KORRUPCIÓN
EL VACIAMIENTO DE AEROLINEAS ARGENTINA
En el año 1990, el ex presidente Carlos Menem decidió la privatización de Aerolíneas Argentinas, ganando la licitación la empresa española Iberia. Luego pasaron por la dirección de la empresa American Airlines, para pasar a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y en el año 2001 al Grupo Marsans, a través de la empresa Air Comet.
La historia de la empresa ya en manos privadas, marca un total vaciamiento de la aerolínea de bandera, que se dio conjuntamente por la inacción por parte de los representantes argentinos, de controlar y hacer cumplir la ley, que hizo que los dueños de Aerolíneas Argentinas hicieran lo que quisieran a lo largo de 18 años, y que terminó con una empresa totalmente desguasada y que será muy difícil volverla a poner en pié.
Al momento de privatizar la empresa en el año 1990, el gobierno argentino absorvió 868 millones de dólares de deuda y la empresa se entregó con pasivo 0, y ahora el Estado nacional se hace cargo de una empresa que se calcula extraoficialmente que tiene una deuda cercana a los 900 millones de dólares, comprando la Argentina un nuevo dolor de cabeza que nadie logra entender, ya que la Argentina saldrá totalmente desfavorecida en este negocio.
Pero el escándalo de Aerolíneas Argentinas al momento de privatizarse fue mayúsculo. En el contrato que firmó la empresa con el gobierno menemista, se estipulaba en una cláusula que Iberia podía incluir en el pasivo de la empresa argentina la deuda que Iberia había adquirido para comprarla, ya que había pedido innumerable cantidad de créditos para hacerlo. De esta manera, los argentinos nos tuvimos que hacer cargo de la deuda de una empresa extranjera, que quería hacer negocios en nuestro país. Este fue uno de los tantos escándalos de corrupción que rozaron a la época menemista, de la cual todavía no hay nadie preso.
Aerolíneas Argent inas (AA) fue prácticamente vaciada en sus activos por los españoles en sus distintas administraciones. En 1990, cuando todavía era propiedad del Estado nacional, Aerolíneas Argentinas tenía en su flota 28 aviones propios y uno solo alquilado, y todos estaban en perfecto funcionamiento. Hoy en día, a casi 18 años de haberse privatizado, la aerolínea de bandera nacional, sólo tiene 1 avión propio, y el resto de su flota son 30 aviones que están en leasing, es decir, que están arrendados con derecho a compra.
Estos aviones que tiene AA, en su mayoría están parados en Ezeiza por reparaciones, que no pueden hacerse por falta de repuestos, o directamente porque ya han quedado obsoletos de acuerdo al servicio que se presta hoy en día internacionalmente. Vale decir que estos aviones que tenía AA al momento de privatizarse, fueron pasados luego a las empresas que se hicieron cargo de la conducción de la empresa, caso Iberia, y pasaron a formar parte de su flota, dando a AA los aviones que estaban en pésimas condiciones en su empresa para funcionar con el logo de Aerolíneas.
Hoy en día un repuesto que no se tiene implica que el avión esté en tierra dos o tres días hasta que se consigue, con la consiguiente pérdida de dinero por no usarse, ya que recordemos las aeronaves están casi todas alquiladas. La empresa mantuvo a lo largo de todos estos años, contratos para pedir motores a empresas que se dedican a alquilarlos por altísimos costos diarios, y contrajo una gigantesca deuda con las mismas, que estaría involucrado en el pasivo que el Estado argentino tendría que hacerse cargo, si es que se cumple con la palabra que supuestamente el gobierno nacional le dio al Grupo Marsans para que dejara AA.
Sectores de la oposición denunciaron que durante toda esta etapa en la que AA estuvo privatizada, los Jumbos que eran propiedad de AA viajaban a Europa, donde los mecánicos de Iberia cambiaban los repuestos y les ponían a los aviones de AA repuestos en pésimas condiciones, que hacían que al momento de llegar a Ezeiza hubiera que cambiarlos, corriendo todo ese gasto por AA, al mismo tiempo que Iberia no invertía un peso en los mismos. Desde la empresa española aseguran que to do esto es mentira, pero hasta el momento no han presentado una sola prueba que demuestre que lo denunciado no sea cierto.
Iberia primero, luego American Airlines, la SEPI y por último Marsans, dejaron sin uso innumerable cantidad de rutas aéreas que antes AA cubría, perdiendo mercados que pasaron a formar parte de las empresas principales de los grupos, con la consiguiente pérdida económica que eso representó para AA, por lo que se perdieron los derechos de rutas de toda América, Europa y la Vía Transpolar que tenía AA en épocas en las que pertenecía al Estado nacional. Además esto representó una enorme pérdida de confianza en la empresa, que durante años, y sobre todo en 80´, se había ganado internac ionalmente por cubrir mercados diferentes y por volar a todos los destinos de la Argentina , fueran comerciales o no.
Los trabajadores denuncian que al momento de privatizarse la empresa, AA le hizo entrega a la española Iberia de todas sus rutas a países como Holanda, Francia, Alemania, Inglaterra y Suiza, ocasionando un perjuicio incalculable para la aerolínea de bandera nacional, con las pérdidas económicas y de prestigio que esto trajo aparejado. Además, se denunció en reiteradas oportunidades, que durante todos estos años, había entre Madrid y Buenos Aires cuatro vuelos diarios, siendo los tres primeros propiedad de Iberia y el cuarto de AA, pero al momento de vender los pasajes, primero se vendían los vuelos correspondientes a Iberia (que ade más estaban en los mejores horarios), y luego, lo que quedaba, era suministrado a AA. Por eso los aviones de Iberia viajaban diariamente completos, mientras que los de AA estaban en un 60 o 70 por ciento, y todos ellos en el último horario, que es cuando menos gente viaja.
Cálculos extraoficiales muestran que el patrimonio de AA al momento de ser privatizada en 1990, ascendía a alrededor de 640 millones de dólares, contando la empresa además de los aviones, con lujosas e impresionantes oficinas en los grandes centros turísticos internacionales, como son las ciudades de Roma, París, Nueva York, Miami, Madrid, Bogotá, Lima y Caracas, que fueron pasadas directamente a las empresas que las compraron, perdiendo AA un patrimonio que todavía hoy en día es reclamado.
Pero el tema no quedó ahí, sino que AA perdió más de 110 mil pasajeros en el mercado europeo cuando la empresa decidió restringir los vuelos propios a Madrid y entregar las combinaciones con París, Londres y Frankfurt a Iberia. AA también traspasó a Iberia la red de teleprocesamiento de datos y el sistema de reservas, quedándose sin nada y absorbiendo todas las pérdidas que la empresa española generaba.
Lo descripto anteriormente, es sólo una pequeña muestra del impresionante vaciamiento que su frió Aerolíneas Argentinas en casi 18 años de privatización, con una deuda gigantesca que se presupone que el Estado argentino deberá hacerse cargo al decidir reestatizarla y sacársela al Grupo económico español Marsans, y que se estima que supera ampliamente los 900 millones de dólares. Este vaciamiento se hizo con la complicidad y la inacción de los funcionarios argentinos, que dejaron que Iberia y las demás empresas que fueron dueñas de AA hicieran virtualmente lo que quisieran, mirando para otro lado.
El caso de Aerolíneas Argentinas demuestra claramente uno de los mayores casos de corrupción, pasividad e ineficiencia de un Estado que no controló, no supo o no quiso controlar a las empresas privatizadas, que hicieron que la aerolínea de bander a viviera uno de los mayores escándalos de vaciamiento de una empresa cometidos en nuestro país, y que ahora se quiere tapar con la reestatización de la empresa.
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