La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

jueves, 11 de diciembre de 2008

SOCIOS

La historia negra de los socios rusos de Cristina.
http://www.lapoliticaonline.com.ar/noticias/val/53831/la-historia-negra-de-los-socios-rusos-de-cristina.html .

Gazprom, Lukoil y Rosneft son los colosos rusos del petróleo y el gas que construyó el Kremlin de Vladimir Putin en base a un feroz juego de presiones y hasta la cárcel para sus anteriores dueños.
Son la punta de lanza del reposicionamiento de Rusia como potencia de primer orden en base a la diplomacia energética, que decidió disputar a Estados Unidos su influencia en Latinoamérica.

por Ignacio Fidanza.


Cristina Kirchner guiada por la silenciosa mano de su ministro Julio de Vido, comenzó a ingresar en el peligroso mundo del petróleo ruso. Los únicos anuncios serios o al menos posibles de su visita al Kremlin están vinculados con proyectos de las más grandes empresas energéticas rusas en el país. Proyectos que se publicitan como "inversiones", pero que en rigor equivalen a abrirle la puerta a estas firmas en los hechos controladas por Putin para acceder a las cada vez más escasas reservas de hidrocarburos que le quedan a la Argentina.

Con su habitual pragmatismo, los hombres del Kremiln aprovecharon las 24 horas de Cristina Kirchner en Moscú, y mientras la Presidenta se distraía en los salones de un alucinante lujo asiático del hotel Metropol, se garantizaban una tajada para cada una de las tres compañías que hoy orbitan en torno a Putin.


Gazprom

Clarín anticipa hoy que el gigante Gazprom esta interesado en participar de la construcción del gasoducto del Noroeste, un proyecto impulsado por el consorcio argentino Techint, sospechado de sobreprecios y que tuvo hasta una ley del Congreso sancionada a su medida, y aún así la administración kirchnerista nunca logró concretar pese a que lo anunció en infinidad de oportunidades. Hasta la corrupción requiere un mínimo de eficiencia.

Gazprom, la empresa de gas número uno del mundo que controla el 20 por ciento de las reservas, es la principal herramienta geopolítica de Putin, la llave que le permite colocar una tenaza energética sobre el cuello de Europa y los países de la ex URSS.
Por ejemplo, Alemania le compra a Gazprom el 40 por ciento del gas que abastece a sus industrias. Y no hay que ser muy imaginativo para estimar el impacto en la economía europea si un día Putin decidiera cerrar el suministro a la locomotora del viejo continente. Ese poder ha logrado que abiertas violaciones a los derechos humanos y civiles, así como las masacres en Chechenia que practica Rusia, no despierten más que un susurro de indignación entre los europeos, que suelen escandalizarse con matanzas en la mucho más inofensiva Africa.


Yukos

También se informó que la petrolera Rosneft se mostró interesada en participar en la explotación en el Mar Argentina. Esta firma es el emblema de las prácticas más despiadadas que utilizó Putin para que Rusia recobrara su "soberanía energética", siempre debidamente controlada por el Kremlin.

Este gigante se construyó sobre el cadáver de Yukos, la empresa del oligarca y multimillonario Mijail Jodorkovski que cometió el pecado de imaginar que era posible sumar a su poderío económico el político y desafió a Putin con un plan de una Rusia democrática, avalado por el nada inocente respaldo de Estados Unidos a su fundación Open Rusia.

Yukos, que llegó a extraer una cantidad de crudo similar a la de toda Libia --la anterior escala en este periplo global que encaró Cristina bajo la atenta mirada de Julio de Vido--, pasó a manos del Kremiln en un cuestionadísimo proceso judicial, que terminó con una condena a 9 años de prisión al imprudente Jodorkovski. Se trató según denunciaron medios independientes de una parodia de juicio en el que la condena estaba escrita desde el primer día.

Sin embargo, el Kremlin tenía sus argumentos. Jodorkovski un yuppie de apenas 30 años, había adquirido Yukos en la época de las hiper corruptas privatizaciones rusas de Yeltsin, por la irrisoria suma de 350 millones de dólares.

"Es irrebatible que Rosneft --la empresa petrolera estatal-- debe ampliar sus reservas, y Yukos posee inmensas reservas, aquí queremos hablar de cómo usted llegó a esas adquisiciones", le dijo Putin a un demudado Jodorkovski en una célebre charla en el Kremlin que marcó la ruptura del premier ruso con los oligarcas que venían de la era Yeltsin.

Finalmente el Kremlin se quedó con Yukos en una surrealista operación en la que este coloso fue adquirida por la firma financiera Baikal, una corporación fantasma que no tenía ni siquiera un buzón y estaba registrada bajo el domicilio de una pequeña tienda de alimentos, según relatan los periodistas alemanes Thomas Seifert y Klaus Werner en "El libro negro del petróleo"
¿Pero de donde salió el dinero para comprar semejante coloso? Preso Jodorkovski, Putin "descubrió" que Yukos le debía 27.500 millones de dólares en impuesto, así que pasó limpiamente al Estado ruso. Cualquier similitud con casos que ocurren en la Argentina, como el de Aerolíneas, es pura casualidad.


Lukoil

La caída de Jodorkovski abrió la puerta a empresarios más afines a Putin, como es el caso de Vagit Alekperov, el astuto dueño de Lukoil. Este empresario llegó incluso a la revista del The New York Times como un ejemplo de la nueva clase empresaria que Putin modeló a su medida. De nuevo, cualquier similitud con la Argentina, es pura coincidencia.

Como sea, Lukoil ya manifestó su intención de asociarse con la estatal Enarsa. Anunció que trascendió en los medios incluso antes que Cristina pisara Moscú.

Se ve aquí nuevamente la mano de Julio de Vido --y por supuesto de Néstor Kirchner--, que colocaron al frente de las negociaciones con esta compañía rusa al discreto titular de Enarsa, Ezequiel Espinoza.

Esta compañía casualmente --aunque sería ingenuo pensar en casualidades en el duro mundo del petróleo--, es la misma que por estos días conmueve al mundo empresarial y político español, por su oferta para quedarse con el control de Repsol, resistida por el presidente José Luis Zapatero.

Repsol como se sabe es accionista de la parcialmente nacionalizada YPF, y en España temen que detrás del desembarco de Lukoil se oculte el ingreso del Kremlin a las principales compañías de ese país. De hecho La Caixa --accionista de Repsol-- ya advirtió que no permitirá que Lukoil se extienda a otras compañías central de España que tienen tenencias accionarias cruzadas con la petrolera.

Un recelo que tal vez debería motivar alguna reflexión en la Presidenta, sobre la real naturaleza de sus nuevos amigos

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana