ELLA Y HONDURAS
Sobre Fernández y Honduras
Viví las elecciones legislativas del domingo con aburrimiento extremo. Por suerte la situación en Honduras me ha quitado el tedio político.
El presidente hondureño Zelaya fue depuesto y expulsado de Honduras por el Ejército, lo que ha desatado un fuerte palabrerío en el continente. Ahora planea volver a pesar de que el presidente interino Micheletti ha dicho que si lo hacía sería arrestado. Cristina Fernández, que quiere que la prensa local se olvide de la derrota oficial en las legislativas, piensa acompañarlo en el regreso. Me encontré pidiéndole a Dios que la detuvieran también a ella. Aunque esas cosas divertidas casi nunca pasan, mantengo la ilusión.
Sobre Zelaya, leí en Inside Catholic un post con una cita de otro post publicado en The American Conservative que en una parte dice que el ejército hondureño actuó de manera legal dentro del sistema constitucional de su país (parece que la disputa acá es que en Honduras en Congreso no tiene facultades destituyentes, aunque según leí la destitución de Zelaya no fue ordenada por el Congreso sino por la Corte Suprema). Luego, el autor del post de Inside Catholic recopila las fechorías de Zelaya:
El presidente Manuel Zelaya, cuyo gobierno es célebre por lo corrupto (incluso en esa región), se negó a mandar el presupuesto de su gobierno al Congreso, empezó a pinchar los teléfonos de los ciudadanos por su propia cuenta, convirtió los medios de comunicación hondureños supuestamente independientes en sus voceros cotidianos, echó al jefe del Ejército por no apoyar su última expansión de poder* (y luego ignoró un fallo de la Corte Suprema que lo restituía) e intentó modificar la Constitución hondureña para poder seguir en el poder más allá del límite del mandato presidencial.
El post, que tiene un argumento antiintervencionista, se llama “El presidente Obama defiende la tiranía hondureña”, y con “tiranía” no se refiere al ejército sino a Zelaya.
Espero que se note el abismo que separa lo que acabo de citar de lo que publica nuestra prensa vernácula. De un lado, se entiende claramente que alguien que se comporta como Zelaya no debe ocupar una presidencia; del otro, se cree que su comportamiento es tolerable y, peor aún, merece la solidaridad internacional.
* Zelaya le había ordenado que distribuyera las boletas de la consulta para la reforma constitucional que planeaba, a pesar de que esa consulta había sido declarada ilegal con anterioridad por el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General, la Corte Suprema de Justicia y el Congreso (fuente). El Ejército destituyó a Zelaya el 28 de junio porque ése era el día en que se iba a llevar a cabo esa consulta ilegal.
Publicado por Claude
http://unkilo.blogspot.com/2009/06/sobre-fernandez-y-honduras.html
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