EJÉRCITO DE RESERVA
17 de Agosto de 2009 POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL Aparece los Jueves
Opinion | 17/8
El "ejército de reserva" de la economía "progre"
Por JOSÉ ANTONIO RIESCO*
El punto final de la mistificación "progre" en cuanto a la reivindicación -vía aumento del consumo a costa de las inversiones- lo dio nada menos que el Papa con sus explosivas declaraciones del 6 del corriente. Pese a los esfuerzos de la propaganda oficialista en boca del ministro Aníbal, y enseguida de Néstor, el presidente efectivo, los dichos de Bonifacio XVI retumbaron en el país y en el resto del mundo: "en la Argentina se vive una escandalosa situación de inequidad social".
Al día siguiente monseñor Jorge Bergoglio, cardenal primado de la Argentina, ratificó plenamente la afirmación pontificia. Sus dichos reiteraron el informe de la Comisión Pastoral que preside monseñor Cassareto: las cifras indican que alrededor del 40% de la población está en la línea de pobreza, y dentro de ello, no menos de 4 millones sufren de indigencia, el nivel más alto de la inequidad social. En paralelo con esta grave denuncia, el 18 de julio pasado, el diario LA NACIÓN publicó un informe en la sección Economía donde se informó que en el país la pobreza supera el 30% de la población, con no menos de 12 millones de ciudadanos afectados. En la misma edición se describe que entre las causas principales figuran la inflación y la caída de la actividad: es decir, que no se hacen inversiones.
Hay coincidencia entre los observadores de la realidad nacional que esos sectores dominados por la pauperización constituyen la materia prima que dispensa el clientelismo, directo o indirecto, de que se vale el Gobierno para sostenerse políticamente con la compra-venta de electores y el reparto de subsidios a los punteros de zonas, un fenómeno que viene degradando a la democracia y también la legitimidad de los que mandan. Mientras, se publicita descaradamente el enriquecimiento de los altos funcionarios del Gobierno, en el que se destaca el aumento del 158% del capital de la pareja presidencial durante 2008.
La pobreza, bien se ha dicho, "es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y/o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un deterioro del nivel y calidad de vida de las personas, tales como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria o el acceso al agua potable". Asimismo se suelen considerar la falta de medios para poder acceder a tales recursos, como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. También puede ser el resultado de procesos de segregación social o marginación. La situación persistente de pobreza se denomina pauperismo".
Quiere decir que, luego de seis años de "modelo k", donde la economía aparece dominada por la fuga de capitales (23 mil millones de dólares en 2008), el deterioro de los derechos de propiedad y contractuales, la confiscación del ahorro de los jubilados y de las rentas agropecuarias, la inflación galopante en marcha y el derroche de los recursos públicos con notorio desaliento a las inversiones, se llegó finalmente a un verdadero "capitalismo salvaje". A cambio, se dispone de una masa de pobres impotentes para existir con dignidad de ciudadanos, y, sobre todo, para negarse a los delegados del kirchnerismo que compran votos. Con 16 millones de sumergidos socialmente, el régimen tiene a mano un auténtico "ejército de reserva". De todas las formas de de explotación a ésta se la podría llamar "el capitalismo tartufo".
No está demás recordar que en su implacable análisis del sistema capitalista en el siglo XIX, Carlos Marx alertó acerca de la existencia de un "ejército de reserva" que era indispensable para su funcionamiento debido a que poseía una permanente cantidad de trabajadores desocupados (fuerza de trabajo). Marx sacó la siguiente conclusión: "Cuanto mayor es la riqueza social y mayor es la masa de sobrepoblación consolidada, tanto más grande es el ejército industrial de reserva y tanto mayor es la pauperización social. Esta es la ley general absoluta de la acumulación capitalista".
Esta opinión del autor de "El Capital" se correspondía con una etapa primitiva de la economía de propiedad privada, en buena medida superada luego por la alta productividad que, mediante inversiones crecientes y la incorporación de tecnología siempre renovada, alcanzaron las diversas áreas de producción. Lamentablemente hoy la vemos actualizada en la Argentina bajo el dominio de un régimen ajeno por completo al interés nacional.
*Instituto de Teoría del Estado
mailto:jariesco@yahoo.com.ar
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