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domingo, 25 de enero de 2009

ARGENTINA A LA DERIVA

LA ARGENTINA A LA DERIVA



- LA INSEGURIDAD VIAL -



Lic. Ricardo B. Molina Figueroa



Buenos Aires

25-de enero de 2009



El problema vial en la Argentina no es propio de políticas de “seguridad vial”, sino de “inseguridad vial” como parte, principalmente, de un tratamiento de “salud social”, no quedando excluidos, por supuesto, los aspectos “culturales”, “educativos”, “empresariales”, “legislativos”, “controles”, etc.



El tema es sumamente complejo y su tratamiento debe ser enfocado holísticamente y el tiempo para hacerlo fue ayer.



Datos escalofriantes:



La Argentina ocupa el segundo lugar en el mundo en número de muertos en calles y rutas, con una tasa de mortalidad de 28,5 cada 100 mil habitantes, sólo superada por México y lejos de Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela.



Según la Asociación Civil ALPI (JUN/08), En 1996, por ejemplo, hubo 174.099 colisiones de vehículos a motor, 4.681 muertes por esa causa, y 65.883 heridos, lo que nos permite deducir que por cada muerte en un accidente, aproximadamente 14 personas quedaron heridas. (Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía del Trauma), mientras que diez años después, en el año 2007, hubo 8.104 muertos por colisiones de vehículos a motor, que en promedio representaron a 22 personas por día, y solamente durante el primer semestre de ese año se registraron 45.106 heridos, (Registro Nacional de Accidentes de Tránsito -RENAT-). Por otra parte, en la Ciudad de Buenos Aires, desde el mes de enero al mes de marzo de 2008 se produjeron 2.535 accidentes, 2.779 heridos y 40 muertes, (Policía Federal Argentina).



Los accidentes de tránsito constituyen la segunda causa de muerte entre los 5 y 29 años de edad, y la tercera entre los 30 y 44 años. (Boletín de Temas de Salud de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires).



Los accidentes de tránsito dejan 15.000 discapacitados por año, esta cifra es el doble de la de muertes por esa causa en la Argentina. Es decir por cada muerte en un accidente de tránsito dos quedan con secuelas graves, sin poder continuar con su vida laboral y social; y cuatro con secuelas moderadas. Hay que tomar conciencia que la inseguridad vial no es accidental. Muy por el contrario, es un fenómeno que se puede prevenir. (ALPI).



¿Por qué decimos que el tratamiento de este tema es propio de la salud social?



Esta pregunta la contesta ALPI en su informe de junio de 1008, (el cual se hace eco de posiciones como la existente en México, que si bien tiene el doble de muertes que la Argentina por accidentes de tránsito, al tener más de 97 M . de habitantes, hace que proporcionalmente estemos parejos en las estadísticas), al considerar que los accidentes – en general – son productos de una enfermedad social.



Las principales causas ya las conocemos (aunque no siempre las respetamos):



Ø Conducir bajo los efectos del alcohol y drogas;

Ø Exceso de velocidad;

Ø Utilización inadecuada o no utilización de los cinturones de seguridad, ni cascos en caso de motocicletas.



Pero existen otras causas, que escapan a la responsabilidad de los conductores:



Ø Deficiencias en el trazado de las carreteras y en el entorno de las calzadas; ¿cuántos son los accidentes que se repiten en el mismo lugar, por años?

Ø Diseño de vehículos inseguros y obsoletos; ¿existe algún auto fabricado en el país que aprueben las normas de seguridad, por ejemplo, de Alemania? ¿Puede haber – en la Argentina – unidades 0 Km ., que salgan de fábrica con fallas graves? ¿Existen controles estatales al respecto?

Ø Aplicación insuficiente de las normas de seguridad vial;

Ø Leyes benignas para aplicarle a los responsables de accidente graves.

Ø Controles generalizados, por ejemplo, por mal estacionamiento, pero permisivos en los peajes, para vehículos que tendrían que tener una prohibición absoluta de tránsito (luces, frenos, falta de patente, etc. etc. etc.)

Ø Notoria ausencia de tratamiento adecuado para los traumatismos (falta de atención oportuna y eficaz, y largos lapsos de tiempo entre choque e ingreso en un hospital).



Costos de un accidente:


Se estima que el costo anual de los traumatismos causados por vehículos a motor es de alrededor del 1% del Producto Bruto Nacional en los países de ingresos bajos (Informe Mundial de la OMS / Banco Mundial Prevención de los Traumatismos Causados por el Tránsito).



Los países de ingresos bajos y medianos tienden a ser los más afectados por el problema de seguridad vial, en comparación con los países de ingresos altos.



El promedio del año 2007 en relación al costo mundial anual de los traumatismos causados por el tránsito fue de US$ 518.000 millones.



Paradoja:



Entre los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, luego de la inseguridad delictiva, viene como tema de preocupación, los accidentes viales; existiendo un alto grado de incumplimiento de las leyes de tránsito, principalmente por quienes cuentan con registro profesional para conducir (choferes de taxis y de colectivos).



Conclusiones:



El problema es complejo, pero como la mayoría de los problemas está compuesto por problemas más “pequeños”. Entonces podríamos plantearnos una serie de preguntas:

1. ¿Es tema prioritario para el PEN, la INSEGURIDAD VIAL ?

2. Si la respuesta fuera positiva, los encargados / responsables de bajar sustancialmente los índices de accidentes viales, (con sus muertos y heridos y con los costos que de ellos se derivan - daños físicos, psíquicos, familiares, laborales, materiales, pérdida de capital, seguros, etc. -), están capacitados para sus funciones o son designados por razones políticas o por amistad?

3. El Poder Legislativo Nacional ¿podrá crear leyes que pongan las cosas en su lugar, o de eso no se trata?

4. ¿Podrá implementarse un plan nacional y único de vialidad desde las calles hasta las autopistas y autovías, con su correspondiente presupuesto?

5. Así como existe una campaña para limitar el acto de fumar ¿por qué se permite la fabricación y/o venta de vehículos que superan ampliamente la velocidad máxima legal de 130 kms/hora?

6. ¿No es hora ya, que en los exámenes para la obtención del registro para conducir, se haga un minucioso examen psicológico, que se implemente eficientemente en todo el país? Ya se está hablando del espíritu de autodestrucción (Freud al respecto afirmaba que existen suicidas potenciales que disimulan su inclinación buscando un accidente), con el agravante de varias víctimas inocentes que se sumarían a tal locura.

7. ¿No se tendría que otorgar el registro para conducir por primera vez, recién a la mayoría de edad (21 años)?

8. ¿Por qué no se publican las sentencias condenatorias para los responsables causantes de accidentes graves y los costos que deben afrontar en consecuencia?

9. Los gobernantes ¿tienen presente que cada accidente grave suma al porcentaje de la llamada, en economía, inflación estructural?

10. ¿No es para felicitar a todos aquellos funcionarios que consideran que un tránsito ordenado, consiste en multar a vehículos “mal estacionados” (que, por supuesto, al estar detenido no puede matar a nadie)?



Por último, me reservo un comentario respecto a que tenemos un gran país, con un gran territorio y con muy poca población

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