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sábado, 17 de septiembre de 2016

MAO VIVE??

PARTIDO COMUNISTA CHINO China 2016 (1): Mao murió pero vive (¡¿?!) Sociedad de profundas contradicciones no resueltas -un capitalismo muy agresivo que ejecuta un Partido Comunista, lanzado a intentar ganarle la carrera capitalista a USA mientras mantiene un régimen de partido único y marxista-, no consigue unificar su imagen sobre Mao Zedong, hombre muerto para muchos pero vivo para otros. Es el punto de partida de esta nota: En los años de liderazgo de Mao abundó el culto a la personalidad. Él se presentaba a sí mismo como un enemigo de los terratenientes, hombres de negocios y de las potencias de Occidente. En mayo, se cumplieron 50 años desde el comienzo de la Revolución Cultural de Mao Zedong, mientras que en julio el gigante asiático conmemoró los 95 años de la fundación del Partido Comunista. Y en septiembre se homenajearon los 40 años de la muerte del propio Mao, padre fundador de la China comunista. Es paradójico: el gobierno chino no festeja pero no puede olvidar a Mao, y de eso trata esta nota. Esto quedó en evidencia cuando el 08/01, se cumplieron 40 años de la muerte de Zhou Enlai, la “mano derecha” de Mao y ex 1er. ministro. Su familia llevó flores a la sala que homenajea a Zhou en el mismo mausoleo donde descansa Mao, en el centro de la Plaza Tiananmen. Pero los actuales líderes chinos, ubicados en ministerios que rodean la plaza, y la prensa gubernamental no hicieron mención alguna al personaje, que fue más popular incluso que el “Gran Timonel” en la memoria colectiva nacional. Apenas 18 años después de la muerte de Mao Zedong, le fue posible a un sinólogo encontrar el título para su libro que trata acerca de las reformas chinas: “Enterrando a Mao”. ¿Y quien se iba a quejar?, se preguntó el semanario The Economist. Todo el cambio económico dirigido por el mercado que Deng Xiaoping promovió desde el poder, estableció una distancia entre esta China y la otra China, la del gobierno de Mao, tan lleno de violencia, trauma y sufrimiento humano. Con el 40mo. aniversario de la muerte de Mao, cualquier sinólogo lo pensaría 2 veces antes de escoger un título similar. “Mao al descubierto” es más apropiado, reflexionó el semanario británico. China sigue luchando para enterrar a su gran monstruo bajo tierra. Mao mismo dijo que quería ser cremado, y los liberales intelectuales ocasionalmente reclaman que se cumpla aquella voluntad y que devuelvan sus cenizas a su tierra natal Shaoshan. Pero su cadáver sigue estando en el corazón de China, en un sarcófago de cristal en Plaza Tiananmen, donde recibé la atención y hasta fascinación de nutridos contingentes de visitantes. A pesar de que la mayoría de las imágenes han sido removidas de lugares públicos, su retrato todavía cuelga de La Puerta de la Paz Celestial. Son 14 meses de cárcel si uno arroja pintura al cuadro. Pero Mao se hubiera horrorizado por el materialismo actual de China. Aún así, su retrato está en todos los billetes. Es como si estuviese teniendo una última broma. Los taxistas cuelgan iconos de Mao en sus espejos retrovisores. El testimonio del periodista: "Cuando recientemente les pregunté el motivo, uno me respondió que Mao era un “jefe muy bravo” quien tenía el valor de ir a la guerra contra USA (durante el conflicto en Corea, 1950-1953). Para los jóvenes de China, Mao se ha retirado a la posición de fundador amistoso del país. Y en su natal Shaoshan, en Banyan fui a un restaurante que sirve el plato favorito de Mao a hordas de turistas. Inclusive tiene un santuario con flores plásticas, incienso y naranjas a sus pies; junto con los billetes bancarios de Mao. El ateo revolucionario se ha convertido en otro dios en el popular panteón chino." Campesinos en la localidad rural Tongxu, en la provincia Henan, construyeron una gigantesca estatua dorada de Mao, de 37 metros de alto, en honor del 'Gran Timonel'. Pero trascartón, la obra fue demolida por “carecer de la aprobación de las autoridades”. Contradicciones evidentes entre quien permanece pero se intenta que pase lo más desapercibido posible, aunque no totalmente: ¡¿?! Según el periódico gubernamental Global Times, las autoridades intentaron evitar que decenas de miles de personas celebraran el aniversario del nacimiento de Mao el 26/12/2015 en su localidad natal, Shaoshan. También se buscó detener la construcción casi clandestina de templos en áreas rurales en honor al fallecido mandatario, que en zonas campesinas comienza a ser deificado, según dicen, en reacción al actual liderazgo de Xi Jinping, quien se desvela por reducir en la medida de lo posible los homenajes al maoísmo... pero no totalmente. “Xi se ha adherido a la declaración oficial del PCCh de 1981 sobre la Revolución Cultural y Mao: 70% buena, 30% mala, ‘graves errores’, pero sin crímenes. Así es cómo se conmemorará la muerte de Mao”, señaló Jean-Pierre Cabestan, director del Departamento de Gobierno y Estudios Internacionales de la Universidad Bautista de Hong Kong. Mao emergió como el jefe del Partido Comunista Chino a partir de despiadadas purgas en los años '40. Desde la “liberación” de China, es decir, la victoria comunista contra el nacionalista Kuomingtan, en 1949, la violencia fue, según Frank Dikötter, un historiador de la Universidad de Hong Kong, la esencia del mandamiento de Mao: un reinado de promesas rotas, violencia sistemática y terror calculado. El eje de la violencia de Mao consistía en implicar a más gente en cualquier hecho. Entre 1950 y 1952, tal vez 2 millones de “terratenientes” y “campesinos ricos” (definiciones totalmente artificiales, importadas de la Unión Soviética, porque en China no había terratenientes), fueron señalados y asesinados. Una campaña paralela fue ejecutada contra los “contra-revolucionarios”. Mao y sus cómplices establecieron cuotas de ejecución para cada región: Hasta 4 personas cada 1.000. Tal vez hasta 5 millones fueron asesinados entre 1949 y 1957, en verdad una verdadera Era Dorada antes de los horrores del Gran Salto Adelante y su hambruna (hasta 30 millones de muertos). Y la Revolución Cultural de los años '60 y '70 (1 millón de ejecutados). ¿Cómo puede resultar que un líder que carga con casi la misma cantidad de sangre en sus manos que Adolf Hitler o Josef Stalin puede ser considerado "aceptable"? La pregunta no se limita a China. Tanto en Sydney como en Melbourne (Australia) ocurrieron conciertos glorificando a Mao... hasta que fueron canceladas ante las amenazas de protestas, aunque funcionarios municipales defendieron esos eventos como una expresión de la libertad de expresión occidental. Seguramente ellos no hubiesen dicho lo mismo si se trataran de eventos en honor a Hitler y Stalin. En otro lugar, en un restaurante en Londres (Reino Unido), un gran almacén de alta gama occidental pero de temática china vendió relojes temáticos que mostraban los brazos de Mao saludando a la multitud. Al principio, Mao tenía el don de la empatía y amistad, ausentes en Hitler y Stalin. Él fue hasta bien visto por las masas. Aún cuando no era difícil ser mejor poeta que Hitler, Mao fue uno de los mejores poetas de su tiempo. Kerry Brown, del londinense King’s College, señala que el arribo de Mao al poder fue acompañado, en la turbulenta China de la primera mitad del siglo 20, por un conmovedor trauma personal: la muerte de muchos de sus colegas y de sus propios familiares. En 1930 su 2da. mujer fue ejecutada por nacionalistas que le exigían renunciar a Mao. Su hijo, Mao Anying, fue asesinado en 1950, durante un bombardeo aéreo estadounidense durante la guerra de Corea. El trauma engendra simpatía entre aquellos que conocen la historia. Algunos sugieren que la cadena de eventos le quitó toda sensibilidad a Mao. Muy importante lo de The Economist: "Pero la clave es que, mientras que los regímenes de Hitler y Stalin se derrumbaron hace tiempo, el comunismo chino continúa en el poder. Y la historia nacional que Mao diseñó -el relato comunista acerca de que el Partido reunión a una nación después de un siglo de confusión y humillación ante los japoneses y otros extranjeras-, sigue siendo emocionalmente satisfactorio para muchos chinos. Esto significa que los gobernantes chinos aún deben luchar con la imagen de Mao y su locura por una revolución permanente. Los ataques populares al Partido Comunista Chino son una anatema para el presidente Xi Jinping. Confucio, a quien Mao denigraba, vendría a ser el compañero del señor Xi, con sus preceptos de orden, jerarquía, lealtad y rectitud. Pero el señor Xi tiene un problema. Tal como Kerry Brown lo describe, un partido con raíces en el terror, la ilegalidad y la revolución, hoy en día tiene que presentarse a sí misma como el bastión de la estabilidad y la justicia. El señor Xi sabe que Mao sigue siendo el cimiento de su poder. Es por eso que el régimen no permite que se erosione a Mao, y por eso recientemente ordenó cerrar el único museo chino dedicado a los horrores de la Revolución Cultural, y clausuró un periódico que cuestionaba el maoísmo. Mao efectivamente emite poder, emocionante incluso para Henry Kissinger. El señor Xi, sabe que su poder es solamente prestado." Aproximándose al personaje La Revolución Cultural china fue, entre otras cosas, el intento de las fracciones de "izquierda" dentro del PCCh por recuperar las posiciones que había cedido en la dirección del Partido y el Estado. El carácter caótico de la Revolución Cultural queda patente en la exposición que hace Mao Zedong en su 2da. reunión con Mehmet Shehu, jefe de la delegación del Partido del Trabajo de Albania y del gobierno albanés, el 12/10/1967. La conversación se realizó en una de las salas de conferencias de la Asamblea Popular, en Beijing. El traductor fue Fan Zenshuo. El taquígrafo fue Sadik Myftiu: "(...) Camarada Zhou Enlai: -Esto ha comenzado como un experimento. Camarada Mao Zedong: -(...) Hace un año estábamos en minoría; las amplias masas populares aún estaban siendo oprimidas. En ese momento –incluso en tierra china– sólo una minoría escuchaba mis palabras. La mayoría del pueblo no sabía lo que yo estaba diciendo. El camarada Lin Biao, quien está por mi culto, publicó en 1962 el Libro Rojo con mis citas. Pero mis palabras empezaron a tener su efecto real sólo en enero de este año. Entonces, ¿cómo me pueden llamar dictador, cuando incluso en Beijing no podía ejercer mi autoridad? Incluso la oficina editorial del periódico “Diario del Pueblo” no me escuchaba. Ahora, en comparación con el año pasado, la situación ha cambiado considerablemente. Se ha pasado el punto de inflexión. "(...) Camarada Mehmet Shehu: -En Wuhan, las organizaciones revolucionarias de las masas tenían desacuerdos entre ellos, pero cuando se trataba de defender al camarada Mao Zedong y su pensamiento y camino revolucionarios, todos estaban dispuestos a dar incluso su vida. Hemos visto eso con nuestros propios ojos, en todos los lugares a los que fuimos. Aunque tienen desacuerdos entre ellos, son desacuerdos internos y no son antagónicos; tienen solución, y es precisamente por eso que está ocurriendo la lucha. Camarada Mao Zedong: -¿Eso es lo que dijeron? Sólo están haciendo declaraciones ahora, pero no se están uniendo. La cuestión principal que aún tiene que resolverse es de qué modo debe darse la reunificación y quién debe ser el núcleo de dicha reunificación. Lo más importante para ellos es que se conozcan unos a otros. Creo que la consigna “Que la reunificación ocurra en un mes” no es bastante militante. La consigna “Unámonos, conmigo como núcleo” tampoco es justa. No se debe pedir eso para uno; los otros deben aceptarte y reconocerte como núcleo. Pero esto sólo puede suceder en el curso de la guerra. El camarada Enver Hoxha no se llamó a sí mismo el líder núcleo, mas sin embargo él es ese núcleo y esto ocurrió en el curso de una guerra de década de duración. Camarada Mehmet Shehu: -Dijeron que van a luchar contra el egoísmo de grupo. Por supuesto, entre decir algo y hacerlo realidad hay un proceso muy largo. El camarada Zhou Enlai y el camarada Kang Sheng les llamaron a practicar más la autocrítica y a estudiar las obras del camarada Mao Zedong, de manera que puedan lograr la reunificación. Camarada Mao Zedong: -Deben practicar la autocrítica y no maldecir al otro bando. Todos ellos son izquierdistas y ya no están luchando más contra la organización conservadora del “millón de hombres”. Quería decirles esto una vez más: Estimamos que el próximo año o en 1969 tendremos un congreso del Partido. Vamos a reorganizar nuestro Partido, pero para hacer esto tendremos que hacer mucho trabajo preparatorio. Estamos pensando en realizar en mayo de 1968 la Conferencia del Partido del Comité Revolucionario de Shanghai. Por el momento, los acontecimientos se están desarrollando a un ritmo muy rápido, y los dos frentes se están volviendo más distinguibles entre sí. Sin incluir los Dazibao, sólo los pequeños periódicos publicados por la Guardia Roja y diversas organizaciones llegan a miles. Muchos de estos periódicos, o mejor dicho sus organizaciones, están librando una lucha por apoderarse de las casas editoriales. Así, por ejemplo, el periódico de la provincia de Hubei cayó en manos de un grupo en un momento dado, y un poco más tarde en las de otro grupo. Ambas partes lo utilizan para influir en la opinión pública. En la provincia de Hubei, al principio el periódico estuvo en manos de los izquierdistas, pero después Chen Zaidao asumió el control, y más tarde los izquierdistas lo recuperaron nuevamente. Ahora todo el mundo está en contra de que el periódico se publique de nuevo, por lo que ha dejado de salir. En su lugar, hay todo tipo de pequeños periódicos que se publican en las fábricas, plantas, escuelas e instituciones. En el pasado había dos periódicos en esa provincia, ahora que uno se ha cerrado sólo queda uno de izquierda, el “Río Yangtzé”. Estoy muy contento de que se eliminaran muchos periódicos, porque habían caído en manos de los intelectuales burgueses. Ahora hay lugares en los que no se publica ningún periódico en absoluto, como en las provincias de Jiangxi, Henan, Hunan, etc. Dondequiera que los intelectuales burgueses se reúnan alrededor de un periódico es mejor que no se publique nunca. En las escuelas y las instituciones educativas, en las que hay muchos intelectuales, la prensa y los centros de sonido [estaciones de radio] están hoy en manos de un grupo, mientras que mañana caerán en las manos de otro. Durante este movimiento también serán destruidos los órganos de seguridad, la policía y la justicia. Estoy muy feliz por esto. Estos tienen, por supuesto, mucha gente buena, pero también hay gente mala ahí. Ahora los revolucionarios están saliendo del seno de estas instituciones. En Wuhan ahora los órganos de seguridad, la policía y la justicia se dividen en dos grupos. Al parecer, y es la realidad, el prestigio de los profesores y de la intelectualidad ha disminuido. Es por eso que Radio Moscú está acusándonos de estar, supuestamente, destruyendo la cultura. Camarada Ramiz Alia: -En Moscú están preocupados porque en China ustedes están destruyendo la cultura burguesa. Camarada Mao Zedong: -Sí, estamos eliminando la cultura en parte, la que pertenece a la esfera de la ideología burguesa. En otras palabras, en los órganos de prensa, la educación, la cultura, el arte y la literatura, una parte de la gente ya no seguirá allí, porque está allí desde el Guomindang. En aquel momento no hubo nada que pudiéramos hacer al respecto, y es por eso que tuvimos que utilizarlos. ¿Era posible que yo o el camarada Lin Biao o el camarada Zhou Enlai viniéramos y nos encargáramos de esa tarea? No éramos capaces de hacer eso, por eso nos vimos obligados a utilizarlos. La mayoría de los estudiantes educados por ellos son buenos, pero hay algunas personas que han sido fuertemente influenciadas por ellos. Por ejemplo, algunos de mis hijos, sobrinos y sobrinas, que han terminado la escuela de educación superior, han sido profundamente infectados por el veneno de la burguesía. Ellos se consideran de izquierda, pero yo les digo que no se precipiten en esta conclusión. Uno de ellos se graduó en la Universidad de Beijing y su cerebro está lleno de reyes y prim eros ministros occidentales. También le gustan las novelas europeas de los siglos XVIII y XIX. Le he dicho que eso también es una buena cosa, porque si no lee esas novelas nunca sabrá lo que es la sociedad feudal y lo que es la sociedad burguesa; son valiosas como materiales para incrementar el conocimiento. En filosofía, también deben leerse los escritos del filósofo inglés Berkeley, de los filósofos alemanes Kant, Hegel, Feuerbach, etc., también a los materialistas mecanicistas franceses; y conociendo a Newton y a Copérnico enriqueceremos nuestro conocimiento. Así es también como Marx aprendió esas cosas al principio, pero después salió con su crítica del idealismo y la metafísica. (...)".

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