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A medida que transcurren las horas, la situación del Cono Sur se agrava progresivamente. La actitud del gobierno "bolivariano" de Chavez al desafiar abiertamente a los Estados Unidos y exigir el elejamiento del embajador del país del Norte, acompaña una actitud similar a la adoptada por Evo Morales en Bolivia, excepto por la presencia de aviones rusos y la promesa de barcos de ese país en la tierra y mares "bolivarianos" que, a esta altura de los acontecimientos, promete una escalada en una crisis que ya se ha desatado y que puede tener repercusión militar. Como telón de fondo se levanta el problema energético que acompaña al ideológicó, tanto en Venezuela como en Bolivia. En este último país cuyo gobierno goza - o
soporta el respaldo de la Argentina - los acontecimientos prometen una escalada de resultados imprevisibles, no sólo por la presión brasileña sino también por los grandes intereses que están en juego, de los cuales la Argentina está excluída no solamente por la posición ideológica del gobierno, sino también por carecer de la suficiente fuerza militar que le permita terciar en el problema. Esto agrava la situación que estratégicamente se muestra desiquilibrada entre otras cosas, porque el gobierno no tiene control sobre la estructura militar y de seguridad, todo lo cual muestra un panorama lleno de inquietudes y angustias algo más que potenciales.

A esto debe agregarse otros factores que en esta ocasión pasaremos rápidamente pues merecen un tratamiento específico y profundo, como es el caso de la famosa valija que reveló la organización de todo un aparato de financiamiento a la candidatura inmpuesta de Cristina Fernández de Kirchner, asunto que en si mismo implica un tremendo escándalo que se incerta en el escenario estratégico del Cono Sur. A esto debe agregarse el tema del narcotráfico que ya dejó se hacer cola en las revelaciones escandalosas y que converge en el problema político general que sacude a nuestro país.

Pero existe otro asunto que acaba de empezar. Es el accidente que sufrió uno de los líderes populares de la protesta agropecuaria - De Angelis - que contribuyó a afirmar una posición ideológica totalmente opuesta al eje Caracas-La Paz. La posición del campo argentin promete una escalada que pondrá en jaque al gobierno que deberá enfrentar una crisis energética de órdago. Todo esto se muestra simutáneamente en una madeja cada vez más peligrosa que en el orden interno pretende imponer una postura "progresista" que ha soportado un notable sacudón después de que el campo se convirtiera en un factor de poder efectivo y que en el futuro más o menos próximo, será determinante de la evolución política nacional.

Dentro de este escenario, la actividad política de De Angelis coincidente con la de las restantes organizaciones representativas del sector agropecuario y de la entidad a la que pertenece - la Federación Agraria Argentina - adquirió una progresiva importancia por lo que el "accidente"
aeronáutico que soportó en Entre Ríos cuando se disponía a viajar a Córdoba - toda una señal de la importancia de sus movimientos y de los nuevos preparativos que organiza el campo en favor de sus reclamos - ingresó en un cono de sospechas a pocas horas de que salvara milagrosamente su vida.

Al respecto, hemos recibido un correo que comienza a circular por la red cibernética, cuya lectura es elocuente y promete una evolución muy grave del proceso político. La simple sospecha de un sabotaje en el motor del avión es un nuevo factor que se suma a la convulsión que surge en este extremo del mundo, por lo que habrá que seguir con suma atención el desarrollo de los acontecimientos. A continuación ofrecemos a nuestros lectores los primeros comentarios públicos que produjo el "accidente" que deben agregarse al derrumbe de torres de transporte eléctrico y la ola de incendios de automóviles que tomó como primeras víctimas a San Luis, una provincias gobernada por peronistas disidentes.

CARLOS MANUEL ACUÑA