HANIBAL Y LA YEGUA
Pareciera que a semejanza de una ley física, el popular dicho “Dios los cría y ellos se juntan” es casi una ley de la naturaleza. No se a ciencia cierta si en realidad se puede considerar así, pero pareciera que en este gobierno se cumple inexorablemente.
Los que rodean al matrimonio presidencial, los que los apoyan, aconsejan y asesoran en forma más cercana e íntima, tiene casi las mismas características que el dúo reinante.
Digo características y no “virtudes” porque en general son casi todas negativas. Fuertemente negativas. Y obviamente de un conjunto de esa naturaleza no pueden salir iniciativas ni acciones buenas ni rescatables.
Muy por el contrario las leyes, los decretos y en general todas las acciones gubernamentales son objeto de fuertes críticas no solo por su esencia intrínseca, sino por que están en el límite de las leyes, de la Constitución y fundamentalmente porque no responden al sentido común más elemental.
Todo es falso, truculento, retorcido, rebuscado. Todo inspira desconfianza porque se sabe o al menos se intuye, que oculta una trampa.
En el día de ayer, nuevamente se intentó hacer tragar otro sapo a esta ya sufrida ciudadanía.
Se anunció que alguien interfirió las comunicaciones del helicóptero presidencial cuando este se dirigía desde la Quinta de Olivos hasta la Casa Rosada.
Una grabación que se dio a conocer, registra la comunicación entre el piloto del helicóptero presidencial y técnicos de Aeroparque el viernes último. Según ese registro, durante el diálogo se escuchan las frases "Maten a la yegua", "Boludos, maten al pescado" y "Mátenla" y acordes de una marcha militar.
Para el gobierno se trató de una intimidación amenazante que dicen que causó preocupación.
"Fueron interferencias amenazantes contra la Presidenta", afirmó, sobreentendiendo que la Yegua era sin dudas la presidente.
Pero todo es tan absolutamente burdo que hace sospechar una nueva jugada del gobierno como el sonado caso del secuestro de Gerez hace un par de años atrás.
La presidente lo atribuyó a “los dinosaurios que todavía quedan” refiriéndose a los militares relacionados con el último gobierno militar. Su consorte por su parte en un acto en Rosario, lo atribuyó a “dos o tres gerontes que no nos perdonan por las cosas que hicimos bien…”
Pero como casi siempre lo más ridículo lo expresó el Jefe de Gabinete que entre varias inexactitudes de carácter técnico, intentó relacionar el hecho con la iniciación del mega circo del juicio de la ESMA.
¿Cómo puede este fiel y obediente vasallo, sin voluntad e independencia para utilizar su propio cerebro, convertirse en punta de lanza mediático de la demencial pareja reinante, diciendo cualquier sandez y disparate? ¿O acaso no sabe él y los Kirchner que casi todo el país los odia y desprecian no solamente por lo que no hicieron, sino también por lo que hicieron?
Nuevamente este compadrito de cafetín de barrio, subestima a los argentinos y nos toma como tontos.
Nunca el país estuvo tan en soledad y desprestigiado en este mundo, tan vaciado por la corrupción y con los Poderes e Instituciones de la República tan degradados.
No obstante los argentinos estamos hartos y cansados de tanta violencia razón por lo cual descarto la verisimilitud del hecho, que seguramente fue una de las ya tantas burdas operaciones de distracción del gobierno.
Sin dudas, una fallida operación de prensa del gobierno para ocultar algún desmán gubernamental: ¿tal vez para ocultar el desesperado manotazo al Tesoro Nacional para afrontar las obligaciones del próximo año? ¿O para minimizar el “golpe de Estado a la Justicia” protagonizado por el inefable “Hanibal”?
Finalmente una pregunta para el piloso Jefe de Gabinete, aprovechando su innata capacidad de ser “dueño de la verdad revelada” y tener siempre respuesta certera, directa y segura para todos los interrogantes: ¿Por qué los delincuentes que interceptaron las comunicaciones del helicóptero presidencial tildaron de “yegua” a una mujer tan culta, distinguida, y tan cuidadosa con su apariencia y presentación personal, a la cual dedica tiempo, esfuerzos y vuelca muchísimo dinero para presentar ese “look” tan refinado que todos conocemos de la presidente Cristina?
Para hacer más sencilla la reflexión: ¿Por qué razón se les habrá ocurrido llamar “yegua” a nuestra presidente?
15-12-09 ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar
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