La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

sábado, 4 de octubre de 2008

REFRESCAR LA MEMORIA

REFRESCAR LA MEMORIA

Por Carlos J. González Cabral (*)

“Las Fuerzas Armadas son un pilar de la nacionalidad”

Arturo Frondizi

Una vez más debo repetir que cada día adquieren mayor significación las palabras del general Raúl Poggi –fallecido- cuando en una reunión celebrada en una oficina ubicada en Cerrito e Hipólito Irigoyen, a dos años del golpe del cual también era responsable, expresó: “…La estupidez más grande que cometieron las Fuerzas Armadas fue derrocarlo a Frondizi “ (Noticias 04/08/1993). Algo más que prueba que la vigencia del ex presidente y estadista, derrocado por un golpe militar, es interminable.

REITEREMOS SUS PALABRAS:

“ En nuestro país, es necesario levantar la bandera de una política de defensa nacional. En la construcción de la Argentina debe ponderarse debidamente el papel que cumplen las Fuerzas Armadas, una de las instituciones fundamentales del país. Ninguna nación que pretenda afirmarse, puede prescindir de su brazo armado, como defensor de su soberanía política, que no es otra cosa que el señorío sobre todo lo propio. Sin ellas, la República pierde una condición indispensable y esencial del Estado Nacional: la de garantizar el monopolio del uso de la fuerza dentro de la sociedad argentina.”

“Quiero dejar claramente señalado, una vez más, que las Fuerzas Armadas son un pilar de la nacionalidad, por ello hemos tratado de presentarles un esquema general sobre el papel que cumplen en la vida nacional, de su compleja problemática, y del interés nacional en preservarlas como instituciones fundamentales de la República.”

“No omitimos que hubo falencias y errores; tampoco hemos olvidado sus aportes significativos en la construcción de la nacionalidad.” (V.”La Nación Argentina y sus Fuerzas Armadas”-enero de 1992).

NO OLVIDAR:

El ex presidente Menem paralizó y remató las industrias de la defensa, abandonó toda investigación y desarrollo científico tecnológico y, como consecuencia de la política económica del ajuste y la convertibilidad, destruyó la moral y la disciplina militar, dado que las cúpulas –sin perjuicio de su complicidad- cada vez resistían menos las presiones de sus subordinados que, como la mayoría de la clase activa y pasiva no podían llegar dignamente, como hoy tampoco, a fin de mes.

No dejemos de tener en cuenta que cuando se destruyen la credibilidad y la esperanza de un pueblo en la democracia, lo que está sucediendo en el caso argentino pese a que costó tantos sacrificios y muertes recuperarla, se genera un déficit en la vocación ciudadana de servicio y en la solidaridad humana. Está predominando la ley de la selva y todo se negocia sin tener en cuenta los sagrados intereses de la Nación, siendo el camino más próximo la desintegración nacional, hoy en plena marcha.

Que lástima que el hoy, en la realidad, presidente Néstor Kirchner, disfrazado de “ex” y alojado en la suite presidencial, no leyó en el oportuno momento la frase de Jawaharlal Nehru (1889-1964) que expresa: “No se puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados en la pared”. Menos aún se podrá cambiar el estado de las Fuerzas Armadas, como pretende la ministra Nilda Garré, de frondoso pasado subversivo junto a su marido Abal Medina, con el procedimiento inspirado en el odio “K”.

INSISTO:

El 31 de diciembre de 1992 anuncié en El Informador Público, bajo el seudónimo de José Ribadeo, que en la mañana del 27 de noviembre del mismo año el general Héctor Mario Giralda, entregó al coronel Walter Francisco González el mando de la XI Brigada Mecanizada con asiento en la ciudad de Río Gallegos. Preguntado por un periodista de la Opinión Austral con respecto al balance que hacía de su gestión al frente de la Brigada, Giralda enfatizó que eso era tarea del periodismo. En realidad no era una respuesta muy correcta para un soldado de cierta antigüedad, pues los auditores más genuinos que tiene todo balance militar son sus propios subordinados.

Trascendieron en ese entonces del círculo de los subordinados algunas críticas duras con respecto a las actividades del general al frente de la Brigada, llegándose a expresar que no entendían como pudo concluir con “honores” la gestión y seguir en actividad.

Está latente aún el recuerdo del caso único –sin que ello constituya la consecuencia de una sublevación- del relevo de tres de sus jefes de unidades en sólo un año. Tales los casos del teniente coronel Díaz en el Regimiento 35 y en el Escuadrón de Caballería 11, ambos con guarnición en Rospentek, motivado por el “motín y cacerolazos de las señoras de los suboficiales”y el del teniente coronel Labayse, jefe del regimiento 24 de Río Gallegos, debido a una sorda “resistencia activa de los suboficiales”. En la oportunidad llegaron a producirse incendios intencionales en un depósito de intendencia, secuestro y violencia física contra un suboficial de su entorno y otros atentados y sabotajes. Así se manifestó la reacción contra las arbitrariedades y maltrato del personal.

Anticipos

Hace mas de 16 años que El Informador Público había informado a sus lectores (número 263, pág. 4, 11/10/1991), bajo el título de “Erman González estaría ocultando el estado de anarquía en unidades del Ejército”, sobre las irregularidades que venían ocurriendo en dependencias del Ejército en Río Gallegos y Mercedes (Corrientes). El 31 de enero de 1992 se anticipó como primicia el relevo del teniente coronel Labayse. Uno de los hechos más lamentables fue la agresión al sargento Suarez a quien se le quemó el rostro con un soplete, obligándoselo a declarar que había sido un accidente. En esos momentos monseñor Alemán debió interceder para evitar mayores dificultades, pero de cualquier manera la comunidad santacruceña se enteró por medio de volantes y pintadas de paredes del clima de “guerra” que reinaba en la unidad.

Por el mismo medio se denunció oportunamente que se estarían alquilando camiones volcadores y máquinas viales de la Compañía de Ingenieros 11 y cuyos ingresos por tal concepto no estaban identificados con precisión, desconociéndose realmente su destino final ¿arcas del Estado o privadas?. Nadie se dió por aludido, pero los vehículos se llamaron a “cuarteles de invierno” y se pusieron a buen resguardo en los respectivos parques. El general Giralda prolongó unos días más su estadía en Río Gallegos, según trascendió, para colaborar con su reemplazante en la “adjudicación” de varias e importantes licitaciones. Es de destacar el “celo” puesto por Giralda para vigilar la tramitación administrativa tal vez por aquello que “el ojo del amo engorda el caballo”.

Mientras esto sucedía el general Balza hacía declaraciones públicas sobre los magros sueldos de los militares. Cuando su gestión para lograr mejoras salariales transitaba por los pasillos que dominaba Cavallo, parece que, bajo la responsabilidad del jefe del Estado Mayor, a los generales se les estaría pasando un “plus” en negro y remitido en sobre con el remitente de Bauzá, el que oscilaba entre dos mil a tres mil dólares –lo que desde ya también accionaría con altos funcionarios civiles-. Este es un hecho que se denunció en la Cámara Federal por parte de los sublevados del 3 de diciembre de 1990.

Compañeros

Mucho se comentó en esos tiempos en el seno de las fuerzas armadas la iniciativa del general Balza, en el sentido de ordenar la colocación en todos los despachos de un cuadro con la fotografía del presidente Menem –sin especificar con o sin patillas-, los que fueron repartidos con gran celeridad en las unidades. Para desconsuelo de algunos jefes la imagen de Menem sólo se advirtió en sus oficinas. Hay quienes opinaron, no sin razón, que pretender rendir homenaje al presidente que estaba llevando al país al mayor estado de indefensión de su historia, era caer en el ridículo. No olvidemos que Menem colgó medallas en el Pecho de Pinochet, quien soñaba con bañarse en el Lago del Desierto y esquiar en nuestros hielos continentales.

Los de abajo imitan generalmente a los de arriba. No hay dudas que se tejieron algunas relaciones carnales entre el “menemismo” y oficiales del Ejército, importando poco el pasado. Qué fácil se olvidan los viejos tiempos cuando de acomodarse se trata. El general Giralda estuvo a punto de ser expulsado del Ejército por “colorado” en los años 60, color identificatorio del “gorilismo antiperonista”, que enfrentaba a los azules. Pero también los de abajo suelen superar a los de arriba en la carrera de hacer méritos. En oportunidad que el gobernador Kirchner, con sus menemistas del “Frente para la victoria santacruceña”, organizaron el acto conmemorativo de un 17 de octubre llevado a cabo en el colegio secundario doctor Julio Ladvocat, el general Giralda les facilitó 300 colchones para que la gente del interior pudiera dormir sin que don “Lupín” gastara sus “dinerillos” reservados para la interna. Parece que algunos de los “muchachos” durmieron en la unidad militar. Los soldados de parabienes, pues gozaron de un franco prolongado.

Por lo expuesto y mucho más que se podría agregar, podemos asegurar que en Santa Cruz, la del gobernador Nestor Kirchner, el año 1992 terminó sin gloria y con mucha pena para la XI Brigada Motorizada. No se ha borrado el politizado y lamentable homenaje rendido a los héroes de Malvinas bajo la regimentación de Giralda sugiriendo la uniformidad en el texto de las placas y por otro lado la ausencia del presidente Menem por temor a la protesta social, de lo que bien dijo Lydia Gialetti: “Desairó a nuestros chicos de la guerra, a nuestros ex combatientes, a nuestro Sur, a nuestro pueblo”. Una gran pancarta que decía:”Gloria a los héroes de Malvinas, repudio al menemismo entregador”, sintetizó un sentimiento generalizado.

¡Por favor basta…! Es muy lamentable que se estén abriendo las heridas del pasado, a las que se prometió borrar. El odio y el agravio renacen como signos regresivos de nuestra convivencia democrática. Hay que reivindicar la actividad política. Clamemos por: “la reivindicación, histórica y actual de la Nación, frente a las interesadas teorías que niegan la existencia del ser nacional y de sus Fuerzas Armadas, frente a la agresión armada de la subversión derrotada, de sus ideólogos y de sus mentores intelectuales que no escatimaron recursos, ni límites, ni escrúpulos para agraviarlas hasta el desprestigio, frente a nuestra sociedad y el mundo”. ¡SALVEMOS LA JUVENTUD ARGENTINA !

(*) Colaboración especial para Crónica y Análisis de Carlos J. González Cabral. Maestro normal nacional. Se desempeñó como secretario de Gobierno y Hacienda (1958-1961) y como concejal (1963-1966) en la Municipalidad de San Nicolás de los Arroyos (Bs.As.) en representación de la UCRI y del MID, respectivamente. Fue electo diputado provincial por el FREJULI (1973-1976). Entre 1989 y 1995 acompañó al ex presidente Frondizi como secretario político y privado.

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana