La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

domingo, 13 de junio de 2010

EXPORTACIONES


Exportaciones indeseables

La Argentina dista de ser el único país en que algunos fanáticos del fútbol están más interesados en provocar desmanes violentos que en las alternativas de lo que se supone es su deporte predilecto. Los hooligans ingleses se han hecho célebres en el mundo entero por el salvajismo de su conducta. Pero mientras que las autoridades británicas suelen confiscar los pasaportes de tales personajes para impedirles viajar al exterior, parecería que las nuestras les dan apoyo económico, de ahí la irrupción en Sudáfrica de centenares de barrabravas notorios, algunos de los cuales ya fueron deportados porque tenían antecedentes penales, en un caso por tentativa de homicidio. Se trata de integrantes de una banda que se llama "Hinchadas Unidas Argentinas" que se identifica como kirchnerista: para que no quepan dudas en cuanto a su vínculo con el gobierno, el logo de la agrupación está conformado por la letra K y un pingüino, y entre sus dirigentes están diversos allegados del matrimonio presidencial. Como es natural, el escándalo supuesto por la negativa de los sudafricanos a dejar entrar a quienes se proclaman oficialistas ha motivado la preocupación de muchos parlamentarios opositores que quieren que el Poder Ejecutivo dé explicaciones acerca de su relación con los matones. Sospechan que pudieron viajar a Sudáfrica gracias al apoyo oficial, o sea, que el gobierno nacional pagó los gastos de una banda nutrida de delincuentes a cambio de servicios presuntamente rendidos. También debería motivar la viva preocupación del Poder Ejecutivo mismo, pero parecería que prefiere asegurarse la adhesión de tales sujetos a tomar medidas en su contra.

El que diez barrabravas fueran expulsados no bien llegaron a Johannesburgo puede considerarse motivo de alivio, pero es de temer que antes de finalizar el Mundial quienes lograron entrar en Sudáfrica encuentren oportunidades para hacer sentir su presencia. De ser así, les esperarían algunas sorpresas muy ingratas porque se enfrentarían con fuerzas de seguridad que son notorias por su extrema dureza. Sudáfrica es uno de los países más violentos del mundo, uno en que policías bien armados están acostumbrados a tirar a matar. Por lo demás, están en estado de alerta luego de haber recibido advertencias procedentes de organizaciones terroristas, entre ellas algunas vinculadas con Al Qaeda, que han amenazado con atentar contra los equipos de países que por una razón u otra quieren castigar. Sea como fuere, aun cuando, como es de esperar, los barrabravas se dejen intimidar por el despliegue policial, el que la llegada de centenares ya haya atraído la atención tanto de los anfitriones como de los medios de otros países no ha contribuido en absoluto a dar lustre a nuestra imagen internacional.

De emprenderse una investigación seria de este episodio, no podría limitarse a las razones por las que individuos con antecedentes penales lograron salir del país, para entonces ser detenidos en Sudáfrica, ya que sólo se trata de la parte visible de un iceberg muy peligroso. En torno al gran negocio que es el fútbol ha crecido una cantidad de agrupaciones de barrabravas que están estrechamente vinculadas con operadores políticos o con sindicalistas, por lo común peronistas, que las emplean para "ganar la calle" con métodos que son más apropiados para movimientos fascistas que para partidos democráticos. Lo más inquietante es la voluntad evidente del kirchnerismo gobernante de rodearse de organizaciones como Hinchadas Unidas Argentinas, los piqueteros liderados por Luis D'Elía y otros de características similares que constituyen fuerzas de choque que le sirven para sembrar miedo y, desde luego, para acosar a opositores mediante los escraches que se han vuelto rutinarios. Parecería que algunos estrategas kirchneristas han llegado a la conclusión de que les convendría agravar el "clima de crispación" que se da desde hace varios años, por suponer que los que temen que el país esté por entrar en una fase signada por la violencia estarían más dispuestos a votar por quienes presuntamente están en condiciones de controlar a los grupos más peligrosos y que por lo tanto podrían garantizar la gobernabilidad, tema éste que, al entrar el país en un nuevo período preelectoral, está destinado a cobrar cada vez más importancia en los próximos meses.
RN

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana