CORTE SIN COARTADA

Otro golpe al Gobierno. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se manifestaría contra las destituciones de MOLINÉ O´CONNOR y BOGGIANO



El Gobierno sigue sumando desprestigio en el mundo, no sólo por sus desaciertos sino por su actuación en base a ideología e intereses personales de sus miembros

La Corte kirchnerista se compone de una mayoría que comparte la ideología, los valores y las amistades del Gobierno

No se detienen las malas noticias para el Gobierno, especialmente en este momento, aquellas que lo desprestigian a nivel internacional, y que parten de entidades u organismos integrados por los representantes de distintas Naciones.

Hace apenas horas nomás que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) presentó graves imputaciones en contra del Gobierno de la Argentina. El citado organismo persigue internacionalmente el lavado de dinero y el financiamiento del narcotráfico y el terrorismo. Declaró que no se cumplen las normas de control en la Argentina y dejó serias sospechas sobre el funcionamiento del Banco Central local, y acerca de la corrupción en general en el país.

Antes que eso fueron las manifestaciones de otras entidades internacionales que reflejaron la falta de previsibilidad en el país por la permanente modificación de reglas de juego, y falta de transparencia en las leyes y resoluciones. Eso espanta a las inversiones, como mínimo, y hace que cualquier préstamo otorgado al país o a las Empresas del mismo, lleven muy altos intereses, por el riesgo que representa.

Y también, repetidamente, las entidades internacionales defensoras de la prensa, han advertido sobre los ataques que, de todas formas y tipos, reciben los Medios que pretenden ser independientes en la Argentina.

Y ya aquí en el país, aunque asimismo con trascendencia internacional, las instituciones que controlan el funcionamiento de la Justicia, se han expedido criticando las presiones que el Gobierno ejerce sobre los Jueces.

En ese escenario es en el que se manifestará la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con relación a los reclamos presentados por dos ex Jueces argentinos, miembros de la Corte Suprema de Justicia. Se trata de los Doctores EDUARDO MOLINÉ O´CONNOR, quien a instancias del ex Presidente NÉSTOR KIRCHNER, perdió su cargo a través del Juicio Político, ante un Congreso virtualmente ya manejado por el ex Presidente.

Dos años más tarde fue ANTONIO BOGGIANO la víctima, situación impulsada otra vez por KIRCHNER, en su ambición -decía -, de terminar con una Corte adicta a CARLOS MENEM.

No bastaron los reclamos de los aludidos, por parcialidad e irregularidades. La orden recibida por los Legisladores, era la destitución. En el lugar de los nombrados, el ex Presidente colocó a personas de su confianza quienes realmente, al menos en el plano ideológico, no lo defraudaron. Y tampoco se esmeraron para impulsar o actuar en investigaciones que comprometen a los Gobiernos de los KIRCHNER, en graves casos de corrupción.

¿Cuántos serán los Jueces hoy que han superado enormemente los cargos que se le imputaron entonces a MOLINÉ y a BOGGIANO?. Lo que ocurre es que quienes han cometido las transgresiones más serias, son funcionales al Gobierno, y por consiguiente no hay que tocarlos. No se trata de defender a los dos miembros del Alto Tribunal en época de MENEM, sino, sencillamente, de cuestionar los mecanismos políticos aplicados para dejar afuera a miembros de la Corte, y así colocar allí a personas complacientes al nuevo Gobierno.

Porque a nadie escapó, por entonces, que el caso de la destitución de los dos Jueces mencionados, fue bastante especial y notoriamente inspirado por NÉSTOR KIRCHNER, ni bien llegado este al Gobierno, para así colocar en los lugares vacantes a Jueces amigos. De no haber sido socio del Gobierno el Grupo CLARÍN, en aquel entonces, hoy el tema hubiera ocupado, en sus Diarios, Radios y Canales, enormes espacios de críticas duras por los despidos realizadas por intereses políticos.

De tan particulares que fueron los casos, se creo la curiosa y contradictoria situación, en cuanto a MOLINÉ O´CONNOR, de no poder reunirse la cantidad de votos, en el Senado, como para declarar al acusado de “inhábil moralmente para ocupar cargos públicos”. Eso dejó la puerta abierta para que MOLINÉ pueda volver a la Administración Pública, más allá de que éste y también BOGGIANO, prometieron llegar con sus reclamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para conseguir salvar su honor y, tal vez, pedir la reincorporación en sus antiguos cargos.

Fuentes confiables para ENFOQUES POSITIVOS, cuentan ahora con la información que indica que la aludida Comisión, con sede en Washington, tendría resuelto los dos reclamos mencionados, a favor de sus presentantes. La resolución se conocería en la próxima reunión de la Comisión, a celebrarse en, probablemente, no más de 60 días.

La información que aquí se presenta, ya estaría en manos también, del Gobierno, y obviamente la misma habría provocado un importante malestar en el matrimonio presidencial, el que tendrá tiempo para intentar disminuir el impacto, especialmente mintiendo, como es su costumbre, pero nadie podrá borrar lo que el documento tenga escrito. Le habrá resultado fácil, al Gobierno, tergiversar, con una pícara traducción, lo que dijo BILL CLINTON en su reciente paso por Buenos Aires, quien en realidad no favoreció en nada al Gobierno con sus comentarios, pese a lo que la transcripción de la charla sugirió. Muy distinto será intentar arreglar lo que ya estaría resuelto y escrito.

No es vinculante una resolución de la Comisión, pero sí puede serlo lo que resulte del paso siguiente que es lo que resuelva la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Difícilmente ésta, se oponga a lo que aconseje la Comisión. Y allí será distinta la fuerza que traiga la disposición de ese Alto Tribunal internacional.

Aunque tal vez eso llegue cuando ya los KIRCHNER estén preparando las valijas y en ese entonces el descrédito que pese sobre sus espaldas, ya será tan grande, que una mancha más al tigre, no le hará demasiado …

Fuente: ENFOQUES POSITIVOS.