La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

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viernes, 31 de agosto de 2012

GOLPE DE ESTADO

1 de Agosto de 2012 INMINENTE GOLPE DE ESTADO EN EL PAÍS Por Emilio Nazar Kasbo* Todo está en el límite del hartazgo. Prepárese, y no se asuste. Todo está bajo control. Usted no es un delincuente; los delincuentes son ellos. Hemos podido confirmar por fuentes propias, la existencia de un inminente complot que está pronto a acabar y barrer con el Gobierno y sus aliados, destituyéndolos. Efectivamente, no se trata de fuerzas “antidemocráticas”, sino “antioficialistas”. Se han aliando opositores de todo tipo, desde disidentes, patriotas, socialistas, liberales, sindicalistas, nacionalistas, católicos y no católicos, e incluso comunistas, en reuniones que han conjugado las inquietudes más básicas entre todos para confluir en la drástica decisión. En realidad, no existe un “plan”, sino que se ha acordado el apoyo a una desconocida figura, al cual denominaremos “Caudillo Restaurador” (que en adelante abreviaremos por sus siglas, CR), que si bien es una figura altamente reconocida, incluso mundialmente y con perspectiva histórica. Su nombre está, pero por obvios motivos no lo daremos a conocer hasta que el mismo se manifieste. Pero regresando al nudo de la cuestión, en las reuniones de “complot” comentadas, se han abordado diversos temas, que van desde los “derechos humanos” (donde se ha definido específicamente qué es lo “humano” en oposición a lo “antihumano” e “inhumano”), hasta el panorama que señala la debilidad gubernamental. Efectivamente, en dichas reuniones, que llevan años ya desarrollándose para alcanzar lo que hoy consideran “madurez” del “movimiento”, se ha descrito cómo ha variado el oficialismo en su composición. El oficialismo gubernamental ha variado en el modo en que se ha integrado, comenzando por sus exterroristas fundadores hasta su actual viraje buscando el apoyo en ínfimas minorías carentes de toda representatividad (de todos aquellos que van a contrapelo de la sociedad trabajadora, justamente los lujuriosos invertidos, tortilleras, sexópatas, drogadictos, degenerados, delincuentes, y líderes de las grandes masas de indigentes producidos por el mismo gobierno para mantenerlos como rehenes electorales e ideológicos a cambio de míseros “planes sociales”), junto con un pequeño núcleo de empresarios venales, obsecuentes y mercenarios que participan de la corrupción gubernamental. Esa es toda su fuerza “militar”: un grupo de amanerados capaces de rajuñar las ollas de los caceroleros que reflejan la verdadera indignación popular. ¡Toda una milicia! Y con su temible grito de guerra: “Salí que te rajuño”. Sí, el plan es una gran jornada de caceroleros que saldrán a las calles indignados, como en la época de “Fernandito”, a quejarse en las calles planteando la destitución de las autoridades, mientras que fuerzas descontroladas ingresarán al Congreso y a la Casa de Gobierno, y también al Palacio de Justicia, destruyendo lo que hay en su interior (creo que esta película ya la vi antes en alguna oportunidad…). Mientras tanto, los legisladores opositores sesionarán para destituir a quien está creyendo ocupar la máxima autoridad nacional, cayendo en el vacío legislativo en materia de sucesión presidencial, de modo que sólo CR podrá ocupar el máximo lugar de honor en el país. ¿El “plan”? Sólo la Restauración de las Leyes en el Orden Natural, y que en núcleo de delincuentes que se encuentran en el poder vayan a la cárcel, para ser juzgados como Infames Traidores a la Patria con las máximas penas que existan, ya que se tratarán de causas de “lesa humanidad” por Genocidio espiritual, cultural, moral y material contra la población nacional, mientras a su vez el grupúsculo oficialista construyó enormísimas fortunas corruptas a costa del sacrificio pueblo nacional. El plan está listo para que funcione el día “D” a la hora “H”, lo cual ha sido clasificado como “ultrasecreto”, y de lo cuál sólo estarán enterados sus protagonistas a la hora en que los sucesos se den. El único problema que se ha tenido en cuenta en los diálogos que han adelantado esta noticia, es que las manifestaciones populares pudieran desbordarse, y aplicar por su propia cuenta la máxima pena imaginable a quienes consideren responsables de la actual situación del país (a los funcionarios), al estilo del “lejano oeste”, donde se linchaba a quien el pueblo “autoconvocado” decidía… y que en el momento no haya helicóptero para huir. En cuestión de horas, el país estará bajo el control del nuevo gobierno, se habrán derogado todas las leyes inicuas, los delincuentes estarán en la cárcel, los salarios serán justos conforme el mínimo vital y móvil, los jubilados recibirán los haberes que merecen, se terminará con la inflación, con el liberalismo y el marxismo, se respetará la propiedad privada, se fortalecerán las familias bien constituidas, y los malos curas y obispos serán condenados al destierro. Las Fuerzas Armadas se ocuparán de la defensa de la Soberanía, y las Fuerzas de Seguridad a resguardar el orden interno. La espiritualidad que forma parte del origen, raíz y esencia de la Patria será reconocida. Y los depravados se dejarán de escorchar. Usted seguramente estará pensando que esto es un “idealismo” abstracto, y que esto no se puede aplicar en nuestro país, pero… ¿ha leído bien la nota? ¿Quién le dijo que esto se va a producir en este país, donde Usted como lector vive, y no en otro? ¿Quién le dijo, contrariamente, que esto no puede suceder en su país? Cualquier coincidencia, es fruto de su mera imaginación. Sólo faltan meses, días, o tal vez horas, porque como informaron nuestras fuentes, ya pronto está por llegar el... "Comunicado Número Uno". * La presente nota no es periodística, es un mero cuento, literatura de ficción con forma de nota periodística de opinión. Cualquier frase o palabra que sea considerada “ofensiva” debe ser observada a la luz de lo que expresa el Diccionario. Ante la menor duda, consulte a su profesor de literatura amigo, que sabrá orientarlo. Se aclara además que CR significa “Cristo Rey”. Publicado por Diario Pregón de La Plata en 8/31/2012

MENORES

Respecto a que el oficialismo tiene resuelto avanzar con la reforma al Código Electoral para que los jóvenes de 16 años puedan votar, y que aseguran que a esa edad los jóvenes "poseen un nivel de información que los habilita ampliamente para poder formar su opinión". Me pregunto, reitero, desde mi ignorancia, si los legisladores y el ejecutivo que es en realidad quien fogonea este proyecto para eternizarse en el poder, no saben las consecuencias que ese desatino acarreará. Por una parte, no es cierto que los jóvenes de 16 años posean tal nivel de información que declaman. Si aún así lo poseyeran, la información no basta para decidir con ecuanimidad o sin ella quienes puedan ser los futuros representantes del pueblo en el Congreso Nacional, habida cuenta que los elegidos por la población adulta y habilitada traicionan descaradamente a sus electores en beneficio de su propia clase, la burguesía, y el gobierno de turno. Por otra parte, el hecho de poder decidir quienes van a ocupar las bancas en ambas cámaras, obligaría a modificar la mayoría de edad de los jóvenes por la responsabilidad del acto decisorio y los habilitaría para la emancipación temprana del seno familiar, por lo tanto deberían trabajar, en edad aún escolar, ya que su responsabilidad no podría estar solamente acotada a la emisión de un voto y luego lavarse las manos. También, y en caso que los jóvenes ya habilitados cometieran actos delictivos, dichos actos serían punibles como les cabe a cualquier adulto mayor pues estarían en igualdad de condiciones, por lo que habría que modificar el código penal. Pregunto: ¿le daríamos a nuestros jóvenes que por su edad sólo piensan en estudiar (algunos) salir a divertirse (muchos) conseguir sexo prematuro con las consecuencias que vemos a diario en los noticieros de jovencitas embarazadas o ya con más de una descendencia, a muchos lamentable e irremediablemente hundidos en el infierno de la droga, a otros que pululan las calles formando banditas “pirañas” que arrebatan de sus pertenencias a cualquier ciudadano, y todo por la inoperancia y también la indiferencia de nuestros legisladores y el gobierno incluido? digo, ¿le daríamos la responsabilidad de elegir a nuestros representantes por más que estos últimos de todas formas traicionen al pueblo que los elige? Cada efecto es producto de una causa, y la causa de esta crisis omnímoda que está viviendo y/o padeciendo nuestra sociedad es justamente el equívoco políticamente incorrecto que los adultos tuvimos y tenemos de “elegir” a nuestros representantes, gobierno incluido. Nos dejamos engañar con los espejitos de colores y con la parafernalia obsoleta y descascarada tanto del peronismo secular como de su cohorte de falsa oposición. ¿Podemos entonces darle la responsabilidad a nuestros jóvenes casi niños aún a que decidan por tan magno y trascendente acto, por la mentada formación política que tienen de aparecer en una foto con los dedos en V delante del estandarte impúdico de esa asociación ilícita auto denominada “ La Cámpora ”? Lo pregunto, reitero, desde mi ignorancia; sarcasmo incluido. Mario Goyena Lorenzen

jueves, 30 de agosto de 2012

CANALLAS

Amnesia canallesca y vengativa http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/28/08/2012/c8s027.html por Guillermo V. Lascano Quintana Muchos argentinos, sobre todo quienes vivieron con uso de razón entre los años 1960 y 1976, deben recordar, y seguramente recuerdan, la situación de enfrentamiento entre grupos guerrilleros y fuerzas del orden. No fue ese un enfrentamiento intelectual o político. Se trató de una contienda armada. De un lado, quienes pretendían imponer un sistema político económico de raíz marxista, y del otro, quienes se oponían. Ahora, con la excusa inexistente en aquel tiempo, se pretende reivindicar la acción guerrillera, con argumentos tales como que luchaban por restaurar la democracia: una mentira mayúscula. Nunca fueron democráticos ni les importaba otra visión distinta de la que sostenían, apoyados por gobiernos extranjeros a quienes la realidad argentina cotidiana les importaba muy poco; solo querían imponer a cualquier costo su visión de las sociedades humanas. Otra falacia es que las organizaciones guerrilleras estaban constituidas por jóvenes bien intencionados, olvidando que recurrieron a todo tipo de acciones delictivas para procurar imponer sus designios --asesinatos, secuestros, robos, entre otros--. Ahora se nos quiere hacer creer que esos muchachos eran inocentes ciudadanos, inquietos por las desigualdades e injusticias, que creían que el único método para luchar por ello era recurrir a las armas. Esa fue una decisión deliberada y no impuesta por las circunstancias y largamente discutida por los líderes e ideólogos de las organizaciones guerrilleras. El tiempo pasa y algunos se están olvidando del sufrimiento que esos guerrilleros causaron a los argentinos, ciertamente mucho más intenso que el que generaba la situación que decían combatir. Baste recordar el secuestro y asesinato de Oberdan Sallustro, cuya única "culpa" era ser directivo de una empresa; o el secuestro y asesinato del general Aramburu, ampliamente difundido como una gesta "liberadora". Dos actos aberrantes, que no avergonzaron a sus autores, pero que deben ser condenados por la ciudadanía. Esos muchachos, inducidos por Perón, primero, financiados por la URSS y entrenados en Cuba, generaron un daño inconmensurable, del que aún no nos hemos repuesto. La sociedad argentina reaccionó y con el concurso de militares y policías intentó poner fin a la violencia desatada. Quienes no vivieron aquellos años deberían informarse sobre el accionar guerrillero, que ultimaba policías, ponía bombas, robaba, secuestraba, y no hacerle caso a la mentirosa y pusilánime historia inventada. Hace unos días, la titular del Poder Ejecutivo Nacional se sumó al homenaje a uno de aquellos jóvenes que tomaron las armas contra la Nación y reivindicó su conducta, que comparó con la de su marido. En ese caso se trata de una acción premeditada que encuentra sustento en la canallesca amnesia que tienen muchos argentinos, y que contribuyen con ello a la venganza de quienes fueron derrotados en el campo que ellos eligieron. Frente a tanto desatino, es menester reaccionar y hacer un examen de conciencia que, al permitirnos no falsificar el pasado, nos induzca a todos a enfrentar el futuro con optimismo.

miércoles, 29 de agosto de 2012

DEBEMOS REBELARNOS

Por Gabriela Pousa La desorientación más absoluta es hoy la característica intrínseca de la escena política. El grado de desconcierto es atípico. Todo cuanto acontece tiene ribetes desopilantes. Cada discurso de la Presidente es un unipersonal digno de ser llevado, en el verano, a la costa o a Carlos Paz. Es sabido que hasta los funcionarios más aviesos, los que la aplauden denodadamente, escuchan dislocadas a las palabras de las ideas, y al relato de los hechos. ¿Por qué entonces asienten y rinden pleitesía una y mil veces? Por la misma razón, por la cual la sociedad se mantiene en silencio, haciendo catarsis en redes sociales o refunfuñando dentro de cuatro paredes. Cinco letras nos unen irremediablemente: Miedo. Mientras unos se preguntan cómo salir ilesos del laberinto en que se metieron, aun siendo responsables de ello; los otros, es decir nosotros, nos interrogamos acerca de cómo y cuándo termina todo esto. Y posiblemente algo de responsabilidad nos quepa, aunque no lo aceptemos. En síntesis, podría decirse que, de un modo u otro, todos estamos siendo cómplices del gobierno. Sí, suena duro y feo. En este contexto, Cristina Kirchner avanzó y seguirá avanzando, gozando de los aplausos de unos y de los silencios del resto, aunque sólo le quede por avasallar las libertades individuales, tarea que ha comenzado de un tiempo a esta parte. ¿Por qué puede hacer esto? La respuesta es deleznable pero es más simple de lo que parece: el pueblo se lo permitió y se lo sigue permitiendo. En El Hombre Rebelde, Albert Camus sostenía que callarse es dejar creer que no se juzga ni se desea nada. La desesperación juzga y desea todo en general, pero nada en particular, y por ello deviene fácilmente en silencio. Lo furtivo y efímero del último blandir de las cacerolas ha demostrado con claridad esto. El pueblo argentino es reflejo de sus gobernantes. No cree en nada, por lo tanto nada tiene sentido, no afirma valor alguno. Todo es posible pero nada tiene importancia. Hasta la maldad y la virtud son azar o capricho. La acción es reemplazada por el diletantismo, y así la vida se convierte en una espera. En este ámbito, nada es verdadero ni falso, ni bueno ni malo. Y si acaso adjetivamos algo en el instante en que acontece, el adjetivo caerá por inercia en horas apenas. Un ejemplo: la confiscación de fondos de las AFJP causo estupor, pero ya pasó. La vida sigue como un mar sometido, indiferente a cualquier corriente. Si la apatía resta valor, no tiene sentido ser honesto, o no, basta con ser el más fuerte. Esto sucede en la Argentina. Cristina tiene un gran andamiaje comunicacional, y una habilidad indiscutible para hallar artilugios que sumen a su intención: perpetuarse. Necesita como nunca a la sociedad apática, anestesiada, entretenida con nimiedades, debatiendo si Daniel Scioli hace bien en enfrentarla, o si Tinelli ganó audiencia en su franja horaria. De espera en espera -decía Epicuro- consumimos nuestra vida, y nos morimos todos en la costumbre, en la rutina. Lo asombroso no es que el oficialismo siga manipulando al pueblo con ficciones y circos: Tecnópolis es ejemplo de ello. Lo viene haciendo hace 9 años. Lo asombroso es que, desde el momento en que la sociedad toma conciencia de que ese tipo de entretenimiento es una herramienta del poder, para mantener el status quo, y el gatopardismo, no haya un rechazo generalizado a consumirlo. Cristina Kirchner puede no saber de economía pero sabe de manipulación, y esta es la cicuta de los argentinos. Bebida a conciencia supone un estado más grave de lo que se piensa. ¿Por qué esta inclinación por gobiernos indignos? Es muy difícil aceptar algún grado de culpa en todo esto. El "yo no la voté" sirve como atenuante para redimirnos a nosotros mismos, pero no soluciona ni evita que vuelva a repetirse una elección, sin apatía frente a lo elegido. A esta altura se preguntarán qué es lo que se puede hacer. Rebelarse. No tomando como rebelión el concepto vacuo de desorden, caos y disgregación, sino todo lo contrario: expresándose, perdiendo el miedo a diferenciarse, dejando de esconderse detrás de seudónimos o apodos que sirven de coraza pero no aportan ninguna savia. Jugarse no es pararse frente al delincuente y decir "-aquí estoy máteme", pero tampoco es esconder la identidad por temor a una inspección impositiva. ¿No nos da un poco de vergüenza que así sea? Si los argentinos manifestamos temor a la visita de la AFIP, dejemos entonces de quejarnos por quienes detentan el mando. Ellos han logrado su cometido. Ganaron. Este análisis trae a colación una nota que escribí sobre por qué Cristina es la Presidente que Argentina debe tener hoy día. Y es que si acaso no es justo aducir que "cada pueblo tiene el gobierno que se merece", hay sí que admitir que cada país está

VACÍO

VACÍO POLÍTICO Por Carlos Manuel Acuña Cuando se revisan y evalúan las cifras que arrojan las numerosas encuestas de opinión política que a diario llegan a la Casa Rosada y a Olivos, se entiende porque Cristina W. Fernández entra en desesperación. En otra parte de esta misma edición del Informador Público, consignamos el último y extenso trabajo realizado por la prestigiosa firma Management & Feed, de donde surge la evolución sufrida por el oficialismo y sus principales integrantes a partir del año pasado cuando parecía favorecerlos un éxito incontenible. El estudio considera todos los factores clásicos de esta tarea y divide el universo de consulta entre las vocaciones anteriores respecto del voto o las simpatías, las edades y sexo de los consultados, su pertenencia a los variados niveles socio económicos y ubicación geográfica, amén de otros componentes indispensables para actuar en el difícil terreno político y electoral. La encuesta también se extiende con otras preguntas como, por ejemplo, la visión que cada uno de esos sectores tiene respecto a si mejorará, empeorará o se mantendrá la situación en todos sus aspectos, tanto en lo estrictamente personal como en la interpretación objetiva del interrogado sobre el pasado, presente y futuro. En tal sentido, aparecen nítidas las principales inquietudes - la cuestión económica y la inseguridad, que ocupan un lugar relevante en los resultados - lo que permite desarrollar estrategias y también entender buena parte de los rumores, versiones y trascendidos acerca de la marcha del gobierno y la actitud de la llamada oposición frente a la realidad agobiante. Mal que le pese a la viuda de Kirchner, esto es lo que sucede y no otra cosa. Una primera lectura permite mensurar la tendencia favorable del kirchnerismo que se tradujo en la discutida aceptación del resultado de la última elección del año último, resultado que le permitió a la presidente Cristina esgrimir ese 54 por ciento favorable como instrumento para afirmarse en el poder. Frente a las cifras se entienden muchas cosas y entre ellas, ciertos apuros por avanzar más rápido con proyectos ideologizados que abarcan amplios aspectos de la vida nacional. También se explica el lector que incursione por la correspondiente noticia, que ese triunfo en las urnas fue el momento más favorable para un cristinismo que todavía se apoyaba en la memoria de Néstor Carlos pero sobre todo en el famoso "viento de cola" de una economía que permitió ganar voluntades, simpatías y una capacidad de maniobra que como lo demuestran los números en coincidencia con la experiencia empírica, poco a poco comenzó a caer. Esto último explica facilmente el crecimiento de una estabilidad política que comenzaba a resquebrajarse, a la par que surgían los primeros esbozos de los problemas que hoy están plantados con fuerza en el inquietante escenario político, económico e institucional de la ex República. Tanto, que los números nos llevan por unos instantes al inicio de este gobierno que alcanzó el poder con sólo algo más del 20 por ciento de los votos, porcentaje ínfimo pero aceptado dadas las circunstancias que se vivían después que Carlos Menem se etiró de la segunda vuelta elecoral hace casi diez años. A partir de entonces, el kirchnerismo inició un ciclo ascendente que hoy sigue el camino inverso y, siempre de acuerdo con el aporte de Management & Feed, la opinión de la ciudadanía respecto de si reemplazaría al actual gobierno, registra un porcentaje del 70 por ciento. Aplastante. Por más vueltas que se le de, este fatídico número permite decir que se hace muy difícil gobernar cuando se lo tiene sobre las espaldas, sobre todo porque facilita las disidencias internas, la aparición de deserciones que antes eran impensadas aunque corran paralelas con maniobras no excentas de inteligencia y audacia (por ejemplo, haber cooptado al flamante gobernador de San Luis, pese a que los Rodriguez Sáa no perdieron el control interno y colocaron a la provincia en un lugar prominente como buena administración). Quienes ayer vieron a Cristina con sus característicos gestos hablar una vez más por la cadena de radio y televisión, pudieron comprender que su rostro demacrado y la disminución de su reconocida capacidad de oratoria, tenía una directa relación con los números que ni la frondosa imaginación de Braga Menéndez podrá modificar, pese a su reconocida predisposición a explicar lo inexplicable. En síntesis, las fichas caen en su lugar y pueden dar respuestas a tantos dimes y diretes que circulan por todas partes. Sin embargo, hay otro factor que surge de un estudio menudo de los cuadros que ofrecen lo que comentamos. Se trata nada más y nada menos que de la inexistencia de una oposición creíble para los ciudadanos, pues las críticas, abarcativas, demuestran que tampoco existen espectativas favorables para la oposición. Es decir - con pocas palabras - que el arco de representación política se muestra prácticamente huérfano y apartado de esperanzadas soluciones. No es necesario reflexionar mucho para llegar a conclusiones alarmantes sobre el futuro argentino y así podemos llegar con facilidad al título que hemos elegido para nuestro análisis de hoy. Si hay descontento progresivo ante la marcha del gobierno, igualmente hay otro descontento con relación a un posible y normal reemplazo. El asunto - por así llamarlo - es de una tremenda importancia que no requiere de explicaciones y muestra la hondura de una crisis que se ha comido a los partidos políticos y que además -y esto es más trascendente todavía - hizo sucumbir a las instituciones de la mano de los actuales gobernantes. Deberíamos acotar que se trata de una situación virtualmente inédita y peligrosa - en nuestros escritos hemos utilizado hasta el cansancio este último vocablo - que convoca al ejercicio de una responsablidad que parece haber desaparecido. Al menos, que se ha angostado lo suficiente como para reparar en ella con la facilidad que merece. Sólo a titulo ilustrativo vamos a remitirnos por un instante a la fotografía que ilustra este artículo: fuerzas de seguridad y policiales ubicadas detrás de un largo cartel con el que piden disculpas a la población que paga sus impuestos, por la huelga con que se manifiestan para obteer una respuesta a sus reclamos. Si a esto le agregamos el desborde del delito, la justicia convertida en una miasma de prevaricación con las debidas excepciones que confirman la regla, la caída más allá de lo tolerables de las reservas del Banco Central, las mentiras deslizadas una a una desde el poder, un funcionario de la jerarquía del vicepresidente de la Nación convertido en un sonriente y sobrador receptor de denuncias escandalosas, el reclutamiento en las cárceles de grupos para defender al oficialismo de enemigos desconocidos o para decirlo más claramente, para atacar a quienes no trepidan en disentir con lo que ocurre, además de los intentos por politizar a los alumnos de las escuelas y colegios, llegamos a la conclusión de que la inexistencia de instituciones válidas exime a las actuales autoridades de proponer reformas constitucionales, modificar códigos y leyes y hacer designaciones que recaen en personas de dudosos antecedentes y nulas capacidades para ejercer los cargos para los que se los llama. Si hasta surgen dudas y certezas con relación a los miembros de la Suprema Corte, llegamos a la conclusión de que hay que hacer un alto en el camino, desarrollar un severo acto de instrospección e intentar un soluciones de fondo que permitan, nada más y nada menos, que establecer una verdadera democracia y salvar la unidad territorialo de la Argentina. Los vacíos políticos jamás persisten, son poco duraderos y por insistir en la palabra cuestionante, vamos a repetirla: son peligrosos.

martes, 28 de agosto de 2012

UNIÓN

Señor Director: Aprietes, violaciones a las garantías individuales, restricciones a la libertad de prensa, confiscaciones, proyectos que amenazan el derecho de propiedad, funcionarios vinculados a casos de corrupción que no son seriamente investigados y un sinfín de situaciones que están haciendo de este país un verdadero infierno. Algunos sostienen que sería imposible un acuerdo con Macri otros en nombre de la honestidad dicen que no se unirán jamás con otros corruptos, también criticarán recordando lo que pasó con la Alianza pero por la gravísima situación que vive la Argentina ruego a la oposición que deje de lado sus egoismos y por favor realice un acto de solidaridad por salvar a la Argentina de este dramático momento en el que está sumida. Nada será peor que lo que estamos viviendo, ni para la Democracia, ni para la República, ni para la Independencia de los Poderes ni para la vigencia de la Constitución Nacional que la continuidad de este mal llamado "Modelo" que no es otra cosa que un populismo incoherente sin ningún tipo de ideología, salvo la de acumular riquezas para quienes ostentan el poder. Señores que integran la oposición les ruego que dejen de lado ambiciones personales y se ordenen todos en pos de un par de políticas de estado a seguir y se unan para competir todos juntos y con un verdadero proyecto de "Modelo" que de una vez por todas ponga a la Argentina en un lugar de elite y no junto a las repúbliquetas que no son consideradas por nadie coherente en el mundo entero. Alejandro Olmedo Zumarán. olmedozumaran@hotmail,com

lunes, 27 de agosto de 2012

INDIFERENCIA

Más indiferencia que pasión por Alberto Medina Méndez albertomedinamendez@gmail.com La democracia electoral, así como se la conoce, muestra gente “optando” de tanto en tanto, seleccionando a quien delegará la responsabilidad de administrar la cosa pública. En ese acto comicial, la sociedad toda tiene la alternativa de elegir a sus representantes. Pese a que quienes triunfan, se llenan la boca, hablando, con escasa humildad de su legitimidad y de ufanarse de que han sido elegidos por sus talentos e inteligencia, la realidad es un bastante más compleja. Existe una matriz, que no deja mucho lugar a dudas. Los más, sienten indiferencia en el sentido amplio, mientras que pocos se movilizan por pasión. Esta afirmación no surge de suposiciones sino de lo que muestran los estudios sociológicos más serios y los mismos procesos eleccionarios. No se trata solo del presente sino de lo que muestra la historia. Mucha gente, pese a la obligatoriedad legal de votar, desiste de hacerlo. Reina en ellos el descreimiento, la falta de interés y cierto rechazo a sistema expresado de ese modo. Algunos otros por temor a las eventuales represalias formales eligen participar pero expresan su visión negativa mediante el voto en blanco como un modo distinto de manifestar su desagrado con todos. Pero ninguno de esos grupos son necesariamente los más numerosos. En realidad, la mayoría de la sociedad termina concurriendo a la convocatoria de la democracia, participando del acto electoral. Sin embargo allí no se destacan en cuantía los partidarios, esos que se encuentran enrolados en las filas de la política, ni tampoco los que tienen intereses concretos vinculados al poder por los beneficios que perciben de él, o por los que eventualmente empezaran a recibir en el futuro a partir de promesas de campaña. Del lado de los que pretenden llegar al poder pasa algo parecido. Estarán los que aspiran a recibir. Esos son los menos. Los más son los que en las encuestas aparecen apoyando a unos u otros, pero sin convicción, los que contestan sobre la imagen de los candidatos en el casillero “regular”. Se trata de ciudadanos independientes desde lo partidario, preocupados por los problemas reales. No los moviliza un interés directo con la política. Sus ingresos económicos no se derivan de ello en forma lineal, ni tampoco dependen de la continuidad de un partido o la llegada de otro. Ellos “optan” no eligen. No están convencidos de casi nada. Ningún candidato los entusiasma ni seduce. Solo se ven encerrados en la disyuntiva de elegir el mal menor. Ni siquiera adhieren a sus ideas o proyectos, y terminan votándolo solo porque al otro rechazan de plano. Pero hay que entender que esto es una consecuencia y no una causa, que sucede por un sinfín de hechos que los enfrentan a ese falso dilema. El sistema electoral encierra con sus trampas, que han sido construidas justamente por quienes pretenden ser elegidos. Saben que no podrían triunfar en un sistema transparente, donde ganen los mejores, los más honestos y con mejores ideas, por eso ponen restricciones para impedir que nuevos partidos o personas en forma individual puedan postularse. Como todo sistema que pretende convertirse en monopólico la estrategia está en entorpecer el acceso a los competidores. Para eso existen barreras legales, desde la que fija requisitos para constituir partidos a esa que dice que solo los partidos políticos pueden postular personas, y que ningún ciudadano a título personal puede hacerlo. De ese modo, solo los que tienen estructuras partidarias, aunque estos no sean tales sino solo licencias, “sellos” como se dice en la jerga política, pueden proponer candidatos. Claro está que es el mismo Estado, la misma corporación política la que establece el régimen de autorización de partidos y también los que establecen requisitos cada vez más complejos de cumplimentar. La idea es que los que están juegan y los que no están no deben ingresar, para poder repartir el poder entre los cómplices que forman parte del presente. Los que gobiernan, de un lado y de otro, manejan las reglas y son los encargados de que nadie las vulnere. Si algún personaje extra sistema les interesa para recolectar votos, lo convocan, pero siempre son ellos los que mantienen el control, desde el partido, el sello legal, la herramienta política. Ellos especulan con la abulia ciudadana, saben que lo difícil espanta, que lo que parece complejo invita a no dar la batalla, siempre bajo la esperanza de que en el próximo turno electoral, tan próximo en términos relativos surgirá mágicamente alguien que permita aferrarse a la esperanza. Eso no sucederá. La corporación propondrá mediocres, de eso se trata. De un lado y otro solo piensan en repartirse los bienes de la sociedad y administrar su patrimonio económico y moral. Pero no todo es negativo. La descripción es dura, probablemente muy cercana a la realidad. Solo no hay que engañarse y dar paso a una decisión importante. Es tiempo de establecer si se está realmente dispuesto a jugar con sus reglas, con alto riesgo de ser derrotados bajo la maraña jurídica que ellos conocen mejor que nadie, o aportar lo mejor, desde cada lugar para cambiar la inercia social que nos trajo hasta acá. Es un camino intrincado, esforzado con un horizonte de pocas certezas y probablemente bajas chances de ganar. Pero a la luz de los acontecimientos, tal vez sea bueno analizar concretamente esta exigua posibilidad. Ellos solo triunfan porque manipulan las reglas, aprovechan la apatía ciudadana y disponen de los recursos del Estado para impedir cualquier reacción cívica electoral. Conociendo sus fortalezas, asumiendo las debilidades y aceptando lo difícil del desafío, tal vez se deba intentar, siempre sabiendo que ellos no enamoran a muchos más que los que sacan tajada del resultado y que millones de ciudadanos solo optan por ellos por falta de alternativas y no porque se vean liderados por esos personajes o les entusiasmen sus ideas. Allí existe una oportunidad. Para los que entienden que no vale la pena, tal vez haya que tomar nota que en este sendero, vamos camino a perderlo todo, hoy los recursos económicos, luego la dignidad, y de a poco la libertad. Es el resultado esperable de asumir cada acto comicial con más indiferencia que pasión.

AUTÓMATAS

DIPUTADOS:"UNA PODEROSA LEGIÓN DE AUTÓMATAS..." REALMENTE PREOCUPANTE…..¿HASTA CUANDO? Lo ocurrido en la última sesión de la Cámara de Diputados fue grave, fue objetivamente grave. El gobierno nos está cocinando a fuego lento y se observa una preocupante falta de reacción ciudadana. Es cierto también que desde la oposición ofrecemos una visión desalentadora en cuanto a la construcción de una “alternativa competitiva” al régimen que hoy gobierna. Cada vez esta mas en juego la libertad, la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos. Hoy se admiten como “casi normales” decisiones del gobierno que hasta poco nos hubieran irritado sobremanera. El populismo que hoy gobierna inocula veneno en nuestra sociedad en pequeñas dosis todos los días, separando, dividiendo, generando un destructivo resentimiento en todos los sectores sociales. Pero paralelamente desatiende la educación pública, la salud pública, y la infraestructura, condenándonos como sociedad a quedar fuera del mundo, y con eso, marginar a los sectores más humildes a la inmovilidad social. Lo que sucede es más grave de lo que imaginamos. Debemos comprometernos, cada uno desde su lugar, en poner frenos al avasallamiento y la intolerancia. A continuación, les envío mi intervención en la última sesión de la Cámara, sobre el tema Expropiación Ciccone, por si es del interés de ustedes. Si coinciden, pido reenvíen. Un abrazo. Omar Bruno De Marchi - Diputado 2009/2013 por Mendoza - Demócrata de Mendoza - odemarchi@diputados.gov.ar INTERVENCIÓNDIPUTADO OMAR DE MARCHI Expropiación Ciccone SESIÓN Día 23 de agosto de 2012 H. CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN Sr. De Marchi.- Señor presidente: da la sensación de que lo que hoy estamos debatiendo aquí es la expropiación de una empresa en la Argentina. Si esto fuera todo, no debería generarnos mayor sorpresa, toda vez que este gobierno –como observamos a diario- ha transformado las excepciones en regla. Por ejemplo, para el Poder Ejecutivo las reglas son los decretos de necesidad y urgencia, la violación permanente de los contratos, silenciar por la coerción a los medios de prensa independientes, malgastar la plata de los jubilados, transformar al Banco Central en una oficina del Ministerio de Economía y a su vez haber transformado a este ministerio en la sala de espera de la Secretaría de Comercio, presionar a los jueces para evitar la justicia, apartar a los fiscales para evitar las investigaciones ‑este tema es evidente testigo de lo que digo-, y finalmente la regla es expropiar empresas para ponerlas al servicio de vaya a saber qué intereses. O sea que la novedad no es en definitiva que el gobierno venga a la carga por otra empresa, sino que lo novedoso en este caso es que se utiliza una figura de excepción como es la expropiación para esconder delitos. Por eso decimos que el tema de hoy no es la expropiación de Ciccone. Si tuviéramos que ponerle título a esta sesión, sería algo así como, por ejemplo, “Salvar a Boudou es salvar a la Patria”. Es a cualquier costo, como venga, como sea, y esto sí es lo que verdaderamente sorprende, porque ni siquiera se ocupan ya de cuidar las formas. En otros tiempos, no hace mucho quizás, hubieran al menos guionado este tema, hubieran desarrollado argumentos ante los medios para que aunque sea aparezcan como simulando estar apegados a la ley. Hoy ni siquiera les interesan las formas, los modales ni nada. Ayer con estupor escuchamos a una señora diputada en la comisión expresar claramente, y con toda frescura, que no querían dar explicaciones y tampoco querían que las dé el vicepresidente, porque “esta ley ya está aprobada”. Esto desnuda indudablemente la estrategia del gobierno: terminar con el tema Boudou, a cualquier costo, como sea, porque sin duda cualquier costo en estas condiciones siempre será menor a presenciar el vergonzante proceso judicial de un vicepresidente sospechado de corrupción. Esa es la lógica. En otros años, queridos amigos –y está muy bien el que amigo Kunkel esté atento escuchando‑ se cometían muchos delitos y hasta se mataba gente en nombre de causas pretendidamente revolucionarias, se secuestraba gente para que con los fondos de un rescate, aunque impuro por supuesto, se sostuvieran los esfuerzos económicos de una lucha clandestina imaginada por sus jefes como luchas épicas, libertadoras e impregnadas, desde luego, de valores e ideales que, por supuesto, no comparto ni justifico ni pretendo tampoco hacer apología del delito, pero hay que destacar que al menos la finalidad de esos delitos desprendía un perfume de trascendencia para quienes los ejecutaban. Muchos de los aquí presentes eran clandestinos en esos tiempos. Había pasión y odio, había compañeros y cipayos, había patria y había colonia. Hoy se delinque ya no desde la clandestinidad, se delinque desde las más altas esferas del poder y no por fines épicos y trascendentes. Se delinque para comprar departamentos en Puerto Madero, para comprar poderosas motos y pasearse impunemente por todos lados, para ostentar favores hechos a los amigos. ¿Qué nos quiere hacer creer? ¿Hoy pretenden convencernos de que Ciccone es patria? ¿Que Boudou es la bandera nacional y popular como símbolo de la lucha contra el imperio? Ya está bueno, ya es bastante, ya es mucho. ¿Hasta dónde piensan llegar? No se olviden de que las construcciones levantadas sobre barro caen rápidamente. Creo que lo que el señor vicepresidente tiene que hacer es honrar la institución que él preside, frente a tanto respeto que se pide. Debe someterse sin dobleces a la Justicia. ¿Por qué la evade? ¿Se puede creer acaso que Boudou no tiene nada que ver con Ciccone? Pido que levanten la mano quienes creen que Boudou es inocente. Bien, Kunkel, usted sí que es un soldado obsecuente y obediente, el único. ¡Qué solo que está Boudou! Están tirando demasiado de la cuerda. No crean que la impunidad que otorga el fugaz paso por el Poder Ejecutivo es permanente. Tarde o temprano estos hechos van a ser juzgados. El poder puede convencer a algunos periodistas para que hablen de otra cosa o edulcoren la realidad, a cambio de unos pocos pesos. El poder puede convencer a muchos gobernadores para que aun a costa de traicionar a su pueblo se someten al discurso único a cambio de una “partidita”, aunque sea para poder pagar sueldos. El poder puede convencer a muchos sindicatos para que aun traicionando a sus trabajadores simulen que todo está bien y exijan aumentos del Indec y no los del supermercado. El poder también puede convencer a muchos de ustedes para que voten en un sentido u otro, pero de lo que sí estoy absolutamente seguro es que el poder jamás podrá convencer a sus propias conciencias. Detrás de esta cerrada defensa que ustedes hoy están ejerciendo no hay épica, no hay gloria, no hay trascendencia. Sólo están escondiendo a un pobre hombre que ha utilizado su cargo para enriquecerse, tan chiquito como eso, es el pequeño objetivo que ustedes están defendiendo aquí. Marcos Aguinis escribió en una columna para uno de los pocos diarios independientes que aún quedan en la Argentina lo siguiente: “Asombra que tan poca gente ‑primero él y ahora sólo ella- haya conseguido armar una tan poderosa legión de autómatas. Es patético ver cómo gente grande aplaude y sonríe ante el mínimo gesto de la presidenta mientras actúa por cadena nacional.” Por último, a esta altura les pido que no se ocupen de contestarme; más bien quisiera que ocuparan ese tiempo en decirnos claramente –no se escondan en el anonimato de las acciones- de quién es Ciccone, de quién es la Compañía de Valores Sudamericana, quién es The Old Found, quién es Tierras International Investments, quién es Vandenbroele y, finalmente, contesten, si es que pueden, quién es Amado Boudou. (Aplausos.) Sr. Presidente (Domínguez).- Orden por favor.

domingo, 26 de agosto de 2012

LA CAMA

La Cama está Hecha “Se promulgan demasiadas leyes, se dan demasiado pocos ejemplos”. Saint Just Una vez más, como he hecho con otros libros que considero fundamentales, me permito recomendarle “El Emperador”, de Ryszard Kapuściński (Anagrama, 2008), un reportaje breve que el genial periodista polaco realizó a quienes sobrevivieron al final del reinado y al derrocamiento del Rey de Reyes, Haile Selassie, en Etiopía. Esta sugerencia, como no podía ser menos, se debe al enorme parecido que los métodos de ese prolongado período tienen con nuestra Argentina cristinista; para verlo, bastará con cambiar el sexo del personaje y, eventualmente, la ubicación geográfica, pero ésta no tiene ninguna importancia. Tal como vine anunciando desde hace varias notas, el Gobierno y sus ideólogos, haciendo caso omiso del fracaso mundial de esas políticas y de esas filosofías, pretende cambiar nuestro estilo de vida de raíz, modificando el Código Civil y la Constitución Nacional para que acompañen y legalicen el camino hacia el “socialismo del siglo XXI”, que ayer mismo sufrió un golpe fuertísimo con la explosión de la destilería venezolana, debida tanto a la planificación stalinista como a la falta de mantenimiento que las expropiaciones del tirano Hugo Chávez Frías han transformado en habitual en las empresas estatizadas. Si bien es cierto que el “modelo” no tiene un candidato alternativo a la viuda de Kirchner, lo real es que el tema de la re-reelección es una cortina de humo para que la sociedad se engañe, se encandile ante la cuestión, y no se detenga a discutir lo fundamental, es decir, la confirmación constitucional del centralismo unitario, el avance del estatismo y la simétrica limitación a las libertades individuales. La generalizada indignación que levantaron las declaraciones de los inefables Alak y Anímal Fernández respecto a la apertura de los countries -¿cuánto bajó el precio de esos inmuebles ese día?- se ha visto justificada por el proyecto que anida en las metas del Ministerio de Planificación de imponer las necesidades del Estado sobre el derecho de propiedad. Si la reforma de la Carta Magna se aprueba, ¿no es razonable pensar que, en algún momento, se nos obligará a compartir nuestras viviendas, como sucedía en la Rusia comunista? Las experiencias de la Ley de Medios, de Aerolíneas Argentinas, de la propia YPF que, convertidas en leyes por el infantilismo o la comprada complicidad de algunos de nuestros representantes legislativos, luego desnudaron las verdaderas intenciones de la Casa Rosada, no impidieron que diputados y senadores supuestamente opositores levantaran la mano para acompañar al Gobierno en su esfuerzo por proteger a Guita-rrita y sus amigos o, con una pretensión “ponciopilatesca”, se fueran al baño a la hora de votar. Hubo hasta quien, a los gritos, denunció las maniobras de cobertura del Vicepresidente que doña Cristina había mandando realizar y, acto seguido, votó a favor de la confiscación. Estos “idiotas útiles” no han leído, obviamente, las sabias reflexiones de José Enrique Miguens, que volcó en su artículo “Darse cuenta”, que no me cansaré de recomendar y ofrecer a quien lo pida. Que ese debate legislativo, insólitamente presidido en el Senado por la pétrea sonrisa del imputado, ha hecho mella en el ánimo de su protectora es ya un secreto a voces. Ayer, el diario Perfil, que no puede ser imputado de integrar la “corpo” de Magnetto, lo puso en blanco sobre negro, al anunciar que el sanatorio Fleni, especializado en problemas neurológicos, había sido puesto en alerta a raíz de la lipotimia que, al menos en teoría, afectó a la señora Presidente; esa extraña precaución tendría explicaciones más graves, física e institucionalmente hablando, que un mero bajón de presión. El affaire en cuestión que, por supuesto, no es el mayor –en cuanto a dinero en juego- ni tal vez el más grave caso de corrupción kirchnerista, ha permitido que ésta se haya, finalmente, hecho carne en las preocupaciones de la ciudadanía, ya que su aparición coincidió con la retracción económica, con el incremento de la inseguridad y con la inocultable inflación; es más, la burla y el desprecio por el sentido común que llevaron al Indec a anunciar que se puede comer por seis pesos diarios, produjo tal indignación general que facilitó que este negociado penetrara aún más profundamente en la conciencia de todos. La utilización de la Afip-Dgi como agencia de represión, desnudada en la entrevista telefónica que Nelson Castro hiciera a Eliseo Subiela, sirvió para que muchos aliados de hoy pusieran las barbas en remojo. El afectado director de cine, sin vergüenza alguna, invocó su condición de ex montonero y de aliado del Gobierno para pedir que no se lo persiguiera más, convalidando así que se usara a la agencia recaudadora como arma contra quienes no pudieran exhibir un pasado tan afín. ¡Notable “sincericidio”! Ese mismo sesgo maniqueo de las políticas gubernamentales, que ha colonizado a la Justicia y a todos los organismos de derechos humanos ha sido el causante del silencio y de la insólita ausencia de éstos en el homenaje de los familiares a las víctimas del crimen –nótese que no uso la palabra tragedia- de Once. Las palabras de la madre de uno de los muertos (“a Cristina no le importamos”) y la comprobación de que nada ha cambiado desde febrero, también han incrementado el descontento entre quienes han sido, tradicionalmente, los “fidelizados” clientes del “modelo”. ¡Es que ya el “relato” no resulta suficiente para sostener la fantasía! En medio de tantas desmesuras y de tantas iniquidades, sin embargo, han surgido luces de esperanza respecto al futuro, de la mano de un grupo de legisladores, de distintas procedencias políticas, que han decidido unificar la acción para oponerse al avasallamiento que el Poder Ejecutivo continúa llevando adelante sobre las instituciones de la República. Y varios partidos políticos están encaminándose hacia una posición común de cerrada negativa a la reforma de la Constitución. Es de esperar que ambas iniciativas prosperen y se termine así, por falta de trascendencia hereditaria, esta negra etapa. Pero, tratándose de un proyecto que se mira permanentemente en el espejo de Venezuela, como lo hacen Bolivia, Ecuador y Nicaragua, no debemos hacer oídos sordos al descarnado anuncio que formulara esta semana el gordo papagayo caribeño, cuando predijo que, si la oposición ganara en octubre, habrá guerra civil en su país. Desde mis primeras notas, en el lejano 2005, vengo sosteniendo que a los Kirchner no podríamos sacárnoslos de encima ni siquiera con votos. Los meta-mensajes del Vatayón Militante con las salidas de los presos más peligrosos, los violentos incidentes provocados en Córdoba para castigar las posturas independientes de De la Sota y su foto con Macri, la omnipresencia de la Tupac Amaru en el Noroeste argentino y las huestes que están formando Pérsico y D’Elía, confirman esta opinión, ya que son piezas importantes del proyecto de constituir milicias populares que, al mejor estilo chavista, desalienten y enfrenten la protesta, aún cuando ésta sea pacífica; como sucedió con el acto de Moyano, el retiro de la Policía tenderá a sembrar más miedo aún. Para comprender las razones de estos movimientos, y darles la verosimilitud necesaria, basta con recordar cuánto se juegan, tanto en proyecto político cuanto en patrimonio y libertad, quienes integran el actual elenco gubernamental en los tres poderes del Estado. Es necesario, entonces, que quienes pensamos que otro futuro es posible, que es necesario recuperar la República, juntemos nuestros esfuerzos y nuestras voces, tan dispersas hoy, en un programa de acción común que, a fuerza de número, impida la continuidad de este rumbo ruinoso que el Gobierno pretende que la patria transite. A riesgo de resultar reiterativo, le invito una vez más a unirse a “La Argentina que quiero” (http://tinyurl.com/9r9kn4d), que contiene las propuestas que creo necesarias ese objetivo; cuando seamos suficientes, podremos sentarnos en la mesa de la futura Hora del Pueblo a negociar una plataforma básica común. De usted depende que lo logremos. Es obvio que no basta con protestar en nuestros pequeños círculos individuales -o con escribir para pocos, como yo mismo hago- y que, para poder encarar el futuro con dignidad, con respeto, con paz, con salud, con educación, con seguridad, todos y cada uno resultamos imprescindibles. Debemos impedir que el Gobierno nos imponga el silencio del miedo y nos obligue a dormir en la cama que ha tendido. Debemos defender nuestras creencias y, sobre todo, nuestra libertad, hoy tan comprometida. Bs.As., 26 Ago 12 Enrique Guillermo Avogadro

LIPOTIMIA

LA LIPOTIMIA DE CFK Esconde el Gobierno un grave caso de estrés de la Presidenta En el gabinete crece la preocupación por la salud de Cristina. Ayer, en el sur, el vicepresidente Boudou pidió que la cuiden. Fleni intentó desmentir una nota de PERFIL, que este diario ratifica. Por Fernando Oz 26/08/12 - 03:55 Esconde el Gobierno un grave caso de estrés de la Presidenta Llamada. El jueves a las 21 desde Presidencia se solicitó una habitación. CFK se mostró el viernes, pero no viajó al sur como preveía. La repetición de casos de lipotimia de Cristina Fernández de Kirchner comienza a preocupar a sus colaboradores, creen que la Presidenta podría presentar un caso de estrés. Suena lógico teniendo en cuenta la cantidad de horas de trabajo, la presión, y la pasión con la que encara cada cosa. El viernes, luego de dos días de reposo, la mandataria volvió a mostrarse en un acto público en la Casa de Gobierno con el fin de rendir homenaje por los 179 años del alzamiento de Antonio “El Gaucho” Rivero en las Islas Malvinas. Pero hay una segunda lectura, y la hacen en el propio entorno presidencial, que es corta y sencilla: “Hay que mostrar una Cristina fuerte”. “Los adelantados”, ese grupo de la custodia presidencial que llega a todos lados, antes de que lo haga la comitiva oficial para vigilar que esté todo en orden, se enteraron en Santa Cruz que Cristina no iba a participar el viernes en un acto en la localidad de Piedrabuena, a unos 240 kilómetros de Río Gallegos. Hasta allí iba a llegar para un acto por la fundación de esa ciudad y donde tenía pensado hablar sobre la política energética y la construcción de dos represas en el área. En su lugar fue el vicepresidente Amado Boudou que aprovechó la banda de música del Regimiento de Granaderos a Caballo para cantar Arde la Ciudad, del grupo musical La Mancha de Rolando. Los uniformados también habían sido convocados para el acto en el que tendría que haber estado Cristina. Durante éste, antes de cantar con los Granaderos, Boudou pidió “cuidar este modelo, y a la Presidenta para que muchos años más, ella siga al frente de los argentinos”. Tal vez, el vicepresidente leyó el manual que difunden por estos días algunos sectores del oficialismo que buscan instalar una reforma constitucional que contemple la re-reelección indefinida presidencial. Pero también es posible, como ya sucedió en otras ocasiones, que el subconsciente haya traicionado al imputado vicepresidente. ¿Boudou se refería a la salud de Cristina? ¿Había algo que lo preocupaba además de la causa de la ex Ciccone? Lo cierto es que para el kirchnerismo la salud presidencial es un secreto de Estado, postura que se demostró con el ex presidente Néstor Kirchner. Habrían sido los integrantes de la Unidad Médica Presidencial (UMP) quienes recomendaron que la mandataria no viajara y extendiera sus horas de descanso. “La hipotensión arterial suele ser un signo físico que muy pocas veces traduce una enfermedad grave o implica un alto riesgo”, explicó Daniel Flichtentrei, médico cardiólogo, director de editorial Intramed. Y agrega que “con las condiciones predisponentes muchas situaciones pueden operar como gatillos o desencadenantes. Las más frecuentes son las que producen agotamiento físico o mental”. En su edición de ayer, PERFIL publicó que el jueves, cerca de las 21, médicos de la Clínica Fleni de Belgrano recibieron la orden de reservar una habitación para la Presidenta. Los enfermeros prepararon un despliegue para la ocasión, pero todo quedó en la nada. Dos fuentes habían coincidido con el mismo relato. Además, PERFIL se comunicó con la encargada de prensa de Fleni, Carolina Frade, para que confirme o desmienta la información: “No estoy al tanto de que hayan pedido una habitación, pero si lo supiera no lo diría”. Así fue la respuesta. Ayer el director médico de la fundación Fleni, Claudio Pensa, envió un escueto comunicado en el que la prestigiosa clínica “desmiente que se haya recibido una solicitud de reserva de habitación en el Instituto para la Sra. Presidenta de la Nación Dra. Cristina Fernández de Kirchner, como asevera la publicación realizada por el diario Perfil en el día de la fecha”. La lipotimia no es grave, aseguran los médicos consultados por PERFIL, pero puede conducir a desmayos como consecuencia de una breve pérdida del suficiente oxígeno que debe llegar al cerebro por una leve disminución del aporte sanguíneo. Una seguidilla de casos enciende una alarma; el estrés primero y los problemas cardíacos después, aunque en este último caso se da sólo en el cinco por ciento de los casos. El doctor Luis Buonomo es el director de la UMP y amigo personal de la familia Kirchner desde hace años, él sabe que desde hace tiempo la baja presión de la Presidenta dejó de ser una cuestión del verano y pasó a convertirse en su talón de Aquiles.

sábado, 25 de agosto de 2012

DOS PATRIAS

LAMENTABLE...!!!!...pero es una realidad... SOMOS DOS PATRIAS ENFRENTADAS Para leer de punta a punta. Los puntos sobre las íes. Su autora es Andrea Palomas Alarcón. Decididamente no soy compatriota de Hebe de Bonafini, ni de Estela de Carlotto. Es algo que he descubierto, que pertenecemos a distintos países. No sólo pensamos distinto, somos de países extranjeros. Tampoco soy compatriota de Garré ni de Verbitsky. No canto el mismo himno que Lubertino, ni mi bandera es el trapo colorado que pusieron en el mástil de la ESMA,cuando las tropas de ocupación de los Kirchner convirtieron esa casa de estudios en una quermese de la mediamemoria. Toda esta gente no pertenece a mi Patria. Los padres de mi Patria no son Rodolfo Walsh ni Mario Santucho. Mis próceres no son el Che Guevara ni Azucena Villaflor. No me importa cuántas calles, estaciones de trenes o plazas llamen con sus nombres. El padre de mi Patria es José de San Martín, al que le quitaron la guardia de honor de Granaderos que custodiaba la casa donde nació. Los héroes de mi patria son el Capitán Pedro Edgardo Giachino a quien le bajaron el cuadrito un grupo de concejales alcahuetes de Mar del Plata; Belgrano, que es general y no doctor, porque con las armas ayudó a forjar esta Nación y no con el código civil. Tampoco el código civil que quieren inventar es el de mi patria, ni el matrimonio entre personas del mismo sexo es una institución que yo respete. Sus instituciones no son las mías. El INADI no me representa porque "Betty" puede decir lo que le venga en gana de la Iglesia de Cristo... porque es judía... pero un católico no puede sugerir nada parecido sobre el judaísmo sin recibir una sanción. Al fin de cuentas, los católicos estamos para el cachetazo, lo afirma el Evangelio. Un preso político no puede estudiar en la cárcel debido a que un profesorucho lastimoso se niega a darle clases y a eso lo llama el INADI "objeción de conciencia". Eso no es discriminación para las instituciones de la patria extranjera pero una funcionaria del Registro Civil no se puede negar a casar a dos homosexuales por objeción de conciencia porque es discriminatorio, ni un médico a hacer un aborto, porque pierde su trabajo. Digámoslo de una vez, somos dos países distintos viviendo en un mismo territorio. Dos países que a esta altura entiendo irreconciliables, que se alejan más y más y cada día tenemos menos que ver uno con el otro. La pregunta es: vamos a hacer algo al respecto? Porque el trapo colorado nunca va a ser mi bandera ni el Che Guevara el padre de mi Patria. Nunca voy a aceptar sus banderas, sus próceres, ni sus instituciones, y el enfrentamiento se volverá cada día peor. Qué se hace cuando un grupo de la población es enemigo de otro? Cuando no nos dejan vivir según nuestras creencias y quieren forzarnos a vivir según las de ellos. Se divide el país? La secesión es la respuesta? Que hicieron otros países? Alemania, por ejemplo, hizo un muro y listo, no se vieron las caras durante cuarenta años hasta que una de las patrias desapareció, producto de la realidad inclemente que todo lo nivela. ¿Es esa la respuesta? ¿Tendremos que levantar un muro? ¿Podremos sacarnos de encima la población que no pertenece a nuestra Patria? Se irán de nuestro país o tendremos que irnos nosotros? ¿Nos los sacaremos de encima pacíficamente o tendremos que pelear? ¿Es que estos tipos nunca tuvieron un trabajo genuino y su patria es una ficción que parasita la nuestra. Acaso alguien en la Cámpora puede distinguir un trigal de un campo de soja? Lo dudo. ¿Aceptarán pacíficamente que además de cacarear tienen que sembrar la tierra? ¿O tendremos que blandir el sable para explicarles que no somos el combustible de su vida fácil? LA PATRIA, DULCE SUEÑO. Despierto como de un dulce sueño y recuerdo los actos de la escuela "Nuestra bandera es blanca y celeste...como el cielo que hizo el Señor...es la bandera más linda del mundo...porque la alumbra el sol del amor...". Ahora se que algunos de mis contemporáneos tenían otra bandera, que el Señor era para ellos una imposición patriarcal y el amor un prejuicio burgués, cuando no una neurosis. Los adivino apretando los puños cuando oían sobre las glorias de San Martín, del altruismo y el valor de nuestros próceres, del sacrificio de los jujeños en su éxodo hacia Tucumán, de nuestros mártires en el Monte Tucumano peleando contra la guerrilla, de Güemes y su hermana Macacha, la visión de Roca hacia el desierto y de los extranjeros como Liniers o Brown que se enamoraron de esta Patria en expectativa, cuando no era más que un sueño de libertad. Ahora se que alguno de los que creía mis compatriotas rechinaban los dientes esperando su turno en el poder para exponer la otra patria al mundo. Ahora que se han sacado la careta, debemos preguntarnos TODOS, los de una y otra patria... qué vamos a hacer al respecto?

LA RE RE

Lipotimia vs. Re-reelección El jueves 23/08 algo pasó, cerca de las 21:00, médicos de la Clínica Fleni de Belgrano recibieron la orden de reservar una habitación para la Presidente de la Nación. Los enfermeros prepararon un despliegue para la ocasión, pero todo quedó en la nada. La información fue confirmada al bisemanario Diario Perfil por dos fuentes de Fleni. El dato contrasta con los anhelo de re-reelección que expresan los militantes clientelares del Frente para la Victoria aunque no (todavía) Cristina Fernández. Ese contraste lo expresa el columnista: Primeros auxilios para un caso de lipotimia. por ROBERTO GARCÍA CIUDAD DE BUENOS AIRES (Diario Perfil). "Si me la piden, la sacamos. Con un poco de billetera, claro.” Crudamente, un peronista kirchnerista de la Cámara de Diputados confesaba la feliz travesía de la reforma constitucional para llegar a buen puerto, antes de las elecciones del año próximo, siempre y cuando bajara la orden desde la Casa Rosada. “No hay que esperar a los comicios de 2013, a conseguir resultados más ventajosos para intentarlo: los votos ya están hoy, aunque parezca que no dan los números”, añade. Y completa con un dato: tampoco Carlos Menem, en su momento, tenía los dos tercios para promover la reelección, pero como algunas voluntades ajenas estaban aseguradas –basta ver ahora los que fueron al baño con la expropiación de Ciccone y la expiación de Amado Boudou– no había forma de parar la iniciativa y a Raúl Alfonsín no le quedó, en apariencia, otra alternativa que doblegarse y cederle un nuevo mandato. Mejor que pareciera un pacto y no un robo fue la excusa para justificar un error monumental. Parte de un “relato”, sin duda, si uno no desea entrar en otras consideraciones menos infantiles. Optimismo total entonces para diputados dentro del oficialismo (recordar que algunos legisladores saldrán de la política al vencer sus ciclos y, como suele decirse, procuran una indemnización), nadie discute a su vez la consagración obvia en el Senado por posición dominante siempre y cuando se dispare la orden desde la Casa Rosada para el trámite de la reforma. Así se expresan algunos conocedores del enjuague parlamentario. Para reforzar tibios en la Cámara alta, además, se especula que hasta podría haber una carta firmada por gobernadores alentando la re-reelección de CFK y la imperiosa conveniencia del Estado para modificar, agregar y podar derechos y obligaciones según los intereses partidarios. Hay quien especula que esa carta de fe cristinista podría ser encabezada por Daniel Scioli, al menos es el requerimiento que temen en su entorno bonaerense. O no fue él, dirán como pregunta los cristinistas, quien anticipó su intención de ser candidato presidencial siempre y cuando la mandataria no expresara su propósito de continuarse a sí misma. Ella, además del silencio, lo mantiene distante al gobernador: fue obligado el comentario en la Bolsa, entre los asistentes vip al último encuentro, que a Scioli lo mudaron de silla por instrucción de la Presidenta, estuvo parca en exceso con él en el saludo mientras curiosamente desplegaba una simpatía transitoria con Mauricio Macri, a quien invitó con humor platense a su cercanía: “Venga para acá que nadie lo va a morder”. Tan dulzón como efímero el respiro de la dama. Al abundar las declaraciones sobre el proyecto Cristina eterna, al cual repentina y sospechosamente se subieron intendentes, gobernadores y más de un seguidor original caracterizado por la reserva (el senador Marcelo Fuentes, por ejemplo), distintos políticos de la oposición, hasta ahora perdidos en el desierto, encontraron para protestar un refugio y una brújula presunta. Y una razón para reunirse. A pesar, incluso, de que comparten muchos de los cambios que imagina el Gobierno para la Constitución. Así han empezado deserciones, los reclamos dinerarios de las provincias, las fotografías que nunca se imaginaban (De la Sota-Macri), los encuentros de fracciones diferentes. Y el repaso histórico sobre aquella decisión de Alfonsín que favoreció a Menem con la reforma, cuando prefirió la continuidad de éste en la Presidencia para evitar que llegara a su lugar Eduardo Duhalde, a quien consideraba un aprendiz de fascista. Singularidades de la vida, más tarde se asoció a ese cacique que encerraba en la derecha, cambió de opinión sobre el personaje y juntos se embarcaron en atender una crisis, la de 2001, de la que tampoco habían sido ajenos. Se inició por tanto una campaña casi imprevista, la del “no va más Cristina en 20l5” y la que apresuró el Gobierno con “Cristina para siempre”. Para algunos, hay que mirar el tono con el cual la oposición castigó a Boudou en el caso Ciccone, utilizando casi lenguaje kirchnerista. Más habría que mirar, sin embargo, la prudencia de algunos oficialistas en la defensa del vice, casi perezosos en la protección (como ejemplo, el titular del bloque, Agustín Rossi, quien dedicó casi todo su discurso a tecnicismos de ingeniería o de impresión de billetes sin aludir a la prescindencia supuesta de Boudou en el affaire). Tal vez menos endeble se vuelva la oposición en el caso de que arrastre algún desprendimiento del glaciar cristinista: uno medianamente importante por lo territorial o influencia supondría conmover la hegemonía oficialista, el fin de ciertos sueños. Por el momento, sea por la disponibilidad de caja o el sometimiento jerárquico, nadie vaticina un desguace. Ni mínimo. Pero la política ha adquirido una notable fluidez en los últimos días, tanto que junto a la teoría de “Cristina eterna” florece un justificativo personal: más que seguir en 2015, lo que desea ella es que no se le desfleque y disuelva el poder dos años antes, cuando empiece a regir lo que los norteamericanos llaman “el pato rengo”, esa figura decadente a la cual tanto le temía el finado Néstor. Esa claudicación progresiva, esa pérdida de autoridad, tan común en algunos países, parece que inquieta a la Presidenta. Sea por represalias, enconos o falta de experiencia en la materia en la Argentina. En ese esquema, la re-reelección sería un entretenimiento para la etapa final, una disuasión contra los exaltados, una garantía de que el poder no ingresa en el ocaso dos años antes del final. Aunque se habla de esta eventualidad, como del cansancio de Cristina al frente de la gestión, no se encuentra a ningún cristinista que participe de este criterio. No encaja con el “vamos por todo”.

viernes, 24 de agosto de 2012

COLAPSO

PODRÍA OCURRIR UN COLAPSO MONETARIO La exposición del diputado nacional (Coalición Cívica-Ciudad de Buenos Aires), Alfonso Prat Gay, en el pleno de la Cámara baja resultó muy importante. Él fue presidente del Banco Central, a cargo del rescate de cuasimoneda, entre otras tareas. Conoce en profundidad la relación entre el BCRA y la Casa de Moneda, cuya falencia, en teoría, provocó la expropiación de la ex Ciccone. Su advertencia de que no se ha resuelto nada y de que el colapso monetaria se viene de todos modos, es para tener en cuenta. Aquí el texto completo de Prat Gay, para guardar y leer en algunos meses más, cuando entre la inflación y la mala gestión colapse la impresión de papel moneda en la Argentina K: Discurso del diputado nacional Alfonso Prat Gay en la sesión del miercoles 22/08 sobre la expropiación de la ex Ciccone Calcográfica: Señora presidenta: el diputado Yoma nos recordaba con razón que lo que estamos discutiendo hoy, como dice el artículo 1° de la ley en tratamiento, es la declaración de utilidad pública de la Compañía Sudamericana de Valores. Eso no está en duda. Si nos tomamos el trabajo, quienes lo venimos haciendo, de profundizar la discusión, no es porque no sepamos qué estamos discutiendo sino que queremos saber para qué estamos debatiendo la utilidad pública de la ex Ciccone en este momento. En esa misma línea argumental, si uno ve con honestidad los fundamentos del proyecto del Poder Ejecutivo, en el segundo párrafo se nos dice: “Es primordial para el gobierno nacional continuar recuperando para el Estado capacidades que son estrictamente de su competencia indelegable e insustituible, como es el caso de la emisión de moneda de curso legal.” Me permito decirles a mis colegas y a quienes están escuchando que esta ley no resuelve esta cuestión. Aun antes de adentrarnos en la categoría de la soberanía monetaria, donde creo que hay mucha confusión, me parece que con esta discusión el relato épico del kirchnerismo ha llegado quizás a su punto más ridículo. ¿Por qué digo esto? Utilizando los números mencionados por el miembro informante del oficialismo en el Senado, la Argentina necesita 1.600 millones de billetes nuevos por año –yo creo que es más‑, la Casa de la Moneda tiene una capacidad para producir 800 millones de billetes por año, y el contrato que se ha celebrado entre el Estado Nacional y la ex Ciccone le adjudica a esta empresa la producción de 410 millones de billetes en un año, que –como hemos visto hasta ahora‑ pareciera ser que no llega a tener esa capacidad porque los billetes que salen lo hacen de manera defectuosa. Entonces, aun expropiando toda la empresa en la que existe una máquina que permite la impresión de estos billetes, la capacidad de producción de la Casa de Moneda ampliada por esa máquina de Ciccone –si hago bien los números‑ sería de 1.200.000 billetes por año, con lo cual todavía estaríamos lejos de cumplir con el cometido que se dice perseguir con esta norma. Me permito hacer la siguiente aclaración: soberanía monetaria no es autoabastecimiento de producción de billetes de papel moneda. Soberanía monetaria es moneda sana. Moneda sana significa que los ciudadanos de un país confíen en esa moneda, ahorren en esa moneda y celebren créditos o contratos a largo plazo en esa moneda. Soberanía monetaria es una política monetaria sana. Soberanía monetaria no es, ni por asomo, una inflación anual del 25 por ciento, como tenemos hoy en la Argentina. Si la discusión fuera soberanía monetaria, habría que resolverla en otro lugar. Pero volvamos por un segundo a la ex Ciccone. Siguiendo con el tema de soberanía monetaria, me permito recordar a mis colegas que solamente en dos ocasiones en la historia hizo falta contratar a la ex Ciccone para imprimir papel moneda. Esas dos ocasiones están asociadas a momentos en los que precisamente había falta de soberanía monetaria, inestabilidad monetaria y desconfianza en el peso. Una de esas dos ocasiones es la que conocimos todos a través del escándalo del caso Boudou: se contrató a Ciccone para imprimir 410 millones de billetes. La otra ocasión fue durante el gobierno de la Alianza, con las tristemente célebres cuasi monedas. Hace un rato lo escuchaba al señor diputado Felipe Solá, que en ese momento era gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien se quejaba de la restricción de Ciccone, pero no se quejaba de la restricción de la Constitución Nacional, que impedía a las provincias emitir papel moneda, emitir billetes. Esta es otra discusión. Me gustaría que estuviera aquí presente la miembro informante del oficialismo, que fue funcionaria de la Alianza en ese entonces, cuando se emitían las cuasi monedas, para dar fe de los números que quiero compartir con ustedes: los Bocade de La Rioja, 35 millones de pesos; los bonos CAT, de Catamarca, 59 millones de pesos; el Bono Federal, de Entre Ríos, 260 millones de pesos; y el Patacón, de la provincia de Buenos Aires, 2.703 millones de pesos. Esto hace un total de 3.057 millones de pesos de cuasi monedas emitidas por Ciccone, que en aquella época representaban el 14 por ciento de la circulación monetaria total. El contrato que el gobierno celebró con la ex Ciccone por 410 millones de billetes de cien pesos representa hoy el 17 por ciento de la circulación monetaria total. Vale decir que el desarreglo monetario de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner es aún superior al desarreglo monetario que hubo que atravesar sobre el final de la época de la Alianza. Con esto me permito hacer una reflexión: vamos a tener muchos billetes pero seguiremos sin tener una moneda estable, una moneda sana. Esto nunca había ocurrido antes en la historia, salvo en la época de la Alianza. Me permito recordarles cómo fue que se rescataron esas cuasi monedas durante nuestra gestión en el Banco Central. Se trataba de 7.674 millones de pesos en 13 papeles diferentes de distintas provincias, que en ese entonces representaban el 28 por ciento de la circulación monetaria. Es como si hoy necesitáramos de una Ciccone y media, es decir, 600 millones de billetes, para poder rescatar esas cuasi monedas. ¿Usted recuerda, señora presidenta, que en 2003, cuando rescatamos las cuasi monedas, se hablara de Ciccone, de Boldt, de Vandenbroele, de Boudou o de alguno de ellos? No. ¿Y sabe por qué no lo recuerda señora presidenta? Porque el Banco Central tomó recaudos, porque tenía el papel billete estoqueado, porque la Casa de Moneda tenía la capacidad para imprimir todos esos billetes y porque se gestionaba correctamente la cosa pública. Digo esto porque pareciera ser que en la épica lo que estamos discutiendo es la soberanía monetaria. Lo que estamos discutiendo en la práctica es una pésima gestión que llevó a la Casa de Moneda a no invertir y que gracias a la inflación de este último tiempo saturó por completo la capacidad de Casa de Moneda y también de la ex Ciccone. Lo decía el diputado Pinedo y lo sugerí al diputado Yoma en privado: esto se resolvía comprando dos máquinas. Entonces, yo interpelo a los colegas del oficialismo: el modelo nacional y popular que tiene récord de recaudación que hace un culto de todos los logros de un Estado cada vez más presente, ¿no tiene los recursos ni la capacidad para comprar dos máquinas para imprimir billetes en papel moneda? Hay algo que está mal: el relato o la gestión. Yo creo que están mal las dos cosas. Voy a hacer referencia a la versión taquigráfica del Senado, a la parte en la que habló el miembro informante. Me refiero al miembro informante del Senado porque no encontré demasiado contenido en la explicación del miembro informante de Diputados, pero como pertenecen al mismo partido creo que se aplica la misma cuestión. Nos dice el miembro informante, senador Aníbal Fernández, a lo largo de su exposición: “Los requerimientos para la impresión de billetes pasaron de ser de un promedio de 440 millones a 1.600 millones por año, lo cual es incomprensible.” Es incomprensible solamente para él y para quien cree en el INDEC, debo aclarar yo. “Reitero,...” –dice el senador Fernández- “...se pasó de 440 millones por año a 1.600 millones por año.” Me gustaría que nos preguntemos por qué se pasó a esa cantidad en tan poco tiempo. Yo creo que hay por lo menos tres motivos. El primero es la inflación, el segundo es la pésima gestión de la Casa de Moneda y el tercero es la obstinación del gobierno por negar estos dos fenómenos. Me gustaría explicarles a ustedes algunos números que creo tener a mano para ejemplificar mejor esta cuestión. Insisto, estoy tratando de desentrañar cuál es el para qué de esta cuestión, el qué ya lo conocemos. El para qué no estoy seguro porque con esta ley no vamos a resolver el problema. Por eso es que uno inexorablemente cae en la sospecha de que el para qué de esta ley es rescatar al soldado Amado, no hay otra razón que uno pueda entender que no sea esa. Se nos dice desde el oficialismo que ahora se va a investigar más, que tomamos control de la ex Ciccone. ¿Quién toma control? Lorenzino y Katia Daura. ¿Quién nombró a Lorenzino y a Katia Daura? Amado Boudou. Entonces, los que van a favorecer la investigación en contra del acusado son quienes fueron nombrados por el acusado. Hago un esfuerzo pero créanme que esto me cuesta mucho entenderlo. Les hablaba de los números. El 15 de agosto del 2003 la cantidad de billetes en circulación era de 600 millones, el stock total de billetes en circulación. Al 15 de agosto de 2012, el último dato que tenemos disponible, la cantidad de billetes en circulación es de 3.100 millones de billetes. Vale decir que se ha multiplicado por 5 la necesidad de producción y esto no se aplica en términos nominales porque son billetes físicos y no se aplica en términos nominales porque este gobierno no ha querido seguir nuestro consejo de emitir billetes de mayor denominación. El 89 por ciento de la totalidad de la circulación monetaria está representada por un solo billete, el de mayor denominación. Hay 1.748 millones de billetes de 100 pesos, más de la mitad de la cantidad física de billetes. Esto no es norma en ningún lugar del mundo. ¿Por qué la obstinación de creer que la población se va a dejar llevar por la idea de que si emiten un billete de 200 pesos hay inflación? Ya sabemos que hay inflación y no hace falta esconderlo de esa manera. Yo creo que esa hubiera sido efectivamente la situación. En su momento se nos dijo con YPF que queríamos tener la soberanía energética y el autoabastecimiento de petróleo. Ahora se nos dice que queremos tener el autoabastecimiento de billetes. No lo vamos a tener porque con Ciccone no alcanza y, como bien dijo el diputado Pinedo, más de la mitad del costo de producción de un billete es de bienes importados que nosotros no producimos. Entonces, ¿cuál hubiera sido la solución que tarde o temprano va a haber que tomar inexorablemente porque este proyecto no resuelve el problema, como dije antes? La solución hubiera sido lograr un esquema de inversión en la Casa de Moneda que le permitiera acompañar el aumento en la producción de billetes. Y, segundo, para que esa inversión no sea excesiva, aumentar la denominación de los billetes de máximo valor, para no caer en esta trampa actual donde se nos habla de un Estado que aparece en todos lados, pero que en este tema concreto lo hace como un Estado bobo, rehén de una empresa a cuyos dueños no conocemos, y que efectúa toda esta movida en el Congreso de la Nación para quedarse con una máquina con la que ni siquiera va a resolver la mitad del problema. Esta es la ridiculez que estamos discutiendo. ¿Cuál sería la solución efectiva? Primero y principal, bajar la inflación. Por supuesto que para disminuirla habría que reconocer que existe tal fenómeno. Existen provincias que son conscientes de que hay inflación: Santa Fe, San Luis, Tierra del Fuego y Neuquén; en cambio, otras provincias lo reconocían hasta hace poco, pero tuvieron la instrucción del gobierno nacional de dejar de reconocerlo. La gente ya sabe que la inflación no es del 9 por ciento como dice el INDEC, o que un mes es del 0,8 y otro del 0,9. Como no van a bajar la inflación, la manera de resolverla sería dejando de negarla. Hemos hecho algunos números y tenemos un proyecto de ley que presentamos hace más de un año. Lo consensuamos en la Comisión de Finanzas, cuando yo la presidía, para la emisión de billetes de 200 y 500 pesos. Esa iniciativa contó con dictamen el año pasado, por lo que hemos presentado una nota al actual presidente de la Comisión de Finanzas, quien se ha comprometido a darle tratamiento en la próxima reunión. Por eso invito a los legisladores oficialistas a apoyar esa iniciativa. No crean ni por un segundo que quedándose con las máquinas de Vandenbroele, o de quien fuera, van a resolver el problema, que es mucho más profundo gracias a la pésima gestión de Casa de Moneda y a un modelo económico que tiene como variable de ajuste una inflación del 25 por ciento. Si el Banco Central emitiera billetes de 200 y 500 pesos, y si estableciera que conforme van saliendo de circulación los de 100 se reemplazan por uno de 500, y fijara un esquema para que a medida que se emitan los billetes de 200 y de 500 se reemplacen otros billetes –no todos, porque perderíamos el cambio‑, llegaríamos a la conclusión de que sería necesario producir 750 millones de billetes por año, aun con esta inflación. Si nos hubieran hecho caso hace un año, no estaríamos hablando de los escándalos de Boudou, de Ciccone, de Compañía Sudamericana de Valores, de Vandenbroele o de The Old Fund. O sea, de todos aquellos nombres a cuyos dueños desconocemos. Lamento muchísimo que no nos hayan hecho caso, pero en esta breve alocución no puedo llegar a otra conclusión de que si el problema a resolver fuera, efectivamente, la producción de billetes y la soberanía monetaria, el camino correcto hubiera consistido en comprar dos máquinas y no en expropiar una empresa que está en el centro… Sra. Presidenta (Abdala de Matarazzo).- Concluyó su tiempo, señor diputado. Sr. Prat-Gay.- Termino en treinta segundos, señora presidenta. Estamos hablando de una empresa que está en el centro de la investigación, cuyo principal sospechoso es el vicepresidente de la Nación. (Aplausos.)

martes, 21 de agosto de 2012

LUCHEMOS

ANTE LA ACTUAL TIRANÍA "Como se dice en Job, 34,30: Hace Dios que reine el hombre hipócrita por los pecados del pueblo. Ahora bien, nadie puede decirse más propiamente hipócrita que el que asume el oficio de rey y se comporta como tirano, pues se llama hipócrita a aquel que representa la persona de otro. Mas desdichado el rey que se concede al pueblo por castigo de Dios, pues su dominio no puede ser estable. Por eso, no permite Dios que reinen durante mucho tiempo los tiranos, sino que, después de la calamidad que supusieron para el pueblo, con su derrumbe Dios le devolverá la tranquilidad, conforme dice el Sabio (Eccli 10,17): El Señor derriba los tronos de los príncipes soberbios y en lugar suyo asienta a los mansos" SANTO TOMÁS DE AQUINO, "De Regno", 62 ¡CONFIEMOS EN DIOS, LUCHEMOS COMO HOMBRES!

BOQUETERA

MARCO DEL PONT BOQUETERA Y TERRORISTA. EN CONTRA DE LOS ARGENTINOS. La presidente del Banco Central defendió, en un discurso, el vaciamiento de la institución cuyo fin es defender el valor de la moneda nacional y mantener la estabilidad de precios. Realmente delirantes y preocupantes son las afirmaciones que realizó la semana pasada Mercedes Marcó del Pont, titular del Banco Central, al justificar el uso de reservas para pagar deuda. Lo que, puesto en otras palabras, significa hacer una defensa del vaciamiento de la institución que preside. Veamos algunos párrafos de su discurso en el Congreso Anual de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA), en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), para vislumbrar lo que viene. Dijo la presidente del BCRA: “Esta política de usar reservas para pagar deuda no ha afectado el balance del Central”. Evidentemente Marcó del Pont parece no distinguir entre valor contable y valor de mercado. ¿Por qué digo que no distingue entre ambos conceptos? Porque el BCRA entregó reservas al Tesoro para pagar la deuda que éste no podía afrontar con recursos propios. A cambio de las reservas, el Tesoro le entregó al Central letras intransferibles que vencen entre el 2016 y el 2022. ¿Cuánto tiene en el activo de esas letras según el último balance del BCRA al 7 de agosto pasado? $ 147.347 millones, algo así como uno U$S 32.074 millones al tipo de cambio oficial. Es decir, aproximadamente el equivalente al 71% de las reservas que declara. Ahora bien, al ser letras intransferibles quiere decir que no se pueden vender, por lo tanto su valor de mercado es igual a cero. Por eso decía antes, una cosa es el valor contable, el numerito que ponen en el BCRA en el balance por estos bonos, y otra muy diferente el valor que tienen en el mercado que, por obvias razones, es algún valor cercano a cero. Si el patrimonio neto que declara el Central a esa fecha era de $ 50.380 millones, pero del activo hay que restarle esos bonos que no tienen valor de mercado, el patrimonio neto del BCRA pasa a ser negativo en $ casi $ 97.000 millones. Y peor se pone la cosa si también le restamos del activo los $ 84.530 millones de emisión monetaria para financiar al tesoro que se contabilizan como Adelantos Transitorios, porque no tienen nada de adelantos ni de transitorios ya que el tesoro nunca le devuelve la plata ni está en condiciones de devolverla. Por el contrario cada vez le pide al Central que emita más moneda para cubrir el rojo fiscal. Haciendo bien las cuentas, el patrimonio neto del BCRA llegaba al 7 de agosto a $ 181.530 millones. De manera que la primera burrada es decir que no se afectó el patrimonio del BCRA, al no distinguir entre valor contable y valor de mercado. Si se hace la distinción, se advierte fácilmente que lo que el Central tiene en el activo es un valor contable, pero con cero valor de mercado. Segundo delirio económico de Marcó del Pont en su discurso: “Se han pagado 32.000 millones de dólares a organismos y acreedores privados desde mayo del 2003 a la fecha y sin embargo el Banco Central mantuvo la capacidad de maniobra para hacer política monetaria de manera eficiente”. Bueno, emitir al 36% anual no es tener gran capacidad de maniobra para hacer política monetaria de manera eficiente. Más bien es destruir el peso, aunque ya sabemos que ellos niegan que haya inflación. Pero si tanta maniobra tenía para hacer política monetaria, ¿por qué tuvieron que prohibir la compra de dólares, el giro de utilidades y dividendos, frenar las importaciones, etc.? La respuesta es elemental: la gente huye del peso porque se deprecia, a pesar de que ella diga que hacen una política monetaria eficiente, y compra dólares. Por lo tanto, no hubo tal cosa como una política monetaria eficiente, sino un incentivo a la fuga de capitales. Además deterioraron de tal manera el tipo de cambio real que impacta en el comercio exterior al punto que las economías regionales están más que complicadas. Para decirlo de otra forma, el Gobierno adoptó una política similar a la de la tablita cambiaria de Martínez de Hoz, es decir, el dólar aumenta menos que la inflación, con lo cual se deteriora el tipo de cambio real y afecta el sector externo al punto que, como decía antes, el dólar de 4,50 es un dólar virtual porque solo puede usarse para ciertos casos de comercio exterior, pero para el común de la gente ese dólar no está disponible. Ergo, los U$S 32.000 millones que se usaron para pagar deuda dejaron tan debilitado al BCRA que como no puede enfrentar una corrida cambiaria recurre al expediente de prohibir que la gente compre dólares para ahorrar, viajar, hacer turismo, pagar utilidades, etc. Hasta se metieron con los pobres jubilados que reciben su pago del exterior porque les liquidan en pesos los euros que le remiten y al tipo de cambio oficial. Es decir, estafan hasta a los pobres jubilados. Sobre el endeudamiento del Tesoro con el BCRA dijo: “Eso es cierto. Pero es más saludable que se endeude con el Banco Central que con los mercados”. Por empezar, si Marcó del Pont estudió economía tendría que saber que no son los mercados, es el mercado, en singular, porque el mercado, que no es un lugar físico, es un proceso que conecta a todos los sectores de la economía (financiero, real, etcétera). Formulada esta primera aclaración correspondiente a Introducción a la Economía, vamos al punto: ¿por qué más saludable endeudarse con el Central que con el mercado? ¿Acaso el Central no piensa cobrarle la deuda al tesoro? Marcó del Pont no advierte que al debilitar al BCRA en su patrimonio, una corrida cambiaria puede derivar en una corrida financiera, esto es: gente retirando sus depósitos de los bancos. Esa corrida seguramente se traducirá en emisión monetaria para otorgarles redescuentos a las entidades financieras para hacer frente a los pagos en ventanilla, lo que generará más inflación e impulsará la suba del tipo de cambio. Es decir, que el Gobierno se endeude en pesos o en dólares no evita que el ajuste recaiga sobre el sector privado vía caída del salario real por una llamarada inflacionaria y una devaluación. En definitiva, a partir de sus declaraciones queda claro que Marcó del Pont, fiel soldado kirchnerista, parece estar dispuesta a vaciar el BCRA y dejarlo agonizando para sostener al Gobierno en sus aventuras populistas y de poder hegemónico, en lugar de cumplir con su función que consiste en defender el valor de la moneda para que la población viva con el beneficio de no tener inflación. Como resultado de ese comportamiento lo único que podemos esperar es más inflación con recesión, más pobreza, desocupación e indigencia, porque un país sin moneda es un país que rompió sus vías de comunicación, siendo que la moneda es una suerte de autopista que permite agilizar las transacciones y operar en el largo plazo. Bien, Marcó del Pont está dinamitando esa autopista que facilita las transacciones en nombre del modelo Nac&Pop. Roberto Cachanosky

lunes, 20 de agosto de 2012

VERDUGO

Becando al Verdugo “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” Edmund Burke Por estos días, el asombro que este Gobierno me provoca desde su mismo origen se ha trasladado a la ciudadanía y, sobre todo, a su clase dirigente. Los gobernadores, los empresarios, los políticos opositores, los líderes sindicales no solamente ven cómo se destruye desde la Casa Rosada a todos quienes osan tan sólo abrir la boca para comentar los problemas del “modelo” sino que facilitan a la señora de Kirchner, en forma permanente, los medios necesarios para continuar haciéndolo; parecen ignorar, mientras le siguen regalando la soga, que sin dudas serán los siguientes en comparecer en el cadalso. ¿Cómo se podría explicar que esos gobernadores, cuyas provincias habían logrado la propiedad de sus subsuelos, hoy permitan que doña Cristina y Kiciloff les quiten, de un plumazo, esos derechos que les otorgó la Constitución? ¿Cómo encuentran argumentos para dejar solos a los mandatarios de Córdoba y Corrientes, cuando éstos reclaman nada más que los fondos que pertenecen a sus gobernados y que la Nación, porque sí, les niega día a día? Realmente, ¿no saben que, cuantos menos recursos propios tengan, más dependientes de la voluntad central serán? Esos mismos gobernadores que hoy, para evitar los problemas de corto plazo que adrede les genera el “cristinismo” para dominarlos, deben pedir limosna a la Casa Rosada, ¿por qué se prestan a acudir presurosos a Buenos Aires para aplaudir la ceremonia de inauguración de la misma horca en que serán ejecutados por esta banda de pseudo-montoneros de Puerto Madero (¡gracias, Julio Bárbaro!)? ¿Y qué decir de los representantes de esas provincias y de sus pueblos que, a despecho de esos intereses que deberían cuidar, festejan y se congratulan, se abrazan y se besan en las cámaras legislativas cada vez que entregan más resortes de dominación al Poder Ejecutivo nacional? A sólo título de ejemplo, ¿Heller y Filmus, que en teoría la representan, están tan convencidos que jamás podrían gobernar Buenos Aires como para dinamitar el único banco estatal –el Ciudad- que realmente funciona bien? De don Carlos Saúl no se podía esperar otra cosa que esta triste y final decadencia pero, ¿qué llevó a los senadores por Salta, Romero y Escudero, a dar su voto a la privatización de Ciccone, que nadie sabe de quién es? ¿Por qué hizo lo mismo Juez, sin miedo a incinerarse? ¿Cómo permitieron los miembros de la Cámara alta que Guita-rrita presidiera esa bochornosa sesión? Nuestro Congreso ha perdido tanto su honorabilidad y sus objetivos, a fuerza de ponerse bonetes o ceder ilegalmente facultades al Ejecutivo, que ya no debería llamar la atención la conducta de las bancadas opositoras que, por mezquindad o por infames cálculos políticos, acompañan alternativamente las iniciativas que llegan desde la Casa Rosada con la expresa exigencia de no aceptar la modificación de una coma. ¿No han visto los efectos que, sobre sus propios representados, ha tenido la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, que trajo aparejados el saqueo a las reservas y la emisión sin límites, causantes de la inflación? ¿Por qué no hacen nada –aunque sea gritando- cuando el oficialismo impide la constitución de las comisiones que deben controlar al Ejecutivo, como es el caso de la Ley de Medios? ¿Festejan hoy del mismo modo que cuando sancionaron la confiscación de Aerolíneas Argentinas, que dilapida ya tres millones de dólares diarios, sin control de ningún tipo? Que Picchetto o Rossi se rían cuando consiguen aprobar, año tras año, la extensión de los “superpoderes” invocando una ya injustificable emergencia económica nacional es razonable, pero que los legisladores, que han contemplado durante la última década cómo se los usaba para discriminar a sus provincias en materia de obras públicas o de aportes del Tesoro, se pongan tan contentos en las mismas circunstancias permite pensar que sigue funcionando la “banelco” oficial para comprar voluntades, cuando éstas no ceden ante un simple “carpetazo” que trae al presente un irresistible archivo. ¿O, por el contrario, están mirándose en el espejo de Venezuela o de Rusia, donde van a prisión los opositores a la tiranía disfrazada de democracia? En lo que a la Corte Suprema se refiere, las cosas no andan mejor porque ¿cómo no pone el grito en el cielo, o en el Congreso, cuando el Ejecutivo desobedece sistemáticamente sus sentencias? ¿Cómo sus miembros admiten que continúe formando parte del alto Tribunal alguien tan sospechado de colaboración con la prostitución como el Juez Zaffaroni, sin mandarse a mudar indignados? ¿Por qué no usan sus facultades de superintendencia para limitar a los jueces federales, tan corruptos ellos? ¿Cómo sus ministros no piden el juicio político de Oyarbide, con sus anillos, haciendo de río Jordán para la inexplicable riqueza de los Kirchner? ¿Cómo toleran que su Presidente, don Lorenzetti, haya dicho que el tema de los derechos humanos es una política de Estado concertada con el Ejecutivo, y siguen permitiendo que se destruya todo el sistema jurídico –principios de legalidad, de inocencia, de ley anterior al hecho del proceso, etc.- de la República, trasmutando justicia en venganza? Si posamos nuestra mirada en la primera fila de los habituales aplaudidores de los grandes disparates presidenciales, veremos que allí están sentados los máximos representantes de nuestra industria nacional, encabezados siempre por el inefable De Mendiguren o el recuperado Adelmo Gabbi. ¿Qué creen que les sucederá a cada una de sus empresas y negocios si el “cristinismo” consigue hacer realidad la reforma constitucional? ¿Ignoran que, en ese proyecto, la reelección es una mera cortina de humo (indispensable sí por la falta de herederos del “modelo”) para ocultar la decisión de transformar a la Argentina en una dúplica del “socialismo del siglo XXI”? Si han visto que la viuda de Kirchner no repara en formas legales cuando decide hacerse de una empresa, como lo hizo con Repsol-YPF, con Ciccone y pretende concretarlo con Cablevisión, ¿por qué suponen que serán tratados de distinta forma si el apetito del Gobierno se centra en sus propias compañías? ¿No aprendieron cuando vieron que hasta Rudy Ulloa se fundió cuando Cristina le bajó el pulgar, o qué pasó cuando Lázaro Báez o Cristóbal López o Ferreyra (Electroingeniería) o los Eskenazi o hasta el mismo Magnetto dejaron de pertenecer al círculo áulico de la mesa chica de Olivos? Cuando ven que Patotín, sin escribir nada pero con enorme poder de decisión, les informa que pueden continuar produciendo en la medida en que los habilite a importar los indispensables componentes, ¿no les corre frío por la espalda? Cuando toleran con grandes sonrisas y sin ponerse colorados que el mismo funcionario los veje en público con amenazas físicas o mentando a sus mujeres, ¿no se dan cuenta que son ellos mismos quienes lo bancan para que se construya diariamente? ¿Cómo algunos aún se suben encantados a los bochornosos charters que los llevan a imposibles mercados fantasmas? ¿Y los sindicalistas? ¿No se fijaron qué hace doña Cristina con quienes fueron, hasta ayer, sus indispensables aliados? Si los reclamos de mínimos no imponibles o fondos sociales son los mismos, ¿qué les garantiza que la Casa Rosada no los mandará presos cuando deban disentir con ella, presionados por sus bases? ¿Los casos de Moyano, Zanola o Pedraza no les dicen nada? Todos, todos ellos, siguen haciendo sus diarios aportes para que el poder cada vez se concentre más. Diariamente, con dinero o con presencia, con complacencia o tolerancia, empujan más resortes políticos y económicos hacia ese voraz agujero negro espacial en que se ha transformado el “cristinismo” y su guardia personal, La Cámpora. Así, con prisa y sin pausa, siguen becando al verdugo que los ejecutará cuando la Casa Rosada así lo exija; parecen ignorar que, al final, irán por ellos mismos, ya que los antecedentes de lealtades, concesiones y acompañamientos no tienen, en este “modelo”, importancia alguna a la hora de decidir los exterminios. A pesar de la forma en que la Argentina desgasta siempre las ilusiones, estoy convencido de que aún estamos a tiempo de corregir este nefasto rumbo, diseñado por el miedo y la corrupción. Anoche mismo, Jorge Lanata publicó en su programa de televisión un informe sobre la situación en Formosa, un feudo cuyo Gobernador –hace 25 años- apañada por Cristina Fernández de Kirchner, ejecuta políticas similares a las que denunciara en mi vieja nota “Genocidas” (http://tiniyurl.com/9qt37r4), y de tantas otras que figuran en mi blog; tal como dije entonces, el “cristinismo” es un estadio muy superior de la corrupción nacional. No podemos regalar a esta banda que ha asaltado el poder el país en el que queremos vivir, y en el que queremos que nuestros hijos y nietos vivan. Al menos, yo no lo estoy. Es por eso que lo invito a sumarse a una nueva epopeya; hoy le pido poco: que ingrese a “La Argentina que quiero” (http://tinyurl.com/9r9kn4d), lea allí las propuestas formuladas, las critique, las perfeccione y, cuando llegue el momento, acompañe con su presencia y hasta con su voto esta tentativa de recuperar la República, sus instituciones y la verdadera libertad de todos los habitantes de este suelo. Bs.As., 20 Ago 12 Enrique Guillermo Avogadro Abogado

Chiste de la semana

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