EUTANASIA

Todo está tan mal que los Kirchner prefieren la eutanasia a una larga agonía.
El adelantamiento de las elecciones es producto de la crisis política, un recurso desesperado de aquél que pudo ser rey y prefirió la ceguera.

Por Juan Carlos Sánchez

Néstor Carlos Kirchner desechó el trono otorgado por el dicho popular a aquél tuerto que en el reino de los ciegos pudo ser rey. El hombre es producto del paisaje dicen los románticos españoles y el PresidentE Delegante lo es de las aguas heladas, de los témpanos y de la soledad. Allí vuelve.

Resulta patético que el pueblo escuche las explicaciones de la PresidentA Delegada y crea que la realidad es exactamente lo contrario. Algo así como “si Cristina dice que salió el sol, buscá el paraguas…” El ex Presidente De la Rúa cayó cuando ya casi nadie creía en él y tomarlo a risa era el deporte nacional. CFdeK ha llegado a ese punto agravado por el rechazo que provoca su esposo que por carácter recíproco vuelve sobre ella. Ella a su vez con sus poses maestriles y vistoso talante superficial termina de desacomodar las sillas de la platea nacional ocupada por espectadores que no saben si la obra es comedia o drama.

Si Néstor Carlos Kirchner hubiese aceptado su condición de presidente provisional y de transición y entregado el mando a un estadista capaz otra sería la historia argentina del hoy. Pero -y reitero la idea del tuerto que pudo ser rey y prefirió ser ciego- buscó perpetuarse. Los argentinos -los ciegos- por no abrumar las urnas con votos a Menem en 2003 o a Rodríguez Saá en 2007 pagaremos muy caro la insolencia kirchnerista. Siempre lo peor de Menem o de Rodríguez Saá es mucho más que lo mejor y santo de Néstor Carlos Kirchner pero no se entendió.
Esclavos de la opinión publicada y de las campañas mediáticas desarrolladas contra Menem por De la Rúa y Eduardo Duhalde y desmereciendo a Rodríguez Saá por el kirchnerismo, los votantes -los ciegos- entronizaron el despecho de Duhalde primero y las ansias de Néstor después. Ahora viene Reutemann, es otra historia en la que hay que estar prevenidos porque el bonaerense de Lomas de Zamora ya atacó fuertemente al santafesino en 2001 piqueteros de D’Elía mediante y ahora minimiza al “gringo de Llambi que no se pierde en París”. Hay que estar prevenidos pero como dije, es otra historia.
La de ahora es la eutanasia de los Kirchner.

Saben que pierden y buscan la supervivencia acortando la agonía. Curioso estilo, novedosa contradicción. Todos los presidentes que adelantaron elecciones en la historia nacional lo hicieron sabiendo que se iban, estos lo hacen pretendiendo retener algunos votos más antes que la catástrofe los sepulte.

Porque muchos sospechan que habrá sangre en la Argentina antes del final del drama, sangre inútilmente inmolada en el altar pagano del ídolo patagónico de pies de barro cuya religión se sintetiza en el culto a sí mismo. Néstor Carlos Kirchner, el hombre accidental de la Argentina necesita un holocausto para victimizarse. No digan que no avisé. Hace cuatro años escribí algunas notas previniendo sobre los síntomas de guerra civil en la Argentina, del caos que fascina a los Kirchner. Seis meses antes de la crisis lo hice sobre la estanflación, esa temible palabra. No es un problema monetario ni la crisis la que sustenta el adelantamiento de las elecciones sino la incapacidad de gestión que en el desaprovechamiento de oportunidades de cinco años y pico de gobierno dilapidó la esperanza y las potencias de la Argentina.

Si bien el adelantamiento puede favorecer al gobierno pues la crisis no habrá llegado a su peor momento cuando se vote, el deterioro acelerado del kircherismo y la pérdida de credibilidad del matrimonio que lleva a la risotada histérica popular al escuchar su discurso será lo que defina el resultado.

Los Kirchner saben que su camino terminó, que lo que queda por andar es sinuoso y no saben como hacerlo, no están capacitados, entonces buscan sobrevivir aplicando la eutanasia.

En el sepelio se verá cuantas flores habrá sobre esa tumba a la que será empujado y sólidamente sepultado el kirchnerismo.
La “caja” vacía y los resultados de las encuestas serán puestas arriba.
Y no habrá epitafio, sobran las palabras.

E-mail del autor zschez@yahoo.com.ar
14 Mar 09