QUE NOS PASA

A tomar conciencia de lo que está sucediendo
Por el ing. ROBERTO FERNÁNDEZ BLANCO


Los "idealistas montoneros" vivieron su juventud valiéndose del chantaje, la extorsión, el secuestro y el crimen que pretendieron convertir en virtuoso denominándolo "estratégico". Hoy, ya maduros, continúan con igual estilo viviendo de los dineros del pueblo vía corrupción y utilizando los frutos del trabajo de los ciudadanos (plusvalía) para perpetuarse en un Poder que solo adquiere lógica desde el ángulo de sus neurosis narcisistas.

Coherentes con su natural conducta, incapaces e impotentes para realizar actos productivos, siguen sembrando destrucción, siéndoles imposible comprender el daño que siembran y la pobreza que generan con sus ávidas mezquindades y su tortuosa e insana pretensión de poder.

Histeria e hipocresía siguen tomados de la mano en cuanta acción pública participan. Prepotencia fascista y malversación de la riqueza del pueblo (puesta al servicio de sus ambiciones y delirios) son sus herramientas habituales para someter a seres moralmente inferiores de nuestra comunidad, aquellos que -incapaces de reflejar con sus actos la ética que solo pregonan e incapaces de apartarse del sendero de la ignominia - sucumben ante su mal disimulada pretensión de compartir el botín y se entregan por unas pocas monedas.

Imposibilitados de actuar por medios pacíficos, de proceder de acuerdo con la ley, de respetar las libertades, derechos y garantías del ciudadano y de sustentarse en el uso de la razón, recurren a la custodia de los privilegios de su "asalto al poder" valiéndose de violentos grupos de choque integrados con el lumpen moral de la comunidad.

Los comités de defensa revolucionaria barrial que hemos visto en los barrios de la Cuba castrista, las juventudes fascistas y nacional-socialistas (nazis) de Mussolini y de Hitler, las nacientes "milicias bolivarianas" de Chavez y la tentativa local a través del oligarca piquetero D'Elía, son el síntoma común de la insania de quienes solo tienen como objetivo esencial de sus vidas el perpetuarse en una posición de aparente lucimiento y comando, tratando, con sus atropellos y con el fomento de enfermizos enfrentamientos sociales, de combatir en sus ids (*) las enormes grietas de sus profundos traumas en busca de la imposible huida de sus psicosis.

La comunidad, los millones de personas que integramos el pueblo soberano, esto es, la Autoridad Suprema de la Nación, venimos claudicando -inexplicable y silenciosamente- ante el accionar de unos pocos bárbaros que nos sumergen cada vez más en las profundidades del atraso y la pobreza. Despierte de una vez por todas la sensatez ciudadana.

Actúe la Suprema Corte pronunciándose, alertando, clarificando y preservando las libertades, derechos y garantías naturales volcadas por el pueblo en la redacción del Reglamento Constitucional. Asuman su rol y respondan con claridad y firmeza las fuerzas vivas y productivas de la Nación deteniendo este derrumbe institucional. Únanse las voces del pueblo para actuar y retornar a la senda del progreso. Depuremos a tiempo nuestro cuerpo social para retomar el camino de nuestras más productivas potencialidades ante la certeza de que los bárbaros son muy pocos y los sanos inmensa mayoría. Salvemos la República Argentina. ¿Qué estamos esperando?, ¿el colapso?

(*) Nota de la R: El término IDS significa Sistema de Detección de Intrusiones hace referencia a un mecanismo que, sigilosamente, escucha el tráfico en la red de redes para detectar actividades anormales o sospechosas, y de este modo, reducir el riesgo de intrusión).
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