ENTRETELONES

| Por: Guillermo Cherashny


Entretelones del escándalo de Capitanich y Sandra Mendoza
El escándalo producido en el Chaco no es el primero ni el último de Jorge Milton Capitanich, al que sus amigos llaman Coqui. A fines de los 90, cuando Coqui fue uno de los liquidadores del Banco de Formosa -donde Gildo Insfrán gobierna eternamente- se dice que hubo manejos sospechosos y que quedó una deuda de 200 millones de dólares que finalmente pagó el Estado Nacional. Por esos tiempos Coqui también recaló en el Ministerio de Acción Social, que estaba a cargo de Ramón Ortega y su viceministro era Aldo Ducler, uno de los socios de Mercado Abierto conectado con el Cartel de Juárez, según relata Andrés Openheimer en su libro Ojos vendados. EEUU y el negocio de la corrupción en América Latina. Una de las especialidades de Ducler eran los manejos de los bonos provinciales que luego dieron lugar a las cuasi monedas.


En Mercado Abierto se comercializaban los bonos santacruceños y formoseños, de ahí el conocimiento de Coqui con los Kirchner, que movían los desparecidos fondos de Santa Cruz y los bonos provinciales a través de su delegado personal Eduardo Cafaro. Este, después de quebrar a fines de los ochenta su casa de cambio Aratur, se fugó al sur y se convirtió en hombre de confianza de los K. Apenas asumió la presidencia, el ex presidente nombró como director del BCRA a Cafaro, cuyo pliego fue rápidamente aprobado por el Senado en los primeros días de julio de 2003. Esta designación habría sido uno de los primeros ilícitos de la era K: negociaciones incompatibles con la función pública y violación de los deberes de funcionario público al designar como funcionario a alguien que había quebrado una casa de cambio.


Coqui conoció a Cafaro en Mercado Abierto, donde aquél manejaba su ya abultada fortuna y, que no le había blanqueado a su esposa Sandra Mendoza, porque desconfiaba de su carácter inestable. Cuando al poco tiempo Eduardo Duhalde lo nombró Jefe de Gabinete, habría festejado comprándose un triplex en Le Parc . Al poco tiempo fue reemplazado por Alfredo Atanasof y volvió al senado, a la banca que había ganado en el 2001. Capitanich es contador y master en economía de la liberal Eseade. Considerado una persona muy inteligente, algunos de sus amigos señalan que tiene el presupuesto nacional en su cabeza así que lo llaman también "Coquipedia". Pero, además de inteligente, estudioso y memorioso, es una persona que tiene "lleca", es considerado rápido para los negocios personales. En los bares de Resistencia cuentan que, luego de su primera separación, que data del 2004, habría vuelto, como en el tango, vencido a la casa de los viejos, diciéndole a Sandra “te amo a vos y a las nenas”. La misma versión señala que Sandra habría contestado: "está muy bien lo del amor, pero primero hablemos de la plata, de los 30 palos verdes que hiciste en Mercado Abierto con los Kirchner".


Así es como el matrimonio habría vuelto a juntarse, pero nuevos nubarrones se cernían sobre la pareja. En el Senado, Coqui presidía la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que trabajaba en estrecha relación con la de Asuntos Constitucionales que presidia CFK.


El tiempo pasó, Cristina asumió la presidencia y pensó en Coqui para Jefe de Gabinete cuando se produjo la expulsión de Alberto Fernández. Pero se impuso finalmente la ambición de Sergio Massa. La noche del 28 j, estalló la crisis al conocerse los resultados de la provincia de Buenos Aires, que dejaban a Kirchner detrás de Francisco de Narváez. Entonces, el ex presidente se habría abalanzado sobre Massa, al que llamaba “Rendito” por su estrecha vinculación con el directivo de Clarín. En el incidente, Kirchner le habría gritado a Massa: “No me gusta tu relación política con Cristina”. Éste lo agarró del cuello respondiendo: "No soy yo, boludo, es el Coqui”. La irrupción de terceros impidió que la pelea llegara a mayores. Con la caída de Massa, los medios consignaron que otra vez Coqui era un firme candidato a la Jefatura de Gabinete. Pero el chaqueño volvió a excusarse, invocando los problemas sociales de su provincia. La idea de designar a Aníbal Fernández habría sido suya. Éste asumió de inmediato, con lo cual Cleopatra está muy conforme. Cleo es una caniche toy mascota de la familia.


Pero la gota que habría rebalsado el vaso habría sido el último viaje presidencial a New York para la Asamblea de las Naciones Unidas, en cuya delegación se anotó Coqui entre muchos funcionarios más. Entonces habría aparecido en acción la diputada platense Nora César, íntima de Cristina, y que oficiaría de nexo entre el gobierno e importantes dirigentes del radicalismo platense. César habría tomado contacto con Sandra, incentivando en ésta, una católica practicante, la imaginación de situaciones imposibles de creer sobre el viaje a la gran manzana. De carácter inestable, la esposa de Coqui habría estallado en un ataque de celos, que a su vez derivó en los escandalosos episodios que tuvieron lugar en la Casa de Gobierno y la residencia de Coqui en Resistencia.

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