EL QUE SIEMBRA VIENTOS....
-El que siembra vientos... ...recogerá tempestades...
- Por Susana Merlo
www.notiar.com.ar
Realmente, ¿quién podría decir que está a favor de la violencia?.
¿No sería, acaso, políticamente incorrecta la osadía de semejante reconocimiento?
Pero, como ocurre muchas veces, “del dicho al hecho...”. Y este puede ser un caso claro pues, si bien en los últimos 10-15 días casi se abrumó a la población hablando de la “violencia de los productores agropecuarios”, a poco de analizar los hechos concretos, no fue justamente la gente de campo la que dijo: “solo me van a parar si me pegan un tiro...”.
Tampoco fueron ciudadanos del interior los que afirmaron una barbaridad del estilo de: “los tractores de hoy, eran los tanques del ’76...”.
¿Qué conlleva más violencia, un huevazo, o alguna de estas frases?.
¿Con qué parámetros de violencia se maneja una sociedad que desde hace años se ve obligada a convivir con grupos armados de palos, con la cabeza envuelta, y la cara tapada, que sitian periódicamente la ciudad de Buenos Aires y sus accesos, a metros de la Casa de Gobierno, y nadie parece poder/querer controlar?
¿Genera violencia la mentira?, ¿y la indiferencia?
La falta de respeto, el ninguneo, las groserías de cualquier tenor, las amenazas, y hasta el manoteo de los recursos privados sin ninguna explicación, ¿son una forma de violencia?, ¿constituyen una provocación?
Los funcionarios incapaces, los que se dedican a hacer política en beneficio propio y con los recursos del Estado (que son los recursos de todos), ¿generan violencia, enojo, agresividad?
¿Fue el interior el que mandó a revolcar ciudadanos a la vera de la Ruta 9 en San Pedro?
¿Quién autorizó a que en la última protesta del campo hubiera una zona “liberada” sobre la ruta 14, en Gualeguaychú, en la que no ocurrió un desastre solo por milagro?.
¿Fue la gente del interior la que mandó a los “muchachos” del gremialista Hugo Moyano a hacer un campamento “disuasorio” en Ceibas, Entre Ríos, el año pasado cuando el conflicto por la Resolución 125?.
Luis D’Elía, ¿a quién responde?, ¿lo agredieron a él, o él agredió en la Plaza de Mayo (y en otros varios lugares)?
Mientras algunos funcionarios del Gobierno hablan de la “violencia” de los huevazos de parte de algunos productores y, hacia algunos funcionarios/candidatos (porque tampoco es hacia todos), otros representantes del mismo gobierno toman decisiones y aplican normas que terminan con el esfuerzo del trabajo de todo un año, cuando no de toda una vida, como ocurre con cantidad de tamberos y criadores de hacienda. ¿Es una provocación?
Con un cambio de normas el Gobierno se queda con recursos de los privados (IVA, compensaciones, retenciones, reintegros, etc.), sin explicaciones, ni justificación.
En las pocas (y últimamente casi nulas) negociaciones , ¿quién ponía un arma sobre la mesa, los productores o algún funcionario que parece tener bandera libre para cualquier desmán?
El empobrecimiento del interior, el achicamiento de la producción, el cierre de tambos y pequeñas fábricas, la disminución de la cosecha, todo por el empecinamiento del poder central, ciego o necio para reconocer la suma de errores de varios años, ¿genera violencia?
¿Qué siente el que está perdiendo hasta su sistema de vida, por decisión de otro, que ni siquiera asume que puede estar equivocado?
¿Qué reacción se puede esperar de la gente ante el desafío permanente, la soberbia, y hasta la irresponsabilidad en los actos y acciones de algunos de los que ostentan las mayores responsabilidades del país, y las provincias?.
El incumplimiento permanente de la ley, la impunidad, el no acatamiento de las normas republicanas, ¿pueden ser consideradas formas de agresión a la ciudadanía?, ¿pueden interpretarse cómo ataques al sistema cívico?, ¿o cómo la violación del sistema democrático elegido?.
La violencia es siempre mala en cualquiera de sus formas. Todos los hechos de violencia deben ser firmemente censurados sin ninguna contemplación. La ciudadanía tiene la obligación de no tolerarlos. Pero a ninguno de ellos... Absolutamente “todos” deben ser cuestionados.
Y tampoco hay que confundir a las víctimas con los victimarios. Ni que es lo que genera cada cosa y, menos aún, cual es la responsabilidad de cada una de las partes en los resultados y en los hechos posteriores.
Porque “el que sembrare iniquidad, iniquidad segará, y la vara de su insolencia se quebrará” Proverbios 22:8.
Agresión (ataque, embestida, asalto, provocación)
Violencia (intimidación, ira, arrebato, desenfreno)
Fuente: www.susanamerlo.com
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