PORVENIR OSCURO

Por Jorge Omar Alonso

“Al fin y al cabo, si en tan poco tiempo hemos construido un país tan aceptable, no ha de ser demasiado oscuro el futuro argentino” – “Soy Roca” – Félix Luna.-

Así meditaba en sus últimos tiempos el Roca de Félix Luna.

Lamentablemente el “futuro argentino” fue más oscuro de lo que Roca pudo imaginarse. Sesenta años llevó destruir a la República que soñaron los Hombres de Mayo, que forjó la generación del ’37 y que le dieron forma definitiva los hombres de la generación del ’80.

Entre ellos el General Roca creador del Estado argentino, fundando un régimen institucional para ser aprovechado por todos los ciudadanos, “plebeyos y proletarios” todos unidos por la República.

Hoy esa obra apenas se sostiene en pié, deshilachada por la canalla monto-kirchnerista aupada en los poderes supremos de la Nación. De esta forma y desde aquellas alturas, se expresan con todo su odio, su resentimiento y su frustración.

Aquella generación del ’80 fue una fuerza tan compacta y tan eficaz en la dirección de la vida argentina.

Su misión fue la construcción del Estado argentino, obra de la que hubo de depender el destino de la Nación hasta nuestros días.

Pero como lo dijo en un editorial La Nación: “La cultura fundadora de la Argentina ya no está vigente en las elites”.

No existe el Estado de Derecho en Argentina, donde asimismo no impera la Ley. Esta fue suplantada por el autoritarismo al más fiel estilo staliniano donde solo tiene cabida como razón de estado, la sin razón de un contumaz que utiliza las instituciones públicas en la medida de sus intereses espurios.

¿Cómo hemos de distinguir una comunidad jurídica, como es el Estado, de esta banda de ladrones? La diferencia se encuentra en el acatamiento o no a las leyes con el ideal de justicia.

La observancia a las reglas constitucionales es el fundamento liminar e insustituible para comprobar la existencia de un Estado de Derecho.

El art.36 de nuestra Constitución tiene como finalidad la protección del orden constitucional, describe las conductas violatorias de dicho orden y sus penas. Repudia la usurpación del poder y los actos de corrupción.

Kirchner ha usurpando el poder supremo de la Nación ilegítimamente y lo ejerce de facto. Está haciendo uso de un poder arbitrario con miras a su provecho personal, venganzas y favoritismos.

Cuando se exige al poder que sea legítimo se hace referencia a que aquel que lo detente ostente tenga el pleno derecho de su ejercicio. No debe usarlo en provecho propio ni como capricho, sino en conformidad con las reglas constitucionales establecidas.

En cambio este extorsionador usando los dineros del erario, somete las voluntades de gobernadores, legisladores e intendentes a quienes mantiene de rehenes servilmente.

Aun más, se ha manejado como hábil carterista metiendo mano a cuanta caja tuvo a su disposición, incautando ahorros para solventar gastos de compra de voluntades y gestionar el despilfarro de los dineros para el festival de subsidios a amigos y favorecedores.

Cual salteador urbano ataca el derecho de propiedad con una total y descarada falta de inhibición.

Los Kirchner ya se preparan para el próximo golpe: quieren manejar a discreción la bonita suma de $ 32.000 millones, la “cajita chica”. Destino: aprietes y más sojuzgamiento político con la compra de voluntades.

Así las cosas, en un País donde también el patrimonio privado puede ser expropiado en cualquier momento, es inútil hallar una pizca de Estado de Derecho al que se lo ha transformado en una ficción.-