KRETINA Y LOS LOROS

Cristina y los loros
Esta señora en vez de andar criticando las finanzas extranjeras sin ningun asidero, como si aca viviesemos en una burbuja de bonanzas, deberia hacer patriotismo interesandose por los problemas del Pais dejando de defraudar la confianza de los argentinos.

Por Jorge Omar Alonso

La señora Presidenta como lo hiciera anteriormente, esta vez en La Plata volvió con sus críticas al sistema financiero estadounidense. Habló de “loros” extranjeros y nacionales.

Esta señora en vez de andar criticando las finanzas extranjeras sin ningún asidero, como si acá viviésemos en una burbuja de bonanzas, debería hacer patriotismo interesándose por los problemas del País dejando de defraudar la confianza de los argentinos.

Lo que se cuestiona de su administración es el fraude que se lleva a cabo en las presuntas cifras del INDEC. De este modo lo primero que debería hacer es echar a patadas a Moreno, guardar en el placard a su marido que oficia de ministro de economía “en las sombras” y sincerar las variables económicas.

En vez de andar inaugurando obras municipales que como únicas utilidades tienen la de ofrecer una tribuna para sus anodinos e insustanciales discursos, lo mejor sería que de una vez por todas se dedique a GOBERNAR, en el más lato sentido de esta palabra.

No se entiende esa soberbia que exhibe al hablar del derrumbe financiero en EE.UU. como si aquí estuviéramos a buen resguardo. Y si por otra parte, en el mejor de los casos no llegamos a padecer sus efectos no será por la buena administración kirchnerista. Me temo que el motivo obedecerá a que estamos tan fuera del mundo, que ni siquiera existimos como mercado.

¿Siglo XXI, estás ahí? Hemos transpuesto los umbrales del nuevo siglo y debemos preguntarnos en que términos se nos plantea el porvenir. Es una cuestión insoslayable en vista del actual retroceso político y social al que hemos sido llevados. No se advierte aún que el dominio de la economía se da solamente en una sociedad capitalista, entre otras cosas. No nos despabilamos aun del dominio impuesto por la nueva técnica global.

Estamos en presencia de lo que se ha dado en llamar “globalización”, ese tránsito a la modernidad como dice Giacomo Marramao en “Pasaje a Occidente” y que ha producido “profundas transformaciones en la economía, la sociedad, los estilos de vida y los códigos de comportamiento”; mientras aquí “en Argentina” vivimos con los ojos en la nuca mirando a los ´50 y los ´70 buscando a los fantasmas del pasado.

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