FUTURO SIN FUTURO
Editorial
La educación y un “futuro” sin futuro
Hoy la preocupación de los ciudadanos se divide entre los que se preocupan por la corrupción imperante y otros muchos en encontrar la forma de sobrevivir en un país donde las "normas" parecen ser creadas poara violarlas.
Sin embargo esto no es el mayor problema, un cambio de rumbo podría generar el cambio necesario en forma aceptablemente inmediata.
La Educación en cambio precisa de años para recuperar los valores perdidos, haría falta una preocupación inexistente por el momento en los gobiernos, sería impresindible que los padres asuman su verdadera responsabilidad y sobretodo que la docencia vuelva a ser considerada un apostolado con un objetivo principal, forjar buenos CIUDADANOS.
Cabe recordar ante tanta arenga reivindicativa que el verdadero progreso personal, siempre ha estado ligado a la preparación adecuada, a la educación, a la formación, nunca ha sido el fruto de luchas reivindicativas.
La deserción escolar estaría motivada por la falta de esperanza, que podría ser considerada uno de los principales factores. A un joven se le puede incentivar de mil formas para que estudie, pero difícilmente se logre hallar respuesta satisfactoria cuando pregunte ¿Para que? ¿El estudio me garantiza una calidad de vida mejor?...
Los inmigrantes, la mayoría muy pobre que huía de Europa llegaban a la Argentina con la aspiración de tener su propia vivienda y que su hijo fuera “doctor”
Hoy en cambio muchos establecimientos reciben el pedido de padres solicitando que se baje el nivel de exigencia, "zafar" a como de lugar parece ser la consigna que apacigua conciencias.
Existen versiones afirmando que el 23 % de los niños que asisten a la escuela pública “sus padres no han trabajado NUNCA".
Sería utópico pedir buenas enseñanzas de padres que no exigen la mejor educación para sus hijos o que no han hecho culto del trabajo.
Mientras tanto el “paco” una droga a bajo precio pero de efectos altamente destructivos, ha sido adoptada en vastos sectores de la sociedad y hace estragos en los adolescentes.
Se escuchan voces que reclaman que se mejore el sistema educativo, cabría preguntar ¿Para que modelo de sociedad?
Si no existen objetivos claros que definan hacia donde se dirige el país y parecería que se desconocen cuales serían las exigencias del mundo del futuro ¿Cómo determinar cuantos profesionales eventualmente se necesitarían y con que características?
Habría que analizar si los docentes en general cuentan con acceso a la capacitación adecuada y al nivel de preparación que exige un mundo globalizado cada vez más competitivo.
En su momento se implementó el “incentivo docente”, que no premiaba ni asistencia ni excelencia, solo era un reconocimiento "en efectivo" por “pertenecer”.
Mientras tanto la Universidad, solo genera multitud de profesionales sin futuro y parece haberse constiuido en trampolín político para muchos futuros dirigentes que se preocuparán que nada cambie.
De nada vale formar investigadores en un país donde no se invierte en investigación, por lo menos en la proporción que sería deseable.
El Estado, gran responsable del deterioro en el sistema educativo, solo atina a entregar subsidios para la compra de útiles, dineros que no siempre se destinan a tal fin. Esta medida con fuerte sabor a politiquería populista, no garantiza concurrencia a clase.
Los grandes males nunca tienen su origen en una sola causa, hay una cadena de responsabilidad que no se podrá eludir.
Horacio Guido Dupuy
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