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lunes, 2 de junio de 2008

ESPÍAS

El hackeo a las casillas de mail de ministros de la Corte Suprema cayó en manos de la jueza Arroyo Salgado , quien parece dispuesta a ir a fondo en la investigación. La "Side paral el a" que le adjudican al ministro de Justicia, los "cyberbatatas" y la puja Stiusso-Pocino que enfureció a Cristina.
Buenos Aires, lapolíticaonline, 28/05/08, 20:52
Por estos días, los nombres de Iván V el ázquez y Pablo Carpintero rebotan en la cabeza de Aníbal Fernández como un pinball imparable. Estos dos ex agentes de la Side, exiliados en Montevideo y que dicen temer que los asesinen, son los principales sospechosos de las recientes denuncias de hackeo a las casillas de mail de algunos ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las cuáles repercutieron directamente en el t el éfono de Cristina Kirchner.

La cuestión sumó porotos a la preocupación en las últimas horas por una decisión clave. El Juez Federal Sergio Torres, a cargo d el Juzgado de Instrucción Criminal y Correccional Federal Nº 12, decidió remitir a su colega de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado todas las actuaciones de la investigación judicial que intenta determinar la existencia de una banda de ciberespías que habrían ingresado ilegalmente a correos el ectrónicos de particulares, entre los que figurarían no pocos políticos, jueces y periodistas. Esta banda, se la menciona como vinculada al ministro Aníbal Fernández y los ex espías V el ásquez y Carpintero la bautizaron en su entrevista con Perfil como " la Gestapo K ".

¿Por qué este cambio de manos en el expediente resulta tan importante? Fuentes judiciales afirman que Arroyo Salgado, esposa d el fiscal Alberto Nisman, tiene una exc el ente sintonía con la Corte y estaría dispuesta a seguir los mandamientos que el presidente, el juez Ricardo Lorenzetti, enfurecido por la noticia de lo que ocurrió con su correo el ectrónico, bajó en forma directa: ir a fondo con la causa.

El propio Lorenzetti habría sido quien hizo estallar la bomba en la Casa Rosada. Según fuentes judiciales, el titular de la Corte se comunicó con la presidenta Cristina Kirchner para informarle de lo sucedido. Ella, enfurecida, inmediatamente pidió una sanción contra los responsables. El nombre de Aníbal Fernández, volvió a aparecer mencionado en esas horas de extrema tensión.

Ahora, fuentes judiciales comentan que la jueza federal y el titular de la Fiscalía Nro 2 de dicha jurisdicción, Alberto Adrián Gentili, consideraron que la denuncia de Lorenzetti puede tener r el ación con una causa que tramitan desde hace más de un año, por la cual se investiga el espionaje ilegal sobre funcionarios, políticos y particulares. En tal sentido, se consideran competentes, por el principio de "conexión de causas" para agregar la denuncia d el alto tribunal a su propia investigación. El juez Torres finalmente concedió ese pedido.

La interna Stiusso-Pocino

Toda esta movida no está descolgada de la realidad que se vive puertas adentro d el edificio de int el igencia d el Estado. En las oficinas de la Side se vive una cruda interna entre el Director de Operaciones de la Side, Antonio Stiusso (Alias Jaime Stiles) y el kirchnerista Gustavo Pocino, conocido por una foto que le sacó Perfil en short saliendo d el mar.

Según fuentes de la justicia, fue Pocino quien expulsó a los espías en cuestión por orden directa de Cristina, a quien responde sin intermediarios.

Por esto, quienes giran en torno a la cúpula presidencial afirman que, en caso que la investigación llegue finalmente hasta el Ministerio de Justicia, desde Olivos están dispuestos a soltar todo el "lastre" que sea necesario, "hasta el más alto niv el ", afirmaron a La Política Online , con tal de no vivir un enfrentamiento con la Corte.

Malos antecedentes

Vale recordar que una situación similar ya tuvo en el ojo de la tormenta al ex ministro d el Interior. Fue cuando algunas versiones daban cuenta que el general de Brigada ya retirado, Alberto Montero, estuvo detrás de un "carpetazo" contra la ministra de Defensa, Nilda Garré. El reemplazo que se mencionaba en ese momento para Garré era Aníbal.

Un escándalo muy serio ocurrió en ese momento, cuando la ministra denunció que había sido víctima de espionaje por parte d el Estado. El resultado fue que Montero terminó desplazado de su cargo y pasado a retiro. Pero esto asunto podría resurgir en la causa que maneja la jueza Arroyo Salgado.

La Justicia le da la espalda

No sólo por esto vive días difíciles Aníbal Fernández, quien pasó de ser el funcionario más mediático d el gobierno kirchnerista a permanecer en las sombras y con esporádicas apariciones, ahora lejos de su verborragia picante y polémica. Así, evita apariciones en radios y diarios que lo dejen a la luz de la noticia.

El asunto de los espías exiliados en Uruguay y que responderían directamente a sus órdenes –aparentemente recalaban en la Policía aeronáutica que está bajo su órbita- pone todo el asunto en jaque, ya que institucionalmente la repercusión de un conflicto entre el Ministerio de Justicia y la Corte Suprema es incalculable.

Por esto y varias otras cuestiones que hacen a su andar diario, el ámbito judicial hoy no toma a Fernández como un interlocutor válido. Basta con ver en las noticias que la propia Corte Suprema ordenó el aumento de su el dos de los judiciales sin siquiera pasar por la revisión d el Ministerio para darse cuenta d el "ninguneo" a Aníbal.

"Hoy, Aníbal Fernández en Tribunales está mal. Ni la Corte ni los camaristas lo atienden", explicó a La Política Online una fuente judicial.

Incluso, ya hay un nombre para estos operadores cibernéticos puesto en los pasillos de la Justicia: Los "cyberbatatas" o "cyberpatoteros" . "El nombre surgió porque dicen que se trasladó a este mundo tan especial de la Justicia y lo digital, la lógica de los batatas d el conurbano", argumentó entre risas el vocero.

Este medio ya dio cuenta en su momento de la difícil situación que atraviesa el ministro en el ambiente de la Justicia. Incluso , cuando se sospechaba que quien había contratado el servicio de T el mex como proveedor de la Corte Suprema , justo antes de los hackeos, era el propio ministro de Justicia.

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