VUELVE LA COORDINADORA

¿PACTO O COGOBIERNO?

Con Pesce vuelve la coordinadora, el Coti, Jesús, Brodersohn, Baglini y la alta inflación

Por Guillermo Cherashny

Miguel Pesce, Vicepresidente Primero del Banco Central, estudió en el Nacional Buenos Aires y militó en la Juventud Radical Revolucionaria, alineado con Ricardo Balbín, pero luego de recibirse en Ciencias Económicas de la UBA se sumó al alfonsinismo, cuando éste llegó al gobierno en diciembre del 83. Tuvo un papel secundario y orbitó en cercanías de Jesús Rodríguez, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda durante esos años, Ministro de Economía del final de la era Alfonsín en una época hiperinflacionaria, con el país en default y un déficit fiscal de 10% del PBI. De esa época data el “ahorro forzoso” del entonces Secretario de Hacienda Mario Brodersohn.

Pesce no tuvo participación en el gobierno de Fernando de la Rúa, pero sí a nivel local, como Secretario de Hacienda de Aníbal Ibarra, y también ocupó esa misma cartera en la intervención a Santiago del Estero con el ex fiscal Pablo Lanusse, proceso que terminó con la consagración como gobernador de Gerardo Zamora, el más radical de los radicales K. En la Capital tuvo como padrino al inefable Alberto Fernández, quien lo catapultó a vice primero del Central al lado de Martín Redrado, con un perfil bajísimo. Veinte días atrás, desde ese cargo, puso en ejecución el Fondo del Bicentenario, abriendo la cuenta en el Ministerio de Economía. Antes de traspasar las reservas, volvió Redrado, amparado por la justicia, y la cosa quedó en la nada. A partir de ese momento, junto al director Sergio Chodos -representante de la patria contratista- empezó a quitarle poder a Redrado como presidente del Central.

Con la decisión de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, Pesce quedaría como presidente provisorio, porque el gobierno no puede nombrar a otro presidente cuyo mandato finalizaría en setiembre de este año. Así es, entonces, muy probable que Pesce quede hasta esa fecha.

La alternativa Brodersohn

Queda abierta la puerta para que se ejecute la propuesta Brodersohn, que propone que el Estado emita Letras del Tesoro mandadas por el Central y tomadas por el sector privado, es decir, la banca privada y estatal. De este modo, se usarían las reservas del Central sin abrir una cuenta que sea pasible de embargo, pero le permitiría al kirchnerismo aumentar el gasto público en un 30% y remontar el canje con los bonistas a una tasa más alta. Pero lo grave es que la inflación puede superar el 30% anual o más, ya que actualmente con el 2,2% de enero, si la anualizamos, ya está en el 25% ahora mismo.

Ahí es donde aparecería Raúl Baglini, principal asesor de Cobos, el Coti, Jesús y Brodersohn, para solucionarle el agujero fiscal a los Kirchner. La posición radical es que CFK llegue como sea al 2011 y que kirchner sea candidato a presidente por el PJ. A esta altura Felipe Solá y el peronismo disidente ya se dieron cuenta de la jugada y van a denunciar el pacto, al igual que Carrió. Si quedan identificados como socios de los K, los radicales pueden perder la chance de ganar las presidenciales. Aunque en este país generoso, que tiene poca memoria, también puede ser que vuelvan como en el 83.