PISTOLITA IRÁ EN CANA
Massuh, la trampa judicial que puede terminar con Moreno
Por primera vez el secretario de Comercio Interior se puso a tiro de la Justicia. Su condición de CEO de Massuh sería notoriamente incompatible con el cargo público que desempeña. Los acreedores del concurso de la papelera ya estudian realizar presentaciones en su contra. El rol de Roberto Felleti y Nación Fideicomisos.
La Política Online |
Los incontables enemigos que ha acumulado Guillermo Moreno por estas horas se refriegan las manos y cruzan llamados entusiastas. Es que por primera vez el poderoso Secretario de Comercio Interior, parece haber dejado un flanco judicial importante.
El flanco que le encontraron se vincula con su rol de CEO en los hechos de la intervenida papelera Massuh (ahora rebautizada por el más popular Papelera Quilmes), que ayer sirvió para que Néstor Kirchner la recorriera e hiciera un poco de campaña con su estatismo “a la carte”, junto a los trabajadores de la empresa –que todavía no terminaron de cobrar los salarios atrasados, pese a las promesas oficiales-.
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Es que el rol de Moreno “empresario” sería claramente incompatible con su cargo de Secretario Interior, precisamente el funcionario que vigila y arbitra la vida de las empresas nacionales. Para decirlo sencillo, en este caso, Moreno sería juez y parte. Para pero ya han trascendido –con gran infatilismo fogoneadas por el gobierno- presiones del secretario a proveedores y clientes para favorecer a la papelera que tiene a su cargo.
Pero las graves incompatibilidades –que incluos podrían abordadse del Código penal-, también salpican a quien formalmente lo designó al frente de la papelera, el titular de Nación Fideicomisos, Roberto Felleti. Es que en el plano administrativo ahora la gestión de la papelera quedó a cargo de un fideicomiso que maneja este grupo estatal.
Felleti es quien como superior de Moreno en esta función debe garantizar que su designación no incumpla con el marco legal, cosa que el parecer no se ha tratado con la rigurosidad del caso. Y por esto también a él podría caberle algún tipo de responsabilidad penal.
Es tan vidriosa la situación de Moreno, que de hecho todavía no se sabe cual es su puesto concreto en la papelera, pero esto no impediría –como sucedió en el Indec-, que enfrente consecuencias penales. Es que está super probado que es el máximo responsable de la papelera a la que llega todos los días a las 6 de la mañana.
“Se reúne con el directorio y les baja línea, lo mismo hace con los empleados, los gerentes, los proveedores y los clientes”, señaló a La Política Online, una fuente de la empresa intervenida, que agregó: “Pero el peor error lo cometió al comunicarse con la jueza O'Reilly – a cargo del concurso de la papelera-, con lo cual su condición de responsable de la compañía ya tiene entidad judicial”.
Un filón para los acreedores
Es que con esta irregular designación, la empresa -que arrastra una deuda de 249 millones de pesos, de los cuales la mitad son contra los bancos Nación, Provincia y Ciudad-, ahora está a tiro de los acreedores que tienen una formidable herramienta judicial para presionara Moreno y forzarlo a una negociación. “Sin mencionar el flanco que le abre a la oposición, que no le faltan ganas de complicarlo en la Justicia”, agregó la fuente consultada.
Es que su situación en este caso es diametralmente opuesta al escándalo del Indec. En ese caso, Moreno se cuidó de evitar cualquier constancia de su intervención en el organismo. De allí que las denuncias que enfrentó en ese sentido no lograron avanzar en la Justicia, ya que era casi imposible probar jurídicamente su vinculación directa con las decisiones de las autoridades del organismo.
Además, en esta verdadero “frankestein administrativo”, en el que se está convirtiendo Massuh, que transita en un limbo jurídico entra la estatización y la simple ocupación de hecho, son cada vez más grandes las dudas sobre el uso y el control de los millones de la Anses que deberá gastar el Estado en mantenerla a flote, tal como informó en su momento La Política Online.
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