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viernes, 15 de abril de 2016

TRANSPARENCIA AMARILLA

AQUELLAS OFFSHORE DE LA NACIÓN 2016, Panama Papers: El regreso de Mr. Barton La relación entre S. A. La Nación y 2 sociedades offshore: una, de la isla Gran Cayman; la otra, de British Virgin Islands, fue una revelación del semanario ya desaparecido El Guardian, en mayo de 2003, y recibió el rechazo en ese momento de la alianza que desde el inicio de la empresa Papel Prensa mantienen los matutinos Clarín y La Nación. La revelación del semanario El Guardian era interesante porque S. A. La Nación afirmaba ser patrimonio cultural argentino, nunca le había revelado a sus lectores cómo se integraba el paquete accionario; mantenía su participación junto al Estado Nacional en Papel Prensa, que recibía beneficios fiscales, mientras integraba offshores para pagar menos impuestos. Aquella famosa investigación de El Guardián reveló que el control accionario de S.A. La Nación es de MNM S Holding S.A., propiedad de Barton Corporation y de Matilde Saguier Corporation. Y, tal como se afirmaba, era más que bizarro todo porque La Nación era el medio que hacía de vocero de la diputada nacional Elisa Carrió, quien batallaba contra las offshore, en el marco de su ofensiva contra CEI Citicorp Holdings, Raúl Moneta/Grupo República y Grupo Supercanal Holdings. Carrió y su paje, Gustavo Gutiérrez, se habían presentado ante una subcomisión especial del Senado de USA, ignorando que el 08/02/1995 se había constituido Barton Corp., 8 meses antes que MNMS Holding, con sede social en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, GeorgeTown, Gran Cayman. Philip C. Blows y Christopher Shaw fueron sus representantes en MNMS Holding, de la que participaban Matilde Ana María Noble Mitre de Saguier y sus hijos, Julio César y Alejandro Julio. Offshores: Quien esté libre de culpa, que arroje la primera piedra. De pronto regresa el pasado: aquella nota del ex semanario El Guardián, que afirmaba que la familia Saguier no poseía una fortuna financiera cuando surgió la posibilidad de comprarle a otros accionistas de S.A. La Nación el control de la compañía, y deslizaba varias especulaciones acerca del origen del dinero utilizado: el bridge loan que aportó Clariden Bank, propiedad de Credit Suisse, especializado en la operatoria 'back to back', o sea en autopréstamos; y luego la inyección de MNMS Holding cuando ingresó a Barton, temas que se mezclaron con una investigación de la jueza María Servini de Cubría, un allanamiento de la Un idad de Investigación Financiera y un peregrinaje tribunalicio de los directivos del tradicional matutino.. Pero para no insistir con El Guardian, mejor recordar la nota de Christian Sanz en Tribuna de Periodistas el 23/06/2003: Muchas veces los medios de comunicación se manejan –nos manejamos- con códigos imposibles de entender. Existen injustificables actos de corporativismo periodístico que no hacen más que generar sospechas sobre la calidad ética de los comunicadores y conductas de dudoso gusto como la de no comentar informaciones publicadas por otros medios de comunicación, sea por celos, sea por protagonismo, etc. Es una norma básica en periodismo que toda información que esté bien sustentada debe ser de “interés periodístico” –valga la redundancia-, más allá de quién la publique. Los medios de comunicación suelen jactarse de tener apertura e independencia y hasta hay personas que creen semejante mentira. Pero cada tanto aparecen situaciones como la que relataremos aquí que demuestran que muchas veces los medios no tienen nada que envidiar al corporativismo de algunas instituciones. Este gran bleff comenzó a fines del año 2002 cuando, a través de un par de pequeños medios de información, se hizo pública una denuncia sobre posible lavado de dinero en el traspaso de acciones del diario La Nación en 1995. Bien...¿Cómo actuaron los medios frente a esta denuncia? Pésimo. Solicitadas varias a favor de La Nación y comentarios de prestigiosos (?) periodistas atacando a la Justicia por la decisión de allanar las instalaciones del citado diario fueron las increíbles reacciones de un gremio que no tiene nada que envidiar a la política. Muchos comunicadores públicos opinaron sin siquiera haberse interiorizado y guardaron en el forro del pantalón la tan mentada objetividad que suelen proclamar. Es obvio que algunos intereses —grandes intereses— son más importantes que la información misma. Y lo más grave es que los realmente perjudicados son los consumidores de información, quienes aún confían en la pluma y la palabra de estos pseudo popes. Lavado y planchado La denuncia que detonó la investigación fue presentada por dos ciudadanos. Uno de ellos habría hecho su presentación en una comisaría mientras que el otro particular se presentó en el Juzgado Federal Nº 12 de Sergio Torres, quien la remitió al Juzgado de la jueza María Servini de Cubría. A finales de 1995, en Panamá, comenzó a planearse el poner en marcha a la empresa Barton para que se convirtiera en el vehículo de decenas de millones de dólares de origen desconocido que permitiría a los Saguier controlar La Nación. Para eso era necesario inscribir a Barton , una sociedad de las Islas Caimán en la Argentina. Oportunamente, Tribuna de Periodistas pudo acceder al trámite iniciado en Panamá donde se suman más sospechas a la operación. Allí aparece una desconocida señora que dice ser la directora de otra desconocida sociedad –Kron Corp- que sería a la vez la única propietaria de Barton . Según la documentación, el 7 de diciembre, Enna F. De Carles, en su condición de director de Kron Corp. A. V.V. y de único director de Barton Corp., a la que se define como “una compañía internacional de negocios, constituida y existente bajo las leyes de las Islas Caimán", da origen a la génesis de Barton Corp en Argentina. * El 29 de Junio de 1999 se presenta ante el escribano, Matilde Saguier para establecer una distribución anticipada de dividendos de MNMS Holding y al redactarse el acta se nombran como directores titulares de la sociedad, en representación de Barton Corp, dos personas hasta entonces desconocidas. Philips Blows y Christopher Shaw, figuran con domicilio en Juncal 691, 1 Piso sede de la MNMS pero contrariamente al resto del directorio no colocan sus números de documentos ni su nacionalidad. Los directivos por Barton Corp no figuran en ningún registro impositivo, de seguridad social, bancario o policial de la Argentina. Lo mismo sucede en las Islas Caimán. * Una Clave: Laura Magali Valladares, con 31 años recién se inscribió a la DGI en 1999 a pesar de que años antes ya había participado de las empresas de los Saguier y de la socia de estos Barton Corp. Magali aparece como mandataria de Barton Corp., con domicilio en la cortada Ricardo Rojas 401 13 A, sin embargo en esa dirección nadie conoce a Barton Corp, ni a sus directores Philip Blows y Christopher Shaw. En algunas actuaciones comerciales, Valladares también figura como mandataria de Alejandro Julio Saguier y su domicilio profesional estaría en Leandro N. Alem 790 Piso 12 donde también desarrollan actividades las empresas Gestión y Estrategias Empresariales S.A., Concast Latinoamérica S.A. y Dietric Argentina S.A. Además desde agosto de 2002 Valladares es representante legal de Mandarine International Ventures Corp y se desempeña como socia de la Editorial Paraná SRL. A pesar de la importancia de los cargos de Valladares en diferentes sociedades de Saguier la abogada solo declara ante la AFIP un gasto mensual de $ 2.500 y un patrimonio de menos de $ 50.000 pesos y una retención por impuesto a las ganancias que le realizó MNMS por un promedio mensual de $ 700. En diciembre de 1998 fue la encargada de realizar el trámite de inscripción en la Argentina de Matilde de Saguier Corp. –la empresa nacida en las Islas Vírgenes- en donde figura como representante de Luis María Saguier. Un breve repaso: La Nación es controlada por una empresa propiedad de dos sociedades offshore: una, de la isla Gran Cayman; la otra, de British Virgin Islands. Los dueños de La Nación son MNMS Holding S.A., que es propiedad de Barton Corporation y de Matilde Saguier Corporation. Los únicos datos que se conocían de Barton Corp. tienen que ver con que se constituyó el 8 de febrero de 1995 y su sede social es en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, GeorgeTown, Gran Cayman. La investigación llevada a cabo es muy relevante ya que: ** S. A. La Nación afirma ser patrimonio cultural argentino; ** el diario La Nación nunca le reveló a sus lectores cómo se integra el paquete accionario; ** S.A. La Nación es socia del Estado Nacional en la empresa Papel Prensa, que recibe beneficios fiscales, debiendo explicar si la constitución de esas offshores no es un vulgar procedimiento para pagar menos impuestos; ** Bartolomé Mitre, el fundador, no lo creería. Durante el año 2001, La Nación fue un medio que concedió mucha difusión a acusaciones contra empresarios que tienen compañías offshore. Desde La Nación, Elisa Carrió y gente del hoy ARI, llegaron a deslizar sus acusaciones ante una subcomisión especial del Senado de USA. Acerca del accionista mayoritario de MNMS Holding, Barton Corp., se conoce bastante poco: se constituyo el 8 de febrero de 1995, ocho meses antes que MNMS Holding, con sede social en Campbell Corporate Services Limited, The Bank of Nova Scotia Building, GeorgeTown, Gran Cayiman. Acerca del accionista minoritario de MNMS Holding, se deduce un poco más porque, al menos, aparecen como directivos Matilde Ana María Noble Mitre de Saguier y sus hijos, Julio César y Alejandro Julio. La familia Saguier no poseía una fortuna financiera cuando surgió la posibilidad de comprarle a otros accionistas de S.A. La Nación el control de la compañía, y desliza varias especulaciones acerca del origen del dinero utilizado por los Saguier. El semanario explica que los Saguier contaron inicialmente con una suerte de bridge loan que aportó Clariden Bank, propiedad de Credit Suisse, y especializado en back to back, o sea en autopréstamos. Luego, cuando Barton formalizó su ingreso a MNMS Holding, aportó capital con que los Saguier devolvieron el préstamo de Clariden Bank. Finalmente, según datos difundidos en España, S.A. La Nación buscó, a través de la consultora Infupa, un socio inversor que inyectara capital. De hecho, se asegura que existiría un documento con cláusula de confidencialidad, que se ignora si se ha firmado con Grupo Correo Prensa Española o con Grupo Recoletos, aunque a su vez ambos discuten ya un merger o fusión entre ellos. Finalmente No hay nada que indique que los medios vayan a mejorar su calidad informativa. Menos aún su objetividad. Los periodistas pertenecen a empresas que a su vez pertenecen a empresarios con grandes intereses de todo tipo, incluso políticos. Sólo por dar un ejemplo, diario La Nación es socio del diario Clarín en la empresa Papel Prensa. A su vez, Clarín controla al periódico Página/12, y así sucesivamente. Es obvio que todos esos medios informarán subjetivamente lo que suceda a cualquiera de sus “socios”. Es decir, no publicarán jamás la verdad. Sólo el tiempo dirá si diario La Nación lavó dinero o no. Ojalá que, más allá de lo que sostenga la Justicia, estos grupos reciban una merecida condena social. 2016 Días atrás, La Nación, integrando el consorcio de periodistas de investigación que emprendió con el Panama Papers, tan funcional a las autoridades tributarias de la Unión Europea y USA, inició la difusión del material sobre empresas offshores que habilitó la escribanía Mossack Fonseca en el país del istmo centroamericano. El diario francés Le Monde cuestionó la cobertura de La Nación: “El influyente diario argentino La Nación en medio de la tormenta”, se tituló el artículo de la corresponsal en Ciudad de Buenos Aires, Christine Legrand. “Ironía del destino: después del presidente de centro derecha, Mauricio Macri, le tocó el turno al influyente diario conservador La Nación de aparecer en los ‘Panama Papers’, sobre los cuales investigó justamente el matutino argentino”, arranca la nota de Legrand, quien recuerda que el diario fundado por Bartolomé Mitre “fue parte de los 108 medios internacionales asociados a la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sobre los Panama Papers”. Los periodistas del diario encontraron “una revelación embarazosa” al descubrir la relación entre La Nación S.A., su director Luis Saguier y la firma de abogados Mossack Fonseca, experta en crear sociedades offshore y centro del escándalo, destaca Le Monde. Ese dato clave fue dado a conocer por La Nación recién el lunes último, 11/04, 8 días después de la filtración internacional y con argumentos autojustificatorios, sugiere. “El hallazgo se produjo durante los últimos días”, aseguró la empresa (y destacó Le Monde) en un breve texto titulado “La Nación a los lectores”. La explicación de la demora fue que “gran parte de los 11 millones de documentos a los que accedió La Nación, a instancias del ICIJ y del diario Süddeutsche Zeitung, aún se siguen clasificando”. “En enero de 2015 SA La Nación vendió sus operaciones de clasificados digitales a la compañía internacional líder del sector, denominada Navent Group Ltd. Parte del precio de venta fue cancelado con acciones de esa compañía que quedaron en poder de SA La Nación”, informó. “‘Las acciones representan menos del 10% del capital accionario de Navent’, minimiza el comunicado” y toma nota Le Monde, que advierte sobre la presencia de Saguier como integrante del directorio de Navent. “En 2010, 5 años antes de producirse la transacción y cuando se constituyó la sociedad Navent Group Ltd., su registro fue inscripto por el estudio Mossack Fonseca, de Panamá. De allí que SA La Nación aparezca en documentos de los Panama Papers”, explicó Le Monde. Aseguró que en 2015 publicó “toda la información sobre la transacción” y que “registró todas las operaciones ante la Inspección General de Justicia (IGJ), consignadas además en la memoria y los estados contables auditados por la PWC”. Le Monde: “Desde el inicio de la investigación de los Panama Papers, La Nación multiplica artículos argumentando que las empresas offshore no son ilegales”, señala, y remarca que “en la sede del diario, en las afueras de Buenos Aires, se mantiene el silencio, en particular de los periodistas a cargo de la investigación. La Nación apoyó la candidatura presidencial de Macri, ahora salpicado con el descubrimiento de tres compañías offshore que aparecen a nombre del jefe de Estado. A su llegada al poder el 10 de diciembre, Macri prometió transparencia y lucha contra la corrupción”.

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