A HORACIO ZARATIEGUI
SIN HABERLO CONOCIDO PERSONALMENTE, PERO HABER VIVIDO SUS ESCRITOS, LO SIENTO COMO UNA PÉRDIDA AMIGA Y ADHIERO A HORACIO PALMA. LIC. FRANCISCO SCOLARO
Quemando naves... (A Horacito Zaratiegui... maestro de lucha)
Sin el, quedamos todos un poco huerfanos. Si, nos quedamos con esa espina incomoda de no haber podido oir su grito desesperado. El maestro se fue quemando naves… se le fue la vida en la mejor de las luchas: La de su Patria.
Por Horacio Palma
¡¡Y la reputa madre que los parió!!...se fue Horacito Zaratiegui.
“Sorry ladies!”, como diría él…pero fue lo primero que dije cuando me enteré.
Un día antes, en el acto de homenaje al coronel Larrabure, le pregunté a un amigo en común por Horacito… “no vino, anda medio bajoneado”, me contestó.
Terminó el homenaje, tomé el subte hasta mi casa, llegué, y lo empecé a llamar a la casa. Lo debo haber llamado como diez veces, y el muy turro no me atendió.
Tuve el honor y la suerte de conocer al Señor Horacio Zaratiegui (h).
Nos reunimos por primera vez en una confitería de la Avenida Juramento. Nos encontramos a la siesta, y se nos hizo la noche entre charla y charla.
Era brillante. Era único. Incansable en la lucha. Esa lucha que nos juntó hace varios años. El con sus ideas claras y sus escritos brillantes… y yo con mis notas.
Yo lo admiraba profundamente… y tuve la suerte de poder decírselo mil veces.
Era el tipo que estaba siempre. Que estaba en todas, que apoyaba a todos…pero sin el vedettismo de querer figurar.
Era el tipo de las ideas claras. El de las frases justas. El de la información profusa. El del archivo inagotable. El que no fallaba nunca a un pedido… “horacito, necesito aquella foto de tal atentado”…y al rato el archivo de horacito en el mail.
Tenía esa vena especial del publicista, y con ella podía decir mucho con poco. El tipo de las frases que quedan. El tipo que con la imagen, comunicaba más que con mil palabras. Se fue Horacito Zaratiegui. Nosotros ya lo comenzamos a extrañar, y “los otros” respirarán ahora un poco más aliviados.
Se fue Horacito, y lo escribo y todavía no lo puedo creer. El tipo que me recibió siempre con los brazos abiertos desde el principio, en un ámbito y en un tiempo donde otros miraban con recelo. El tipo de la palabra autorizada. El que rompió mil veces sus lanzas contra los que criticaban a los que hacían. El tipo que más hizo para que todo ese coro disperso de voces que andábamos gritando Memoria Completa, se uniera y se reuniera.
413 catarsis llegó a publicar horacito, que dieron varias veces la vuelta al mundo por Internet. Y supongo que alguien de su familia tendrá que hacerlas libro alguna vez.
Se fue horacito, que fue para nuestra lucha como un faro en Internet.
Nos queda su ejemplo de lucha: Hacer, hacer y hacer. Hacer siempre, y a pesar de los pesares. Tirar siempre para adelante. Contra viento y marea. Nos deja su ejemplo de ayudar a la causa de la Verdad, sin pedir nada a cambio. Pero nada en serio.
Nos queda esa sonrisa franca y sincera. Ese brillo especial en sus ojos cuando nombraba a sus “melli”,
Puta, me va a costar ir a algún acto, y no verlo ir y venir con su mochila al hombro.
Sin él, quedamos todos un poco huérfanos.
Sí, nos quedamos con esa espina incómoda de no haber podido oír su grito desesperado.
El maestro se fue quemando naves… se le fue la vida en la mejor de las luchas: La de su Patria.
“Cuando dejemos de ser cobardes, los Kirchner dejarán de hacerse los valientes”…escribió en su último renglón.
Entendieron ¿no?
Chau hermano...gracias por todo. Y hasta siempre.
http://horaciopalma.blogspot.com/2008/08/quemando-naves.html
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