lunes, 3 de mayo de 2010
MEGAESCÁNDALO
EL OFICIALISMO TRATA DE IMPEDIR QUE LA OPOSICIÓN PROPONGA UNA COMISIÓN INVESTIGADORA
El megaescándalo con Venezuela llega al Congreso
Por Alexis Di Capo
Una versión que circuló el viernes pasado indicaba que el bloque de Diputados de la Coalición Cívica estaría analizando pedir que se constituya una comisión bicameral que investigue el intercambio comercial entre la Argentina y Venezuela. Se concrete o no la iniciativa, lo cierto es que esta semana se verían en el Congreso las primeras reacciones frente al megaescándalo de corrupción.
Distintos factores hacen que a la oposición se le haga muy difícil mirar para otro lado. Para empezar, a diferencia de otras investigaciones sobre corrupción, acá está en juego la política exterior y hasta la violación de diversos tratados, entre ellos, la Convención Interamericana de Lucha contra la Corrupción. Además, en siete años, el Poder Ejecutivo jamás le dio intervención al Congreso en el intercambio con Venezuela y no se conoce ni siquiera que haya invitado alguna vez a legisladores en los cientos de giras de funcionarios argentinos a Venezuela. Por último, y tal vez sea la razón más fuerte, la casi total ausencia de la oposición en este tema puede ser captada por la opinión pública como un síntoma de complacencia. Lo cierto es que, por ejemplo, en la UCR inicialmente se habría subvalorado la trascendencia del escándalo. En una reunión de senadores radicales realizada el jueves pasado, prevaleció la idea de que el tema iba a pasar a segundo plano y hasta a diluirse por lo menos en lo inmediato. Este grave error de apreciación hizo que Carrió siga manteniendo el monopolio de la cuestión y los demás bloques estén bastante descolocados. Los más incómodos frente a este nuevo escenario son los bloques de centroizquierda. En el caso de Nuevo Encuentro, con Martín Sabatella y Vilma Ibarra, sus excelentes relaciones con la embajada de Venezuela los paralizan. Dentro de Proyecto Sur también abundan los simpatizantes de la revolución bolivariana, así que no es fácil hablar del tema. El Peronismo Federal no tiene afinidades con el chavismo, pero las crecientes disidencias internas no le facilitan tomar decisiones en un tema tan ríspido.
La orden de Olivos
Las instrucciones de Néstor Kirchner a Agustín Rossi y Miguel Ángel Pichetto serían de obstruir como sea el tratamiento del tema en las dos cámaras. Los kirchneristas detectaron que la versión light de la comisión investigadora sería una bicameral de seguimiento del convenio de integración comercial con Venezuela. Pero hasta esto les resultaría intolerable. La apuesta K sería presionar para que la investigación judicial se planche, permitiendo que la causa pase a segundo plano. Pero este plan falla en lo sustancial. A diferencia, por ejemplo, del caso Jaime, en éste la información fluye desde el exterior y es muy difícil de controlar. Pero, para la mayor preocupación, siguen llegando versiones sobre la apertura de una investigación judicial en Miami, conectada con el proceso por la valija de Guido Antonini Wilson.
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