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domingo, 17 de abril de 2011

DIEZ CLAVES


ELECCIONES 2011
10 claves de la política argentina

Será una semana brave por el largo feriado pascual. Una suerte para Cristina Fernández, que viene de una semana de lipotimia. Todavía se desconocen los motivos del malestar pero si vuelve a ocurrir los del Frente para la Victoria no podrán seguir afirmando que carece de relevancia indagar en el motivo.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Muchas interpretaciones y escasa información en las columnas políticas dominicales. Esto revela, básicamente, incertidumbre acerca del escenario. No es para menos: más allá de los esfuerzos de Ricardo Alfonsín por legitimarse 'de prepo', no hay todavía ningún candidato presidencial en firme en la Argentina. Tampoco candidato vicepresidencial: si Hermes Binner no consigue que Antonio Bonfatti le gane el 23/05 a Rubén Giustiniani la elección interna del socialismo santafecino, su fortaleza mutará en cadáver.

Acerca de la fortaleza de Cristina Fernández hay bastante mito. Por un lado, es la consecuencia de la ausencia de definiciones en la oposición. Luego, es el resultado de su largo luto y no por una virtud política propia. Al fin de cuentas es la misma Cristina que el 26/10/2010 perdía los comicios de 2011...

Es lógico, entonces, que la coyuntura argentina se estire hasta el infinito, obligando a especular donde falta la información. Con todo, es posible rescatar 10 conceptos muy importantes:


1. "Los nuevos problemas de salud que ha padecido esta semana Cristina Fernández tal vez reconozcan una sola matriz: esta vez, no se debieron a los 40 grados de calor a la sombra, como en las dos ocasiones anteriores en las que sufrió una baja de presión, sino que fueron los recurrentes conflictos de su propia tropa los que la llevaron a ese límite del estrés. Muy probablemente, la mandataria no haya podido soportar la persistencia de un escenario en el que las cosas son al revés de como ella quisiera que sean: las balas llegan desde el bando amigo, y, enfrente, los enemigos no hacen otra cosa que pelearse entre ellos y dejarle servida en bandeja la victoria a su oponente, de seguir tal como están las cosas. (...)

Arrancó con el mal trago que le produjo anoticiarse de que Nilda Garré adjudicaba, palabras más o menos, a Néstor Kirchner y a Aníbal Fernández haber consentido la existencia de una policía corrupta y dedicada a financiarse ilegalmente durante todos estos años, desde 2003 a la fecha. No lo dijo con tanto detalle, pero ni falta hizo: sus afirmaciones, durante una charla que brindó junto a su principal asesor y mentor, el periodista oficialista Horacio Verbitsky, sonaron como un trompazo en los sensibles oídos del cristinismo de paladar negro." (Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires).


2. "¿Por qué razón tanto análisis cuando su buena imagen y el berenjenal opositor podrían colocarla en los umbrales de un triunfo? Podría partirse de un principio político: Cristina siempre creyó, como Kirchner, que la suerte de cualquier mandatario en la Argentina estaría echada sin la expectativa de una reelección. Por eso su marido le cedió el poder en el 2007. El ardid lo habilitaba a él mismo para otro par de turnos. La Presidenta fue notificada la semana pasada de que los peronistas están pensando en su final antes de que pueda volver a empezar: Juan Manuel Urtubey, victorioso en Salta, proclamó su candidatura presidencial para el 2015. La voz de Urtubey fue el eco de varios." (Eduardo van der Kooy, en Clarín).


3. "Representando al ala izquierda del radicalismo, Ricardo Alfonsín logró que Cobos y Sanz, respectivamente centro y centroderecha de la UCR, se bajaran de sus precandidaturas. Y es a la vez prenda de unión de su partido con el socialismo y el GEN, además de facilitador de frentes con la Coalición Cívica y –aunque difícil, no imposible– con Proyecto Sur. Todos estos partidos comparten la visión intervencionista del Estado en la economía, como también el rescate de la memoria sobre los daños de la dictadura. Salvo una parte del Peronismo Federal y del PRO, a la gran mayoría de la sociedad le gusta hoy definirse como progresista.

Otra hipótesis de este “pasaje a la izquierda” de las mayorías es que Néstor Kirchner no haya sido su artífice sino su continuador y usufructuador. Que ese fenómeno se viniera gestando desde antes de su llegada y además fuera regional. En la mayoría de Sudamérica se produjeron corrimientos electorales hacia la izquierda: Uruguay, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y ahora muy probablemente Perú se encaminan en esa dirección.

(...) Pero, ¿se trata de un fenómeno de izquierda o derecha? ¿O de lo popular versus lo que no lo es? Deleuze decía: “No hay comunicación sino malentendido”.

(...) El peronismo es otro ejemplo: tiene su ala izquierda (en este ciclo, los kirchneristas) y el conservadurismo popular (Duhalde, Rodríguez Saá, Menem o Saadi). A veces se mezclan: Garré y varios militantes de la izquierda combativa de la JP setentista volvieron a la democracia en 1983 de la mano de Leónidas Saadi. También se mezcla hoy: “Muchos intendentes del Conurbano que apoyan al kirchnerismo son claramente de derecha”, dijo también Alfonsín en su reportaje. Y si Cristina Kirchner no se presentara, Scioli se llevaría una parte del actual universo oficialista para enfrentar a otro candidato puramente kirchnerista." (Jorge Fontevecchia en el bisemanario Diario Perfil, de Ciudad de Buenos Aires).

4. "El peronismo disidente, como el radicalismo, está ahora seriamente dividido. Eduardo Duhalde supone que el kirchnerismo se estaba metiendo en su módica interna con Rodríguez Saá, y que la mayor sorpresa se la estaba preparando en la provincia de Buenos Aires, de la mano de Luis D'Elía y de Emilio Pérsico. Hubiera sido una herida mortal y precisa: ¿cómo explicaría Duhalde una derrota en el territorio que gobernó o lideró durante casi dos décadas? ¿Cómo explicaría el triunfo de un Rodríguez Saá en la monumental provincia? No puede negársele cierta ingenuidad a la política de Duhalde. Esa interna abierta, sin condiciones ni requisitos, era más propia de políticos suecos que de pícaros argentinos.

Siempre se puede estar peor, se resignó Macri, desalentado, cuando se enteró del alboroto entre Duhalde y Rodríguez Saá. Macri cuenta con el apoyo de Duhalde para terminar el 14 de agosto en las semifinales, según la jerga del macrismo, entre tres grandes fórmulas opositoras: la de Macri, la de Duhalde y la del radicalismo. Macri y Duhalde buscan el compromiso radical, que no existe por ahora, y el acuerdo de todos para apoyar en octubre al ganador de agosto. Duhalde se comprometió a empezar mañana mismo, ya liberado de la frugal competencia con Rodríguez Saá, a trabajar en esos acuerdos con el resto de la oposición.

El conflicto encaja entonces en la división radical. Macri se reunió el miércoles pasado con Ernesto Sanz para tentarlo con un proyecto común. El obstáculo nunca fue Sanz, que entiende desde hace mucho la necesidad de una amplia oferta opositora, sino Ricardo Alfonsín, convencido de que es el único candidato opositor que podría ganarle a Cristina Kirchner en una segunda vuelta. Las encuestas no dicen eso, pero el alfonsinismo está seguro de que terminarán diciendo eso. La razón cede frente a los presentimientos. Esas profecías explican también por qué Macri es un límite infranqueable para el alfonsinismo, pero no lo es Francisco de Narváez. Macri puede ser candidato presidencial y De Narváez tiene un conflicto constitucional para serlo. También la moneda opositora está en el aire.

No seré Frondizi, aclaró Sanz; precisó, así, que no dividirá el radicalismo para compartir una fórmula con Macri. Sanz intenta, por ahora, abrir al radicalismo a acuerdos que abarquen a De Narváez, a Felipe Solá y al propio Macri." (Joaquín Morales Solá, en el diario La Nación, de Ciudad de Buenos Aires).


5. "En medio del tobogán, el rumor que se esparció sobre Carlos Reutemann, presuntamente interesado esta vez en anotarse en la carrera tras una cena con Mauricio Macri, se parece por ahora más a una expresión de deseos que a una posibilidad que tenga chances ciertas de concretarse.

Más allá de ese encuentro, sólo el jefe de Gobierno porteño logró convertirse, aunque por poquísimo tiempo, en el referente más arriesgado de la vereda de enfrente, con el simple expediente de haber tirado públicamente sobre la mesa media docena de títulos (Educación, Trabajo, Seguridad, Pobreza, Infraestructura y Pacto Fiscal). Pero, así como se mostró, en 24 horas le llegó el deshielo. Más allá de que casi nadie quiso interpretar que se trataba de sumar ideas para contemporizar y para oponerle al Gobierno, en general hubo desde descalificaciones cuasifascistas hacia su persona, hasta ninguneo a la propuesta." (Hugo E. Grimaldi, en la agencia DyN).


6. "Días atrás, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, formuló un llamado a las fuerzas políticas de la oposición a acordar coincidencias básicas en políticas de Estado como punto de partida hacia un amplio entendimiento electoral. Entre los puntos sobre los cuales propuso arribar a consensos figuran el acceso gratuito a la educación pública, los incentivos para trabajadores y empresas, los planes contra la inseguridad y el narcotráfico, las estrategias para erradicar el hambre y la pobreza, un plan nacional de infraestructura y un pacto fiscal. Esta idea está alineada con el acuerdo de políticas públicas promovido desde hace algo más de un año por Eduardo Duhalde y Rodolfo Terragno.

La nueva iniciativa recogió apoyos en el Peronismo Federal y en algunos dirigentes del radicalismo, como el vicepresidente Julio Cobos, y silencio en otras figuras de la oposición. Días antes, el precandidato presidencial de la UCR, Ricardo Alfonsín, había señalado equivocadamente: "Nuestro límite es Macri".

Al margen de las diferencias que conlleva la competencia electoral, sería deseable que ni los vedetismos ni la pugna por los cargos hagan perder de vista que ningún debate sobre coincidencias en materia de políticas públicas puede tener limitaciones. La esencia de la política pasa por el diálogo y la búsqueda de consensos en pos del bien común." (Editorial dominical del diario La Nación).


7. "El radicalismo de Ricardo Alfonsín bascula hacia la izquierda esperando transar con el socialismo y con Pino Solanas. Pero Hermes Binner juega su destino, aún incierto, en las internas provinciales de mayo. Solanas levantó una tormenta en la izquierda con su idea de pelear en Capital. Ernesto Sanz y Julio Cobos, el otro cuerpo radical, desearían ampliar el abanico. Pero chocan contra Alfonsín y contra un resto opositor inestable y cambiante." (Eduardo van der Kooy, en Clarín).


8. "La elección de Salta confirmó la continuidad del gobernador Juan Manuel Urtubey por cuatro años más. Desde ese momento, planteó su proyecto presidencial para 2015, con basamento en el liderazgo de la región. Según el escrutinio oficial, el salteño obtuvo el 60% de los votos. ¿Podrá José Alperovich equiparar o superar ese porcentaje con ocho años de desgaste a cuestas? Es condición previa que se desplomen las objeciones a la constitucionalidad de su tercera chance, lo que se definirá en la Corte Suprema de Justicia, en un proceso que asoma complicado.

(...) "José es muy franco, no es un especulador. En cambio, (Urtubey) tiene un vicegobernador de un partido opuesto (Andrés Zottos). Seguramente en la fórmula no lo tendríamos. Sería el límite", sintetizó la primera dama de Tucumán. En rigor, el gobernador salteño es peronista de origen, a diferencia de Alperovich, de procedencia radical. Es también un dato histórico." (Carlos Abrehu, en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán).


9. "Para Hermes Binner no hay octubre sin mayo. Y no se trata de una cuestión antojadiza de calendario. Los desastres seriales de la oposición no peronista han logrado que la mirada nacional vuelva a volcarse sobre el socialista, que antes de definir una candidatura presidencial debe asegurar el territorio provincial atado a la suerte de Bonfatti. La caída del radicalismo en Catamarca y las pobres performances que realizaron sus candidatos en Chubut y Salta se mixturaron con el nuevo brote de internismo y, en ese escenario, las acciones de Binner se fueron para arriba en paralelo con la decisión aparente de Fernando Pino Solanas de competir en la ciudad de Buenos Aires por la Jefatura de Gobierno.

Giustiniani tiene también sus prioridades de campaña a la hora de lo que el mismo ha definido como lo más parecido "a un partido de tenis". Necesita el senador mantener distancia con Bonfatti, sabedor de que en las últimas semanas de campaña el aparato oficial caerá como una lluvia de estrellas sobre su humanidad.

El presidente del Partido Socialista ha dedicado todo este tiempo a aguantar los mandobles que le dirigieron desde campamento binnerista sin contestar ni una sola vez." (Mauricio Maronna, en La Capital, de Rosario, Santa Fe).


10. "La reglamentación del nuevo sistema de elecciones internas partidarias para la selección de candidatos a nivel nacional y bonaerense terminó de pulverizar el sentido que alguna vez se supone que tuvo el mecanismo, para ponerlo en riesgo cierto de convertirse en una mera pérdida de tiempo y de plata, la de todos, la del Estado.

Sendas leyes de la Nación y de la provincia de Buenos Aires plasmaron ese nuevo sistema que impone que las fuerzas electorales deberán dilucidar sus pujas internas por las candidaturas para presidente y legisladores nacionales, por un lado, y para gobernador, legisladores provinciales e intendentes y concejales, por el otro, en comicios que serán abiertos (votan todos los ciudadanos y no sólo los afiliados partidarios), doblemente obligatorios (para las fuerzas políticas y para los ciudadanos) y simultáneos (todas las fuerzas deberán realizar esos comicios en una misma jornada).

Estas normas, gemelas, fueron sancionadas a fines de 2009 y el sistema debutará este año. Fueron impulsadas por Néstor Kirchner tras su derrota de aquel año, apoyadas por la UCR y presentadas a la sociedad como "un paso de la reforma política" que, para otorgarle transparencia y solidez a cuestiones que constituyen pilares básicos del sistema democrático, vienen prometiendo los políticos desde que, allá por el 2002, se asustaron con el "que se vayan todos". (...)

El vaciamiento final del sistema llegó en las últimas horas, de la mano del oficialismo. Con el poder en sus manos de reglamentar ambas normas, la Casa Rosada y la Gobernación rehabilitaron las colectoras bajo el nombre de "listas de adhesión". Las internas de un espacio y sus aliados volverán a dirimirse en la elección general, en abierto choque con el espíritu y la letra de las leyes." (Marisa Álvarez, en El Día, de La Plata, provincia de Buenos Aires).

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