LA DONCELLA SIN FAL

Caro amigo:
A propósito del tráfico ilícito de armas que la involucra, la Ministra Garré ha declarado primero que no sabe lo que es un FAL,y después que sí sabe, pero que nunca lo ha usado.
Respetemos su indoctez en temas bélicos. Bien está que una dama lo ignore todo de pistolas, mosquetones y chopos.
Lípidos más, siglos menos, la Garré recuerda con este gesto a aquel antañón romance de La Doncella Guerrera, en el que la protagonista pedía ruecas e hilos, cansada ya de blandir armas por la causa. Nuestra moza en cuestión, algo más prosaica y expeditiva, apenas si pide euros y dólares para consumar el alijo, contrabando o matute. Pero no debemos ser detallistas en las analogías.
Menos mal que no está encargada de Educación Sexual. Pues en ese caso podría excusar su ignorancia diciendo que no sabe un pito. Y después que sí sabe, pero que nunca ha usado uno. Lo que en los tiempos lúbricos que vivimos le resultaría fatalmente inhabilitante.
Déjeme ver si consigo alguna información más entitativa sobre lo que me cuenta del Irízar, y entonces veríamos de lanzar algún espolón sobre las macilentas ancas de Nilda. El compatriota Fernando Uría Acevedo se haya movido por la mejor intención, cual es la de suponer que la Garregana o barragana Garré está pecaminosamente dotada de aquello que los moralistas zaherían como pecuniae obediunt omnia, y que nuestros morochos llaman con inigualable tino: currar y afanar. Tres hurras entonces por el amigo Fernando. Pero cuando nos confiesa que para buscar "precios actuales de buques" "navegó por internet", estoy tentado de sugerirle que sería más eficiente consultar con quienes tienen por oficio navegar mares y ríos. Entonces, como le digo, podríamos hacer puntería sobre la testa homicida de la Doncella Sin Fal.
Suyo
En Cristo y en la Patria
Antonio