EL VINO EN MAL ESTADO HACE ESTRAGOS
La cifra de 30.000 desaparecidos no es arbitraria ni caprichosa", expresó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde, en una carta enviada a Graciela Fernández Meijide. Esta había dicho que "son menos de 8.000”, lo que provocó múltiples crítica
"La cifra de 30.000 no es ni arbitraria ni caprichosa, aunque es lamentable reducir la dimensión de la tragedia argentina a un problema contable", apuntó el funcionario, y aclaró "que no hay un censo nacional completo sobre el número de víctimas y que éste es irremisiblemente aproximativo".
En cuanto a la cantidad de desaparecidos registrados por la Conadep, Duhalde explicó que cuando concluyó el trabajo de ese organismo "algunos familiares continuaron haciendo sus denuncias aunque ya no estaba la motivación de expresarse ante la Comisión".
"La euforia que precedió al juicio de los ex Comandantes dio paso a la decepción más absoluta con el dictado de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y los posteriores indultos que aseguraron la impunidad de los criminales por más de 20 años", añadió el secretario de Derechos Humanos.
A continuación el funcionario se preguntó: "¿Tenía acaso sentido que los familiares de los detenidos–desaparecidos que no habían hecho su denuncia ante la CONADEP concurrieran a seguir haciéndolo ante un Estado que protegía a los criminales?".
En ese sentido, manifestó que "recién a partir del año 2004 con el fin de la impunidad, al amparo de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, se incrementó el cotidiano goteo de nuevas denuncias que sigue hasta el presente".
"En consecuencia tomar los registros parciales de la CONADEP y los posteriores a la Secretaría de Derechos Humanos como registros totales, es tan falaz y mentiroso como reducir el número de desaparecidos a la cantidad de restos óseos localizados, que apenas superan el número de 1000", advirtió Duhalde.
Duhalde insistió con que "el carácter masivo, criminal y abyecto no se mide por un resultado aritmético, al menos para los que creemos que cuando se asesina un hombre se está asesinando a la humanidad".
Por eso, cuestionó las declaraciones de Fernández Meijide: "Bastaría ver el regocijo que sus declaraciones han producido en quienes justifican el obrar del terrorismo de Estado para advertir las consecuencias enormemente graves de sus dichos que parten de un error esencial: el creer que existe algún registro fehaciente de la dimensión del crimen masivo de lesa humanidad perpetrado por las Fuerzas Armadas argentinas y sus socios civiles".
"El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas, su identidad y destino final solo está en poder de los asesinos. De aquellos que mientras pregonan que su accionar fue `justo y en defensa de la patria´ ocultan todo dato, sabiendo que su proceder fue abiertamente criminal", aclaró.
Fuente: Télam
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