LA KARADURA
viernes 24 de julio, 6:22 PM
La impuntualidad argentina volvió a dejar huellas en una cumbre internacional. Cristina Kirchner llegó tarde a la reunión con sus pares del Mercosur en Asunción y usó un argumento al menos polémico para excusarse.
La Presidenta pidió el micrófono para pedir una condena "decidida y contundente" contra el gobierno de facto de Honduras. Antes, intentó explicar su retraso. "Yo llegué a las 9, hora que mi canciller me había informado que teníamos que iniciar", comenzó. Jorge Taiana la miraba con atención sentado a su izquierda.
En este punto, llegó la queja. "Digo esto porque con esa misoginia que cunde, muchas veces se informa de la llegada tarde de una presidenta. Me ha tocado asistir a tres cumbres internacionales en las que hubo hombres que llegaron tarde y tuvimos que esperarlos media hora, pero nadie dio cuenta de esa noticia", comparó visiblemente molesta.
La ceremonia de apertura de la cumbre comenzó a las 8.30 hora local (las 9.30 argentina) y la jefa del Estado llegó media hora después.
Ayer, también el ministro de Economía, Amado Boudou, fue impuntual. No sólo dejó una mala impresión entre sus pares porque no supo, o no quiso, dar cifras sobre cuánto crecerá o caerá la economía este año y por las cuestionadas trabas a las importaciones. Fue además el único de los siete jefes de Hacienda reunidos en Asunción que llegó tarde al encuentro.
Otras veces. El retraso de hoy se suma a un historial de Cristina Kirchner en la materia. Algunos de ellos: en febrero pasado, la jefa del Estado tuvo múltples retrasos en su visita a Madrid, entre ellos, la demora de 40 minutos para llegar a la cena de gala ofrecida por el rey Juan Carlos.
En tanto, en noviembre del año pasado llegó tarde a la foto de familia de la cumbre del G-20. Cuando los otros 21 presidentes terminaron de posar para el retrato que iba a quedar en la historia y empezaban a dirigirse hacia la sala de deliberaciones, alguien les hizo notar que faltaba ella.
Con paso rápido y gestos de disculpas, la Presidenta apareció en la escena y todos sus colegas, entre sonrisas y alguna mueca de fastidio, volvieron a subir las escaleras y a ubicarse en sus sitios para repetir la foto.
También en mayo de 2008, demoró al resto. Fue en la Cumbre de América latina y la Unión Europea que se realizó en Perú. Las fotos de aquel día muestran a la Presidenta con las palmas juntas, en señal de pedir perdón. La demora había respondido a una inesperada llamada al celular, en pleno conflicto con el campo.
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