LULA MIMA A SCIOLI

EL KIRCHNERISMO NO ACEPTA QUE SCIOLI SEA ANFITRIÓN DE LULA EN SEPTIEMBRE

Gira de Obama: Chávez intentaría que CFK se sume a la campaña de repudio

Por el Dr. Carlos Tórtora

La estrategia de la tensión permanente instalada por el gobierno nacional en sus relaciones con los EE.UU. parece seguir un módulo fijo. Ante cada episodio -incautación de material del avión de la USAF, informe del Departamento de Estado sobre el narcotráfico, etc.-, el kirchnerismo agita a la opinión pública con su retórica antiimperialista pero se cuida de no escalar el conflicto. Los que le responden a la administración Obama son los más locuaces del gabinete, Héctor Timerman y Aníbal Fernández. La presidente, por su parte, apenas menciona los roces con Washington, seguramente para evitar que esta política destinada a recaudar votos para octubre se convierta en un conflicto diplomático importante, que el gobierno quiere evitar a toda costa. El súbito antiyanquismo oficial luego de que CFK buscara fotos con Obama durante dos años tiene así una doble utilización electoral: por un lado, se intenta capitalizar en votos el hecho de que la Argentina registra el nivel de críticas a EE.UU. más alto de la región. Por el otro, estos arrebatos sirven para neutralizar a la dirigencia opositora, que no se atreve a plantear el absurdo de subordinar la política internacional a una estrategia electoral. Ricardo Alfonsín, por ejemplo, no se privó de solidarizarse con la Casa Rosada por la supuesta defensa de la soberanía.

El problema es que Barack Obama pasará entre el 19 y el 22 por Brasil y Chile, continuando luego hacia El Salvador. Delegados de Hugo Chávez estarían en contacto con Rafael Folonier -ahora asesor de la UNASUR- y otros kirchneristas que se ocupan de las relaciones con la izquierda latinoamericana, con la idea de poner en marcha la semana que viene una escalada de movilizaciones y actos en repudio a la gira de Obama. Coincidentemente, Chávez está empeñado en defender a su socio Muamar Khadafi, ante la presión del Departamento de Estado para que renuncie.

No hay que exagerar

Según trascendió, por estas horas se estaría debatiendo en Olivos si el kirchnerismo se anotará o no en el plan de agitación chavista contra la visita de Obama. Timerman y Amado Boudou, por ejemplo, militarían ahora en el bando de los prudentes. El claro desinterés de los principales acreedores del Club de París por cerrar un acuerdo con Argentina, puesto de manifiesto la semana pasada, podría vincularse al clima de tensión con los EE.UU., el cierre de importaciones dispuesto por Guillermo Moreno y los últimos cables difundidos por Wikileaks en los que la actual embajadora de EE.UU. en Buenos Aires, Vilma Martínez, descalificó al gobierno de CFK por la política seguida en la crisis por las reservas en enero del 2010. En el sector más moderado del gobierno hay serios temores entonces de que el simulacro de crisis con EE.UU. pueda precipitar alguna represalia comercial realmente perjudicial para la economía en el corto plazo. Todos miran a lo que pueda ocurrir con el GAFI y la cuestión del lavado pero no sería el único nubarrón que se avecina. Aunque la situación es incierta, algunos especialistas en desencriptar a Cristina aseguran que habrá algo de demagogia electoralista mientras Obama pise suelo sudamericano, pero con cierta moderación, a fin de evitar represalias importantes. Como mínimo, la Casa Rosada no haría nada para impedir que los grupos piqueteros se movilicen contra la gira de Obama.

No a Lula-Scioli

Otra combinación entre política internacional y campaña electoral en este caso inquieta al gobierno. Se trata del intento de Daniel Scioli para que Lula sea su huésped en septiembre, en plena campaña electoral. Scioli cursó la invitación a Lula a través del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, a quien visitó este fin de semana de carnaval junto al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

Cabral, que viene de ser reelegido como gobernador de Río, es un dirigente de confianza de Lula y cerca de Scioli dieron por descontado que el ex presidente brasileño aceptará la invitación.

La exposición de Lula será sobre “el rol estratégico de Buenos Aires en el desarrollo argentino” y tendrá lugar en septiembre próximo en el Teatro Argentino de La Plata.

Asegura una fuente que esta información habría disgustado seriamente a la presidente, que no sólo tiene una excelente relación con el ex mandatario brasileño, sino que no está dispuesta a que Scioli aproveche en su exclusivo beneficio la popularidad de aquél. El caso es que ya se habrían iniciado gestiones del más alto nivel para frenar el viaje de Lula o, en todo caso, que sea invitado por CFK y no por el siempre poco estimado gobernador.