HACEN FALTA PUMAS EN LA POLÍTICA
Hacen falta ''PUMAS'' en la política
Fuente: Newpolitic.com .
Cuando uno se sienta frente al televisor y ve a esa treintena de argentinos salir al campo de juego del Mundial de Rugby que se desarrolla en Francia, admira el valor, el coraje y el espíritu ganador de esos hombres que llevan con orgullo en su camiseta los colores celeste y blanco que la identifican con nuestra bandera.
La mayoría de ellos son profesionales y juegan en clubes de países desarrollados, como Francia e Inglaterra, y otros son casi jugadores amateurs que militan en humildes y sufridos equipos de rugby de nuestro país.
Unos están en la elite máxima de ese deporte, con elevados ingresos en euros o dólares por sus contratos, con toda una avanzada organización e infraestructura a su servicio.
Unos pocos juegan en clubes nacionales como Hindú, CASI, Newman o Alumni, con todas las limitaciones económicas e institucionales que sufren esas entidades sin fines de lucro.
Pero allí en Francia, son todos iguales; no hay reyes ni príncipes... sólo compañeros… sólo jugadores.
Seguramente no todos comparten los mismos gustos e ideas, tanto en su actitud personal como en sus preferencias políticas, pero cuando salen a la cancha no hay peronistas, ni radicales, ni socialistas, ni de derecha ni de izquierda... Simplemente hay un objetivo común a todos ellos, defender con honor los colores argentinos y, si es posible, GANAR cada encuentro, o dejar el alma sobre el césped aún en la derrota.
Los "PUMAS" son un EQUIPO. Quince hombres que comparten su pasión, esfuerzo, sacrificio y solidaridad dentro de la cancha y otros quince que sentados en el banco de suplentes, alientan a sus compañeros sin envidias, sin egoísmos y sin resentimientos por no tener contacto con esa "ovalada" que aman y desean tener entre sus manos.
La dirigencia política debería mirarse en el espejo de esos "Pumas" para que toda la sociedad argentina termine obteniendo el triunfo más importante y valioso de su historia, el despegue definitivo hacia un destino de progreso y de grandeza.
Pero esto es simplemente una utopía, porque la humildad de los Pumas, su sentido de equipo, y la solidaridad de cada uno de ellos para con el resto, se contrapone a la soberbia de los políticos, a su individualismo unipersonal y a la indiferencia para con aquellos para quienes deberían gobernar.
Los Pumas, algunos muy jóvenes y otros que ya pasaron largamente los 30; salen a la cancha con el inmenso ORGULLO de ser argentinos; con esa camiseta celeste y blanca pegada a la piel.
Si hasta uno se llena de emoción de verlos abrazados en el centro de la cancha, y observando como los ojos de esos grandotes corpulentos se humedecen cuando con toda la fuerza de sus voces entonan el Himno Nacional sintiendo verdaderamente a su Patria, en su mente, en su corazón y en su alma.
Personalmente nunca he visto a dirigentes políticos emocionarse demasiado escuchando y entonando el Himno en aburridos actos oficiales, y mucho menos los he visto cantarlo con voz firme, apenas un murmullo, simplemente como un mero compromiso.
Después sí, llegan los discursos, encendidos y altisonantes. Las arengas despectivas, la agresión constante.
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