JUSTICIA Y ELECCIONES

LA JUSTICIA SE PREPARA PARA EL AÑO ELECTORAL

La Corte y el Consejo se alejan de los Kirchner. ¿Y los jueces federales?

Por Carlos Tórtora (*)

La Corte Suprema se está distanciando rápidamente del gobierno a partir de dos hechos: primero está la denuncia que formuló para que se investigue si el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, incurrió en un delito al incumplir la sentencia del Máximo Tribunal que ordenó reponer en su cargo al ex procurador Eduardo Sosa. El otro hecho sería la inminente confirmación por la Corte de la medida cautelar que mantiene suspendida la aplicación del estratégico artículo 161 de la ley de medios. Este giro coincide con lo que está ocurriendo en el Consejo de la Magistratura. “Vamos a ser mayoría por primera vez en el Consejo de la Magistratura, contra seis votos que tendrá presumiblemente el oficialismo. Así que allí podremos, en primer lugar, establecer una defensa fuerte de los jueces, en punto a terminar con las denuncias infundadas que intentan presionar en el funcionamiento del Poder Judicial”, aseguró ayer Ricardo Recondo, minutos después de finalizados los comicios en los cuales casi 700 magistrados de todo el país renovaron a sus representantes en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

Con la Corte poniendo distancia y quedando en minoría en el Consejo de la Magistratura, al kirchnerismo mantiene por ahora su influencia en el otro sector estratégico de los tribunales: la justicia federal. Allí se tramitan más de 100 causas originadas en denuncias por corrupción contra altos funcionarios y ex funcionarios del gobierno nacional. La justicia se va polarizando entonces entre las crecientes muestras de independencia de la Corte y la complacencia del fuero federal. La pregunta se impone sola: ¿El vuelco de la Corte y del Consejo puede hacer que algunos jueces federales aceleren las causas que involucran al gobierno? Al menos en teoría la posibilidad existe, aun cuando hasta ahora ninguno de los 12 jueces federales que trabajan en Comodoro Py ha dado señales de acorralar al gobierno con los expedientes. Corren el obvio riesgo de que, si el kirchnerismo pierde las elecciones, sean acusados de retardar la tramitación de los comprometedores expedientes. Por otra parte, los fuertes gestos de la Corte los están descolocando. Si alguno de los jueces federales se decidiera a avanzar, la salud política del gobierno se podría deteriorar rápidamente.

Cálculos

A poco más de un año del cambio de gobierno, los jueces evalúan los riesgos como cualquier funcionario de carrera. Los ministros de la Corte tienen fresco el recuerdo de lo que le ocurrió a la Corte anterior, que fue barrida del mapa por su identificación con el menemismo. El paso que acaban de dar Ricardo Lorenzetti y sus colegas equivale a un salvoconducto para transitar el cambio de gobierno.

Ahora, en la Casa Rosada se estaría analizando la política a seguir frente a la incipiente rebelión judicial. Algunos consultores del oficialismo ya estarían sugiriendo que si el Ejecutivo embiste contra la Corte lo único que lograría sería que la sociedad en su conjunto se incline a favor de los jueces. Los ataques frontales contra Papel Prensa y Fibertel y el brutal reto a Daniel Scioli consiguieron el efecto contrario al buscado y esto podría repetirse. Se sabe que en la SIDE estarían en preparación campañas de desprestigio contra varios miembros de la Corte. Y también que las mismas servirían como un mensaje para los jueces federales que custodian los expedientes de la corrupción.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Carlos Tortora por gentileza del Informador Público.