domingo, 1 de agosto de 2010
QUÉ TIENEN EN LA CABEZA ???
¿QUÉ TIENEN EN LA CABEZA?
(Hay que cambiar todo)
Por Malú Kikuchi (1/8/2010)
Crónica policial.
Hechos. Martes 27/7/10, casa de comidas “Margareta”, Avda. Santa Rosa 1967, Castelar Norte, hora, 22,30. Pocas mesas ocupadas, en una de ellas, de civil y de vacaciones, el subteniente Ángel Insaurralde con su mujer y su bebé de 16 meses.
Hechos. Entran al lugar dos muchachos, uno de ellos de 15 años con una pistola 9mm. Exigen dinero y todo lo que puedan llevarse. El “menor” de 15 años, apoya la pistola sobre la cabeza del bebé. Realizado el robo, los ladrones escapan del lugar.
Hechos. El policía los persigue, se tirotea con ellos y hiere a los dos; el mayor huye y el del “chiste” de la pistola en la cabeza del bebé, queda herido en las piernas, es detenido y enviado al hospital Posadas.
Crónica judicial.
Hechos. El caso cae en el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil de Morón nº 2. El juez/a libera al menor y lo coloca bajo la tutela de la madre, de acuerdo a la ley nº 22.278 de 1980, cuyo artículo 1º establece que: “no es punible el menor que no haya cumplido 16 años.”
Hechos. El fiscal general de Morón, Federico Nievas Woodgate dice: “el proceso penal está terminado y conforme a lo que sostiene la ley vigente de nuestro país, el menor es inimputable.” El fiscal de Morón Javier Rodríguez Rey, apela la liberación ordenada por el juez/a.
Hechos. En 1980, Argentina adhirió al Tratado Interamericano de Derechos del Niño, que se incluyó en la reforma constitucional de 1994. Al tratado se le suma la ley 22.278, modificada por la ley 22.803(1983).
Resultado. Los menores de 16 años en Argentina son todos “00”, como los agentes secretos británicos, tienen permiso para matar (James Bond, 007).
Hechos. Argentina hoy es un país con pobreza e indigencia crecientes, es importador, fabricante y consumidor de droga, con un 25% de jóvenes menores de 24 años “Ni Ni”, que ni estudian ni trabajan. ¿Qué hacen? En su mayoría, delinquen.
Hechos. En los países desarrollados existen institutos sólo para menores, donde los chicos delincuentes son detenidos, obligados a terminar el secundario, se les enseña un oficio con salida laboral y de ser necesario, son hospitalizados hasta que sanan sus adiciones.
Hechos. Daniel Arroyo, ministro de desarrollo social bonaerense, dijo el 17/12/08: “Lo ideal son institutos especializados régimen cerrado, de 20 a 24 chicos, que tengan espacio para que completen la escuela y desarrollen instancias deportivas. No es tan sencillo hacerlo.”
Sencillo no es, pero no es imposible. Otros países lo hacen, Argentina no.
Hechos. En la provincia de Buenos Aires, la más poblada y la más conflictiva con respecto a la delincuencia, existen 19 centros, de los cuales 16 para menores de 21 años, y sólo 3 para menores de 16 años.
Hechos. En esos 3, en 2007, (no hay datos más recientes), con capacidad para 274 internos, había 956. Proliferan las denuncias por hacinamiento, insalubridad, y carencia de contención sicológica.
Hechos. Argentina debe ser, en proporción de habitantes, el país con más sicólogos, pero no hay para atender menores en situación personal de riesgo y con capacidad para poner en riesgo a la sociedad.
Preguntas. ¿Qué tienen en la cabeza los menores que le apuntan a un bebé con una pistola? Se puede suponer que mucha droga. Se puede deducir que viven en un mundo donde es ley matar o morir. Y esa, la cumplen a rajatabla.
Preguntas. ¿Qué tienen en la cabeza los jueces que liberan a un menor que robó a mano armada, le apuntó a un bebé y se tiroteó con la policía? La respuesta está en la ley que así lo indica. ¿Qué tenían en la cabeza los que dictaron la ley? Una inverosímil teoría que acusa a la sociedad por los crímenes cometidos por los delincuentes.
Preguntas. ¿Por qué a esa ridícula teoría de responsabilizar a las víctimas por la conducta de sus victimarios, se la mal llama “garantismo”? Garantistas son los que creen y aplican la Constitución Nacional, los otros son meros abolicionistas del código penal.
Preguntas. ¿Por qué un juez/a que se supone tiene raciocinio, capacidad intelectual y una íntima convicción sobre lo que es justo o injusto, razón por la cual, el honor, el patrimonio y la libertad de las personas están en sus manos, pone bajo la tutela de padres que obviamente no se han ocupado de controlar a sus hijos, a menores delincuentes?
Preguntas. ¿Qué tienen en la cabeza los presidentes, los gobernadores, los legisladores provinciales y nacionales de los sucesivos gobiernos, que no solucionan, ni intentan solucionar el problema de la delincuencia en la minoridad?
Preguntas. ¿Cómo pueden perder el tiempo y el dinero de los contribuyentes en crear inexistentes e improductivas empresas estatales, como ENARSA, ¿existe todavía?, o LAFSA, empresa aérea sin aviones? ¿Cómo pueden pagar comisiones por un tren bala innecesario, cuando el problema son menores delinquiendo?
Preguntas. ¿Porqué hay plata para salvar a General Motors Argentina, o para una línea de bandera que pierde millones por día y es negocio de unos pocos, pero no se les ocurre construir y poner en marcha un sistema de institutos de menores, donde entren delincuentes y salgan personas aptas para vivir en sociedad?
Preguntas. ¿Si no hay plata para los jóvenes que son el futuro, cómo hay plata para “fútbol para todos” y para la propaganda gubernamental de un programa como “6,7,8” o para enviar barras bravas al mundial? Así, Argentina no tiene fututo.
Preguntas. ¿Qué hacen los legisladores nacionales y provinciales que siempre encuentran plata para aumentarse los sueldos, pero no son capaces de dictar una ley que ordene construir cárceles modelos (aunque sea por leasing), que además darían empleo a los sin trabajo?
El problema de la delincuencia de los menores abarca demasiados aspectos socio/económicos y evidencia el corazón del famoso “modelo” del gobierno K, que no creó el problema, pero lo agravó. ¿Eso es progre?
Cada vez más pobres, cada vez más droga, cada vez menos trabajo por falta de inversión genuina, cada vez peor educación pública, cada vez más clientelismo y menor contención social, cada vez mayor permisividad judicial; es una forma de gobernar.
Todos y cada uno de los que tienen que ver de cerca o de lejos con esta fábrica de menores delincuentes, son responsables en mayor o menor medida. Hay que cambiar todo y empezar de cero.
Se necesitan leyes con sentido común, control sobre la droga, institutos que rehabiliten, jueces que usen su raciocinio, políticos que piensen en el bien común y actúen en consecuencia, ciudadanos ejerciendo sus derechos y aceptando sus deberes; inmigrantes, si, marginales, no.
En agosto 2011 se votan las primarias, en octubre las presidenciales. De nosotros depende cambiar el sistema. El voto es una herramienta para construir una nación mejor. Antes de votar por un candidato y una lista, pregúntese, ¿qué tienen en la cabeza?
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