LOS CHORROS FESTEJAN

CAMBIOS EN LA CÚPULA POLICIAL

Por Ruben Parravicini

Se produjeron nuevos cambios en la cúpula policial de la Provincia de Buenos Aires. El gobernador, en una actitud acertada según mi entender, pretendió encuadrar los relevos en la simple renovación que debe darse en toda fuerza por el simple hecho de cumplir los años de servicio requeridos para el pase a retiro. Cabe decir que por una vez en muchos años, los funcionarios policiales de las mayores jerarquías no fueron encuadrados dentro de la categoría de “excremento” ya que su salida de la fuerza no fue informada como una purga.

Sin embargo, el gobernador no convence a nadie, como tampoco convence a nadie en materia seguridad, desde hace mucho tiempo y deja entrever por otras actitudes que no es capaz de conducir a una fuerza policial centenaria, que día a día evidencia falta de capacitación y de liderazgos.

Los sucesivos cambios de Ministros, Jefes de Policía, Superintendentes, etc. nos permiten visualizar que no existe –por absoluta ignorancia- un programa para combatir la creciente inseguridad, y solo se aplican parches que a todas luces están equivocados. Mas grave aún cuando ante los malos resultados, se insiste en repetir las acciones esperando resultados diferentes.

La repetición de hechos delictuoso graves cometidos por miembros de la fuerza quienes por una capacitación nula o errónea, falta de horas suficientes de descanso, exceso de presiones, políticas ideológicas de desprestigio, necesidades básicas insatisfechas por sueldos discriminatorios, etc. marcan el retroceso de la fuerza policial ante el delito o actúa con excesos lamentables, que no resultan imputables a los policías sino a quienes deberían conducirlos.

Deberemos pensar que nuestro Gobernador, considera que cambiando a los superintendentes y Jefes departamentales (aunque algunos con muchos años de servicio quedan en funciones inexplicablemente), mandando al personal a los enfrentamientos sin munición de guerra en las escopetas, cerrando comisarías por falta de seguridad y retrocediendo ante el delito en perjuicio de la sociedad entera; encontrará solución a los problemas de inseguridad y la gente honesta se verá plenamente satisfecha con su gestión y hasta tendrá la voluntad de votar en su favor en las próximas elecciones.

Por el momento, tengo en claro que los delincuentes siguen festejando porque cada vez tienen menos de que preocuparse. Que la gente decente se arregle como pueda.