PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS
Como la mayoría de los que aún creen que esta vida tiene un propósito, profeso el Cristianismo. Desde la vereda de los pecadores. Me siento mejor en ella. Porque ese sitial no admite falsas modestias ni se cuentan en él las virtudes. Sólo los defectos de un comportamiento, errático y contagiado de lo mundano, ó sea, la vida sin claroscuros, con más matices que otra cosa ponderable. Pero de alguna manera y pese al escepticismo de lo que he podido apreciar en el grueso de lo que mis semejantes son, sobre todo respecto de los más contemporáneos, insisto en permanecer temeroso de Nuestro Señor. Y esa devoción me indica un sendero. Que si existe la Luz Divina, la oscuridad es un hecho. Son los contrastes, entre el Bien y su oponente. No deseo impresionarlos con esta improvisada y doméstica liturgia. Es sólo una deducción. Pero reflexionemos acerca del Mal, que ha sido la cimiente de todos y cada uno de nuestros padeceres y lamentos. Tengo una teoría respecto a lo maligno y su reencarnación. Nada demoníaco puede manifestarse, sino a través de una forma humana. Los estudiosos de las combinaciónes matemáticas, desde tiempos remotos, han tratado de escudriñar sobre ¿Quién fue la Bestia?. La del 666. Formas poligonómicas, como sumar letras, que a su vez representaban números, nos alcanzaron algunos ejemplos, a saber: Nerón, Bonaparte, Hitler, Stálin y muchos otros menos conocidos. Ignoro que certeza hay en esa modalidad aritmética. Pero sin recurrir a ese mecanismo, ni al astrológico, creo que en estas tierras, la deidad diabólica está presente entre Nosotros. Es por ello, que los invito para comenzar a mirar a esta dinastía K, como la aquiesencia luciferiana. No debemos seguir pontificándo sobre lo absurdo y criminal del ominoso accionar de esta administración. Debemos salir de lo maniqueo, para introducirnos en otra órbita. En la de las tribulaciónes que provoca todo lo malsano. Lo pertubador. Lo inicuo. Lo malvado. Existen más adjetivos, pero creo haber citado los suficientes. Para que se entienda. Que es la tarea más difícil que se autoimpone quien desea expresar una idea. Dejemos atrás, los puntuales y aberrantes actos de gobierno. Pensemos más bien, ¿Porqué se están llevando a cabo con tanta sevicia?. Con esa cuota intoxicante de malicia y perversión. No existen componentes ni axiológicos ni dogmáticos para analizar a esta banda. Porque, a mi jucio, sin pretender ingresar en lo apodíctico, que conlleva a creer que sólo uno mismo posee la suma del conocimiento, esta gente es parte de un aquelarre. Aunque les suene demasiado bíblico, en lo personal no encuentro una respuesta más certera. Dentro de esa introducción, tal vez poco frecuente, en el terreno del análisis político coyuntural, les propongo que se interroguen a sí mismos y se autoformulen una sóla pregunta: ¿Porque un gavilla de sujetos, incompetes y amorales pueden hacer padecer tantas angustias y devaneos a toda una población?. La respuesta no debe encontrarse en lo político, ni en lo ideológico. Este no es un gobierno que ha levantado el trapo rojo de la internacional socialista. A estos pútridos k no los motiva, ni la distribución de la riqueza, ni la extinción de la pobreza. No cuentan con enseñas paradigmáticas como la remanida y mundialmente agotada "dictadura del proletariado"Sólo se interesan por aquilatar su inmensa y malhabida fortuna. A pesar de los infortunios que el amasado de esos sucios caudales, provocan en los demás. En sus semejantes. Entre quiénes, me excluyo, les confiaron un mandato. Cuando Roberto M Ortíz, falleció, poco tiempo después de renunciar, sus herederos no pudieron evitar que les rematasen la estancia que tenía en Ayacucho. Porque había abandonado sus negocios personales para dedicarse a la función pública. Las hijas de Agustín P Justo, tuvieron que venderle a la Universidad de Lima, la incunable biblioteca que les dejó como herencia, porque nohabía un puñetero peso para repartir. Ramón Castillo, cuando ejercía la Magistratura, antes de ser Presidente, se trasladaba en tranvía desde su domicilio hasta Tribunales. Cuando Elena Faggionato -esposa de Don Arturo Frondizi- murió, fue Tito González, quien se hizo cargo de los gastos de sus exequias, porque el Viejo no tenía lo suficiente para hacerse cargo de "la cuenta". Les he referenciado estos Dignísimos ejemplos, porque irónicamente, los cuatro, entre muchos otros, fueron tan denostados, por estos historiadores "progresistas" encabezados por este orate de Felipe Pigna, tan de moda entre esta cursi y nueva corriente de los revisionistas. El caso es que con sus más y con sus menos, la historia nos atestigua sobre incontables ejemplos de la verdadera noción de lo que se conoce como "virtud Republicana". No transitamos por este vergonzoso derrotero, por carencia de antecedentes. Lo hacemos porque estamos imantados e impregnados de lo que Carlos Manuel Acuña suele denominar, como anomia, anemia y atonía social. Pero debemos escarbar un poco más. Porque lo que señala mi Amigo, es una parte de la verdad. Hay algo más profundo. Estamos, lo quieran reconocer ó no, prisioneros de una demonización colectiva. A cualquier Presidente, salvo Menem, que tomemos al azar, lo hubiésen depuesto por el primer escándalo de corrupción, mucho más insignificante, que el más pequeño de la era k. Pero no deseo involucrarme nada más que en lo crematístico y en lo indebido. Deseo ir más allá. Deducir, aunque carezco de una adecuada respuesta, para desentrañar ¿cuál es el límite de tolerancia de toda una Nación? ¿Porqué soportamos tanto?. ¿Cuál es el motivo de nuestro desceno? Con una economía superavitaria, permitimos que estos malditos, nos arrastraran a una crísis tan absurda e innecesaria como la que afrontamos. Tan mansa y pacíficamente. ¿Que tienen estos dos satánicos personajes?. Hay algo. No lo puedo definir todavía. Pero creo que la pista, nos tiene que conducir hacia lo maléfico. Porque estos dos han sido ungidos por el Príncipe de las Tinieblas. Cordialmente Lucio Catano (h).-
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