LA MANO DURA

La ''mano dura'' ya está en plena vigencia

http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/3/01/2010/a13116.html




SORPRENDE EL desconcierto reinante en importantes núcleos de dirigentes políticos, legisladores y gremialistas que deberían desempeñar una función orientadora y rectora en el país. Una prueba más al respecto la acaba de brindar el denominado "Acuerdo multisectorial por la seguridad sin "mano dura".

AGLUTINA A personalidades (y personajes) de distinta procedencia, desde el juez Eugenio Raúl Zaffaroni, al ex funcionario León Arslanian, el ex "mano dura" ideológico Horacio Verbitsky, el contemplativo Ricardo Alfonsín y el indefinible Felipe Solá.

LO CURIOSO es la distorsión pasiva con que se posan en la realidad, hasta sumergirse en una contradicción irreparable. Han logrado tapar el sol con un harnero. Mientras la gente padece un acoso cada vez más brutal y constante de la violencia delictiva, ellos hacen sus cálculos sobre la posibilidad de bajar aun más las defensas de las víctimas.

SALEN A manifestarse contra la "mano dura", sin darse cuenta de que, en buena medida, gracias a quienes piensan como ellos, la "mano dura" se encuentra en plena expansión y campea en las calles y en los domicilios, sin obstáculos. Se anatematiza a las víctimas exigiéndoles más tolerancia ante la brutalidad que las somete. Desprestigiando, incluso, a la policía, que ya ha tributado muchísimas vidas en el ejercicio de su función, mientras ellos elucubran desde la molicie de sus privilegios sectoriales.

ES LO mismo que hacen quienes se rasgan públicamente las vestiduras porque, en la China, a un depredador de la sociedad (narcotraficante) lo condenaron a la pena de muerte. ¿No se enteraron de que la pena de muerte en la Argentina mantiene plena vigencia y se aplica, a toda hora y contra gente de bien, en plena calle? Y que recibe el aliento constante de complacientes códigos auspiciados por una dirigencia pusilánime.

¿CÓMO OSA el señor Arslanian, que tuvo todo el poder en sus manos y que desmembró a la policía, alentar el uso de paños tibios para contrarrestar una delincuencia feroz que se consolida ante el asombro de la población y la inopia de los dirigentes? Después de su contundente fracaso, no debería decir esta boca es mía. ¿Y Felipe Solá?

EN SUS declaraciones, la Convocatoria llega a extremos inverosímiles; por caso, cuando se refiere a la mano dura (no se sabe cuál, porque la única que conocen hasta los bebés de pecho es la del mundo delictivo) y habla de que "el facilismo represivo ha constituido un impedimento para la profesionalización de la policía y ha potenciado acciones de redes de ilegalidad en las que intervienen funcionarios públicos". Es decir, sus pares, funcionarios públicos. ¿Y cómo es que, sabiéndolo, no los han denunciado? ¿Son cómplices? Deberían decir "facilismo regresivo", mediante el cual auspician una rendición incondicional.

TODO ESTO parece un cuento contado por un loco con muchas gesticulaciones y ridículas incoherencias. Y ante tamaños disparates, la "mano dura" criminal da testimonio de su incontenible poder. Mientras tanto, ellos siguen enquistados en sus ideologías. Afuera de esa nube inhibitoria de humo, la "mano dura" criminal ríe y aplaude. Y la sociedad llora.
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