EL PELOTUDEO
La increible y triste historia del pelotudeo argentino
Ahora resulta que no es la energía (eléctrica), sino la "distribución". Y el problema está originado en el "crecimiento" de la economía. La economía ha crecido, efectivamente, a partir de la crisis de 2001/2002, pero lo ha hecho esencialmente gracias a la infraestructura generada en los infames años 90. La inmensa capacidad ociosa fue poco a poco puesta en marcha y entonces fue posible utilizar a pleno una infraestructura que había mejorado notablemente en aquellos años. Pero no hubo nuevas inversiones, tal como se han cansado de repetir los funcionarios kirchneristas y sus adláteres. Claro, no ha habido nuevas inversiones en infraestructura. Ni en nada. Los puertos están saturados, las rutas se recapan pero no se reconstruyen porque los peajes están atrasados. El ferrocarril hace ya varias décadas que ha dejado de funcionar precisamente por falta de inversiones, y así siguiendo. Lo mismo pasó con las reservas de petróleo y con las generadoras de electricidad. De exportadores de petróleo y luz, pasamos a ser importadores. Y lo seremos cada vez más. Pero resulta que ahora el problema es la distribución. Los cables están mal. Por eso en estos dos últimos años se le cortó la energía (y el gas, y todo) a las industrias. Se las obligó a bajar su ritmo de producción. Se anunciaron centrales termoeléctricas, Atucha II, usinas móviles, plan energía plus y todo lo que se te ocurra: porque hay problemas con la distribución. El surrealista secretario de comercio pretende crear su Gestapo de Porteros para controlar los aires acondicionados de los departamentos (¿se acuerdan cuando pretendió mandar a los intendentes a controlar los precios?). Se prohibió la exportación de naftas y gasoil (¿se acuerdan que este impresentable había dicho que "iba a llover gasoil"?). Se inició la genuina campaña de la taradez cúbica de repartir lamparitas de bajo consumo, DESTRUYENDO LAS OTRAS....por....los problemas en la distribución, claro. Se adelantó la hora y las provincias del Oeste parecen la película Insomnia. Porque los muchachos siguen sin tener en cuenta que nuestro país es un cono y que Mendoza está a mil y pico de quilómetros del Río de la Plata. Y que el sur está al sur y los días son larguísimos. El inefable intendente de Tigre (ese que conduciendo el Anses repetía que la ley de jubilaciones contenía una "trampa" que el gobierno se bancó estoicamente durante más de 4 años en lugar de cambiarla al día siguiente) inició un "plan piloto". Cristina acudió al acto de "lanzamiento", también De Vido, y Randazzo, y...por supuesto, Sergio Massa, que de él hablamos. El "uso racional de la energía" (por contraposición al irracional de hoy en día) implicará cambiar lámparas de consumo normal por lámparas de bajo consumo en plazas, calles, edificios públicos y comercios. Habrá "delimitadores de temperatura" para los aires, y horarios de encendido para los equipos de luz. Suponemos que estos últimos contemplarán eclipses y cerrazones. Siguiendo el viejo y reiterado esquema argentino: si se saturan los teléfonos, no use el teléfono. Si se gasta agua, no gaste agua. Si se gasta luz, apague la luz. Si vienen muchos autos al Centro, que no vengan más. Si no hay monedas, revise los bolsillos. Duerma de día y labure de noche, que hay menos tránsito. Los muchachos pretenden controlar la emergencia cambiando usos y costumbres de millones de personas, que para ello deberán ser "más solidarias", porque un país no se desarrolla si no hay solidaridad. Chan chan. Y la solidaridad es la que nos dicen los prístinos ministros, la prístina presidenta, los prístinos intendentes como Massa, la Sra.de Bonafini o el Sr. Shoklender. Por citar algunos. O tal vez Luis D Elía. O el tal Rodríguez capataz del movimiento 29 de Mayo que hizo mierda un ministerio gracias al financiamiento del Estado vía planes de ayuda. Nosotros recordamos el proyecto de auto económico, el pan porteño, el compre argentino, el tres por uno en Tierra del Fuego, la ley de abastecimiento, el plan alimentario nacional, el "combata el agio y la especulación", el "desabastecimiento momentáneo", la inflación cero, la Argentina potencia, el alpargatas sí libros no, las colas en la secretaria de comercio, las listas de precios máximos que incluían los diámetros de los huevos (de gallina), el "desagio" alfonsinista, el austral de color verde, aquel "le aposté al corazón y me contestaron con el bolsillo", la prohibición de las casas de cambio, la prohibición de exportar carnes en todas sus formas, incluido el Corned Beef, las campañas de abaratamiento, las diversas canastas (navideñas, de pascua, escolares, básicas...), el "denuncie al comerciante deshonesto" que finalmente daba con sus huesos en Devoto, los 20.000 millones que traerían los chinos, el megarcanje, la convertibilidad, el corralito y el corralón, el que apuesta al dólar pierde, el "los ferrocarriles son nuestros"... La veda de carne con el permiso de consumir empanaditas y pastelitos, los "cortes populares", los precios "acordados con el gobierno"....El "porcentaje de música nacional", el "Rastrojero" justicialista....Los lutos y afiliaciones obligatorios. El cierre de comercios a las 6 de la tarde. Los racionamientos. El pan negro. La prohibición de tener dólares. El "ahorro obligatorio". Los impuestos de emergencia "por única vez"... Los infinitos regímenes de promoción industrial, los impuestos "progresivos", los gravámenes adicionales a los vehículos gasoleros, el "incentivo docente", el impuesto "a las ganancias extraordinarias"....Hemos visto en los últimos 30 o 40 años el incremento incesante e infinito de las tasas del IVA, de Ingresos Brutos, de Ganancias, de los Internos, las "retenciones" a las exportaciones, la prohibición de indexar los balances impositivos, el entramado fascista o comunista de controles cruzados donde todos controlamos a todos e informamos de todos para que la AFIP o la Dirección de Rentas cuente con información acerca de absolutamente todo lo que hacemos de nuestras vidas (dónde ponemos la guita, a qué escuela van nuestros hijos, en qué gastamos el dinero, si viajamos y a dónde, cuáles son nuestras preferencias culinarias y hasta qué cosas arrojamos a la basura....)... El Estado se ha metido en nuestras vidas y sigue haciéndolo cada día. Los funcionarios tipo Guillermo Moreno o la inefable Felisa Miceli en su momento nos dicen qué cosas nos permitirán y qué cosas no en materia de precios, de ventas, de producción, de lo que se te cante. Todo ante la impávida mirada de la "Corte Suprema independiente".... El presidente Kirchner jamás aclaró debidamente qué hizo con el dinero de las regalías del petróleo santacruceño. Y cuando se vio obligado a dar una respuesta dijo cualquier cosa (como que el dinero estaba en "la reserva norteamericana"). Prácticamente no hay político que no se haya enriquecido en la función, fuere quien fuere y del partido que fuere. No hay político que diga la verdad acerca de lo que realmente percibe por mes, empezando por los propios presidentes. El país funciona la mitad en negro. Todo el mundo lo sabe. Y la "nueva conducta tributaria" no incluye a La Salada o al Mercado Central. Todo el mundo lo sabe. Todo el mundo compra copias piratas de programas de computadora, de CDS, de DVDs, de lo que se te ocurra. Y no en oscuros lupanares. No. En plena calle Florida, en el subte, en las "ferias artesanales" o en cualquier parte. Todo el mundo sabe que si quiere poner un negocito, un kiosquito, lo que fuera, debe arreglar por izquierda los "permisos" para lograr la "habilitación". Todo el mundo acepta tranquilamente que para renovar un registro de conducir deba repetir una y otra vez "pruebas" médicas, cuando con un certificado de su médico o de un hospital o sanatorio debería ser más que suficiente. Todo el mundo acepta las demoras inusitadas para obtener un pasaporte, o un DNI. Y todo el mundo conoce el "circuíto vip" en el cual tales documentos se obtienen en horas. Todo el mundo sabe que esto está armado así. Y nadie plantea siquiera desarmarlo. El negocio es ese, justamente. Todo el mundo espera el milagro de que los precios bajen, las empresas ganen menos, el negocio sea no hacer negocio...Todo el mundo quiere ser rico pero pretende que la pobreza es una virtud. Todo el mundo quiere ganar más pero que los demás ganen menos. Todo el mundo quiere atención gratuita en hospitales, de primera calidad. Que la escuela pública sea buena. Que la justicia sea finalmente justicia. Pero todo el mundo espera el milagro, y el milagro no llegará. Porque es la acción de los hombres la que logra los hechos, y no la providencia. ¿Cuál es la razón que lleva a suponer que quienes forman parte del gobierno harán algo distinto de lo que hicieron en los "infames años 90"? ¿Cuál es la razón por la cual lo que antes era bueno hoy es malo?. ¿Estuvieron o no de acuerdo ministros, diputados, senadores, funcionarios, intendentes, gobernadores y toda la gama habida y por haber con privatizaciones y convertibilidades?. ¿Votaron o no votaron en el Congreso Nacional durante AÑOS presupuestos deficitarios que llevaban al endeudamiento externo y a las llamadas "cuasimonedas" ?. ¿Sacaron a Menem del medio con medios impropios e inconstitucionales o no?. ¿Terminaron o no en una interna abierta en las elecciones de 2003 en las que 3 partidos eran justicialistas y llevaban candidatos justicialistas cuando debería haber sido uno solo si en la Argentina alguien hiciera privar la legalidad? Bueno, basta por hoy. Es la historia del pelotudeo argentino, simplemente.
Héctor Trillo
porquenotecallas00@gmail.com
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