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viernes, 27 de noviembre de 2020
viernes, 20 de noviembre de 2020
BARADEL
BARADEL, ¿SABE MÁS QUE…?
Malú Kikuchi (21/11/2020)
La Argentina, país de la excepcionalidad, decidió que la educación en todo el amplio sentido de la palabra, no era esencial y debían cerrarse escuelas, colegios y universidades. Nada presencial, todo virtual. Sin haber asegurado antes que todos los estudiantes tuvieran acceso a internet.
La mayoría de los países del planeta actuó de manera diferente frente al reto de la pandemia. Las escuelas permanecieron abiertas, algunas cerraron unos días, pocas tuvieron pocos casos de contagio de covid-19, y los chicos siguieron, con protocolos, su imprescindible rutina de aprender.
En la Argentina toda, a partir del 20/3/2020, se entró en un sistema perverso, donde la grieta entre chicos con acceso a internet y al lujo de medios audio visuales electrónico e inteligente de comunicación, tuvieron la posibilidad de poder estudiar, y el resto, casi la mitad del país, no.
La deserción escolar es de terror. Madres obligadas a explicar temas que quizás no conocían. Obligaron a los privilegiados a quedarse quietos delante de una pantalla, mientras un lejano y desconocido profesor explicaba algo que no les interesaba. Sin amigos, sin recreos, sin patio.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, dice que el cierre de escuelas “puede generar en los niños daños irreversible”. Los chicos aislados, sin contacto con sus pares se angustian, se brutalizan, sufren violencia, se los aíslan de todo aquello que deben hacer a su edad.
Además de no aprender, que es el trabajo de los niños, pierden la disciplina de los horarios, la obligación de estar limpios y prolijos, la sociabilidad con los demás, dejan de aprender lo que será la vida en el futuro. Es lo que trata de explicar la UNICEF. Les roban el futuro.
Para la Organización Mundial de la Salud, OMS, “los menores no son grandes transmisores del virus”. Y esto está probado alrededor del planeta. Pero por alguna razón difícil de explicar, en la Argentina, han pasado más de 160 días sin clases presenciales. Lo virtual no es igual.
Por lo menos un millón de chicos ya abandonó el secundario. Y hay demasiados niñitos que no han tenido acceso ni siquiera a la virtualidad. En Argentina el 2020 es y ha sido un año perdido. Más allá de los 35.000 muertos, del largo millón de contagiados, el tema educación es brutal.
Es un lugar común muy trillado, pero los casinos, los restaurantes, los bares y los pequeños comercios, funcionan; mientras que la educación, como la justicia y el congreso, no. Da que pensar. En el caso del congreso cuyas funciones se quieren minimizar, se entiende. En el caso de la justicia que se busca domesticar, se entiende; CFK e hijo necesitan impunidad.
¿Pero la educación? Argentina es el país de Belgrano, que siendo Secretario del Consulado de Comercio (1794/1810), en plena colonia española, escribía sobre la educación ¡de las mujeres! Es el país de Sarmiento y de su loco sueño de la “Educación Popular”, 1848, Chile.
La Revolución sin sangre más fantástica de la historia, educar a todos los chicos de la misma manera, en las mismas materias, sin diferencias, todos con delantal blanco que taparan lo disímil de la ropa y el origen de la misma. Una educación obligatoria, laica y gratuita. Es el país de Roca que recién en su 1ª presidencia en 1884 consiguió la ley 1420 de Educación.
Pero también es el país de Roberto Baradel, secretario general del Centro de Trabajadores de Argentina (CETERA), que dijo en agosto que no habría clases hasta que se tuviera la vacuna contra el virus. ¿Baradel sabe más de educación y de salud que UNICEF y la OMS?
Todo es posible, raro, poco probable, pero posible. ¿Baradel habla por su cuenta o por orden de alguien? Buena pregunta. ¿A alguien del poder le interesa un pueblo ignorante? Si es ignorante, tendrá menos oportunidades de trabajo. Dependerá más del Estado. Voto asegurado.
El pensamiento de una política diseñada
con este fin es demasiado terrible. ¿Será posible? Es probable. Todo parece
probable en el desgobierno de los Fernández. ¿Será tan errado pensar que es
deliberado? Decía Ezequiel Martínez Estrada en “Las 40”: “Si el caballo piensa,
se acabó la equitación”.
Publicadas por Lic. Scolaro 0 opiniones A las 9:14 p. m.
lunes, 9 de noviembre de 2020
LAS CUATRO GESTAS.
Publicadas por Lic. Scolaro 0 opiniones A las 11:43 p. m.
viernes, 6 de noviembre de 2020
UNA CORTE MUY CORTESANA
Malú Kikuchi (7/11/2020)
La 1ª Corte Suprema de la Nación se debe a la ley Nº 27 del 18/10/1862, presidencia de Bartolomé Mitre. Sus miembros juraron el 15/1/1863. *Como presidente, Francisco de las Carreras; miembros, Bonifacio del Carril, José Barros Pazos, Francisco Delgado y el procurador Francisco Pico.
La Corte se mantuvo con 5 miembros a lo largo de muchos años, cuando la Argentina era un país serio y una esperanza para el resto del mundo. Cambió de régimen político en 1916 con la ley 8.871 (Sáenz Peña) del voto secreto y obligatorio y con padrones. Fue electo Hipólito Yrigoyen, UCR.
El país cambió, la Corte no. Los jueces morían en sus puestos, pocos renunciaban sin presiones políticas. Eran la cabeza de un poder independiente de los otros dos poderes, del Legislativo y del Ejecutivo. Recién en 1947 J.D. Perón cambió miembros de la Corte.
En 1962 Arturo Frondizi aumentó los miembros de la Corte a 7. En 1966 el gobierno de facto de J.C. Onganía volvió la Corte a 5 miembros. En 1990 el gobierno de C.S. Menem los incrementó a 9 miembros. En 2006 N.C. Kirchner cambió los miembros y redujo la Corte a su número inicial, 5.
Hoy, la Corte tiene 5 miembros, presidente Carlos Rosenkrantz, vice presidente Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. Los 3 últimos PJ. Un juez tiene el derecho de elegir su partido político, no de hacerlo público, quita imparcialidad.
Pero la Corte Suprema Argentina ha cambiado tanto su número de miembros, ha sido tan vapuleada, ha tenido miembros tan poco dignos de serlo, que ya no asombra el hecho de tener jueces que reconocen su pertenencia política y desgraciadamente la usan al impartir fallos.
En un momento crucial de la vida republicana, cuando el ataque de la vice presidente a través de su dominio del senado, arteramente hizo votar y lo votaron, el re traslado de 3 jueces. Los 3 curiosamente son los que tienen juicios en contra de CFK, la última esperanza era la Corte. Lástima el “era”.
Ha sido una mala costumbre de los presidentes, incluyendo de CFK en su tiempo, el hecho de trasladar jueces de un lugar a otro sin cambiar su estatus. Lo hizo M. Macri en 2017. En este caso fueron 3 jueces, Bruglia, Bertuzzi y Castelli. El tema llegó a la Corte, que el 11/4/2018, falló a favor.
A través del fallo Nº7/2018, Expediente Nº1220/2018, los jueces Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, firmaron el acuerdo del traslado sin necesidad de examinarse ante el senado, ya que lo habían hecho anteriormente. Rosenkrantz y Highton de Nolasco se abstuvieron.
Previamente, la acordada Nº4, igual Nº de expediente, del 15/3/2018, con el mismo tema, fue firmado por los 5 miembros a favor. Luego de la votación del senado K en contra de los 3 jueces, la Corte aceptó el “per saltum” presentado por los 3 jueces, y volvió a fallar. Esta vez, a medias.
Firmaron Highton, Lorenzetti, Maqueda y Rosatti; Rosenkrantz se opuso. Deja a los 3 jueces en su lugar…por ahora. Cuando estén listos los concursos (del que pueden participar y no los dejarían ganar) deberán volver a sus antiguos puestos. Salvo Castelli cuyo puesto ya fue concursado.
La Corte establece que cambiar a los jueces de lugar no está bien. Legislar hacia atrás, tampoco. Fallar a favor de CFK y su impunidad (se caen los juicios en su contra) e inventar jueces itinerantes, es cuando menos, aberrante con lo fallado hace 2 años. Poco legal y demasiado político.
¿Qué cambió entre el 2018 y el 2020? Cambió el ejecutivo. En 2018 la Corte debía quedar bien con Macri, hoy debe quedar bien con los Fernández. “Cortesana” define a una persona al servicio del rey (o de la reina) o de su familia. Esta Corte (salvo Rosenkrantz) es muy cortesana.
La Corte Suprema de Justicia debería impartir Justicia, atenerse a la Constitución Nacional, ser su intérprete y su ejecutora. Hoy tiene una mayoría abiertamente al servicio del gobierno de turno, dispuesta a avalar la impunidad, que es la contra cara de la Justicia. La Argentina es un país con poder judicial y vaciado de Justicia.
*El 1º Presidente de la Corte nombrado por Mitre fue Valentín Alsina que no aceptó (era senador y rival de Mitre). Tanto Alsina como los demás miembros no eran amigos de Mitre.Publicadas por Lic. Scolaro 0 opiniones A las 10:33 p. m.