudillo del partido. Todos los partidos presentaron más de dos candidatos. Sólo puedes votar una vez porque hay un padrón electoral y hay una asignación por el TSE de a cuál urna tienes que ir a votar. Si no estás en el padrón, no votas.
Es exactamente igual que para las elecciones generales. En la encuesta de Zelaya, no hay padrón electoral, así que puedes ir a votar cuantas veces y donde quieras.
Se pretendía que todos los artículos de la Constitución podían ser enmendados o suprimidos, la única intención de eliminar la Constitución actual es tocar los artículos pétreos y, por tanto, el Juzgado declara la "encuesta" ilegal y violatoria de la Constitución. Apelan, y la Fiscalía del Estado y la Corte de Apelaciones sostienen la sentencia.
Además, de acuerdo a la Ley, la única entidad autorizada para llevar a la práctica cualquier actividad electoral, estadística, o lo que sea, que tenga alguna relación de consulta con fines electorales, es el Tribunal Supremo Electoral, y esa entidad no ha sido tomada en cuenta y no participa para nada en la "encuesta" de Zelaya.
El argumento de Zelaya es que la encuesta no es vinculante, que sólo es una encuesta, pero toda la documentación y todo el manejo están llevados a cabo por el Ejecutivo. La Fiscalía gira instrucciones a todas las entidades e instituciones del Estado de que no pueden participar en ningún acto ilegal, y requiere a las Fuerzas Armadas de no participar en la encuesta. Zelaya da una orden al comandante del Ejército de custodiar las urnas, y el comandante se niega ya que, según la Constitución de la República, el comandante del ejército no está obligado a atender ninguna orden que violente la Constitución.
Como consecuencia de esto, Zelaya depone al comandante, pero la Fiscalía de la República va de oficio, y el Comandante del Ejército, por su parte, apelan ante la Corte Suprema de Justicia, y la Sala de lo Constitucional, por voto unánime, recomienda a la Corte Suprema de Justicia restaurar ipso facto en su cargo al General, y declarar nula la orden de Zelaya.
La Corte Suprema de Justicia vota unánimemente declarar que la orden es violatoria de la Constitución de la República, y queda reintegrado ipso facto el General despedido.
A todo esto, el Congreso le avisa a Zelaya que por las continuas violaciones a la Constitución y sus leyes, podría improbar su acción y removerlo de su cargo por traición a la patria, tal como está tipificado en la Constitución. Zelaya reta públicamente que a él nadie puede removerlo.
El Tribunal Supremo Electoral gira una orden de incautar las papeletas y las urnas de la encuesta, que Zelaya tiene guardadas en las bodegas de la Fuerza Aérea, y se dirige a realizar la incautación girando a su vez una orden para no entregar la documentación a nadie. Zelaya va con sus 400 seguidores, rompen los portones y se apropian de la documentación, violando la orden del Tribunal Supremo Electoral.
Zelaya había venido diciendo que él no violaba la Constitución porque la "encuesta" no era vinculante. Pero entonces, al día siguiente de haberse apropiado de las papeletas publica en la Gaceta una ley emitida en Consejo de Ministros convirtiendo la encuesta en un acto de gobierno (para verla, entra en www.proceso.hn) y cambiando el texto, de forma que la votación del día siguiente sería válida para nombrar una Asamblea Nacional Constituyente y, por tanto, vinculante, e instruye a todas las oficinas y Ministerios del Estado que den su respaldo a la ahora encuesta constituyente.
Para que te des una idea, en la papeleta de la votación tenías que anotar el número de tu cédula y así, de esa manera, Zelaya podría controlar qué empleado o persona había votado por su encuesta.
Ante esa situación, donde ya Zelaya no hace caso ni a los Tribunales, ni a la Fiscalía, ni al Tribunal Supremo Electoral, ni a la Corte Suprema de Justicia y, por decreto, se pone a legislar e insiste en dar órdenes, a la Policía y al Ejército, de custodiar las urnas. El Congreso, en uso de sus facultades, decide improbar la presidente y removerlo de su cargo, acción ésta que está tipificada en la Constitución.
En el Congreso, el partido de Zelaya tiene mayoría. En la Fiscalía, en el Ministerio Público, en la Corte Suprema de Justicia y en el Tribunal Supremo Electoral cada partido tiene un voto (son 4 partidos con representación). El jefe del Ejército fue nombrado por Zelaya.
No hace razón que todos los poderes de un Estado regido por el balance de poderes estén errados al denunciar, con nombramiento de cada artículo, la violación de la Constitución, así como también que estén errados todos los partidos políticos, incluyendo el del mismo Zelaya, más todas las Iglesias de todas las denominaciones. El poder nunca estuvo en manos de los militares, y fue el Congreso quien removió a Zelaya. Todos los poderes del Estado permanecen en sus puestos y de acuerdo con lo actuado por el Congreso.
Aquí lo que pasó fue la remoción de un dictador que, si bien fue electo bajo un sistema democrático, fue removido de su cargo en ejercicio de la democracia y en mantenimiento de la Constitución del país.
Si lo consideras pertinente, haz circular esto entre todas las personas para quienes vivir en democracia sea la forma de vida.
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