DIBUJITO COLORADO
Duhalde eligió a De Narváez, pero hay fuertes resistencias
El ex presidente lo prefiere antes que a Solá porque lo considera “manejable” y porque tiene los fondos para financiar una dura campaña. Sin embargo, su apresurado apoyo al adelantamiento y su posterior marcha atrás acordada con Macri y Felipe le valió serios cuestionamientos. El ex gobernador ganó puntos y mostró liderazgo con su jugada exitosa contra el adelanto.
Sea cual sea la agenda política que intente imponer el campo o la Casa Rosada, o incluso por encima de la importancia de la fecha de las elecciones nacionales, el asunto que más preocupa hoy a Felipe Solá y Francisco De Narváez es dirimir quien será el que finalmente encabece la lista del peronismo opositor, aliado al macrismo, que podría enfrentar al propio Néstor Kirchner.
Entre los dos flota una figura con voz y voto, al que todos escuchan. Se trata de Eduardo Duhalde. En su intimidad, sin buscar transformarse en una cuña entre ambos dirigentes, el ex presidente ya tiene su propio candidato. Entre los dos, hoy, se quedaría con De Narváez.
Claro que en las últimas horas, la muñeca política mostrada por Francisco y Felipe ante la decisión kirchnerista de impulsar el adelantamiento de comicios al 28 de junio generó resistencias al empresario y dio buenos porotos al ex gobernador.
Puertas adentro de su familia y su entorno más íntimo, Duhalde ve en De Narváez un hombre más “maleable” y, de no menor importancia, con el bolsillo lo suficientemente inflado como para financiar lo que ya se prevé como una campaña definitoria.
No resulta extraño, en este contexto, que su esposa “Chiche” Duhalde haya salido a respaldar a De Narváez apoyada en que las encuestas aparentemente le son favorables sobre los números de Solá.
Tensión y liderazgo
Sin embargo, la posición inicial del empresario y Macri en favor del anticipo de elecciones sembró fuertes sospechas en los peronistas críticos que participan del espacio, como Jorge Villaverde o Jorge Sarghini, quienes impulsaron el trabajoso plan de reunir a De Narváez y Solá en un frente, cuando entre ellos vibra desde hace años una relación, cuanto menos, tensa.
La idea de un acuerdo secreto entre Macri y Néstor Kirchner provocó la reacción y el enojo con el jefe de Gobierno y De Narváez. No fueron pocos los que recordaron que ya habían sido socios en 2007, haciendo incluso campaña juntos con la alianza Unión PRO.
Otro punto de conflicto es la presencia de Chiche Duhalde como eventual “vice” del empresario, ya sea en una futura gobernación o una segunda “en los hechos”. “Los peronistas quieren evitar como sea el filtro de Chiche”, expuso un hombre cercano a las negociaciones, quien rápidamente aclaró que todo “se discute con educación” y “sin sombras de ruptura”. Al menos por ahora.
En el felipismo, mientras tanto, reconocen que es “muy complicado” que el ex gobernador logre revertir la opción duhaldista de encabezar con De Narváez. En ese sentido, cuentan con una presión extra: Solá ya cuenta con una banca en Diputados, en la cual podría mantenerse sin problemas.
Pero en su entorno reconocen un éxito en los últimos días. Fue cuando Felipe, aunque Macri y De Narváez salieron rápidamente a sugerir que podían tomar la iniciativa K de votar el 28 de junio, se mantuvo firme en su idea de rechazar esa intención. Cosa que finalmente logró imponer en la alianza e incluso trasladar al bloque de peronistas de San Luís, quienes negociaban -vía hermanos Rodríguez Saá- con la Casa Rosada una fecha más acorde, entre fines de julio y agosto.
Sienten que con esto, más allá de lo que digan las encuestas, que Solá mostró liderazgo y muñeca política, algo que “no mide las encuestas”, afirman. Además, lo sienten un poco mas “peronista” que el “Colorado”. Resta definir si esto sirve para torcer el deseo de Duhalde o si, por el contrario, eligen eludirlo.
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