EL CARROUSEL
"EL CARROUSEL DEL DIALOGO"
por Enrique Guerrero
Si tuviéramos que elegir una figura, entre las variadas que pudieran existir, para presentar las escenas de cómo se está desarrollando el DIALOGO entre el oficialismo y los opositores, me inclinaría imaginarlo como un grandioso "CARROUSEl", lleno de gente de todas las edades, grandes y chicos por sus calidades y aptitudes y por calificar las tareas, su procedencia o su responsabilidades, que sentados o parados se agolpan y se empujan para buscar un lugar y agarrase de lo que puedan y de las barras a través de las cuales, iniciado el movimiento, buscaran la tan deseada sortija, que "el peón de turno" dará a quien le parezca, con los beneficios o el resultado que él quiera, seguramente ya preestablecidos. Todos subidos juntos, empleados, políticos, empresarios, agrarios, etc. ansiosos en la búsqueda de "algún resultado" que justifique las demandas requeridas. Parecería ser hasta irrisorio llegar a una representación como esta, o de otras parecidas, para pintar esta situación. No obstante las formas en que se están produciendo los hechos admite cualquier clase de imaginación posible.
Ha pasado más de un mes que la ciudadanía se manifestara abiertamente por la generación de un cambio en la conducción general de las instituciones y en el ejercicio del gobierno general del país. Hasta hoy nada. Las manifestaciones han sido amplias y concretas. Nadie, que aun cuando esté medianamente informado, puede llegar a desconocerlas. Todos o casi todos los campos de la actividad del país, en todos sus niveles de organización y funcionamiento estuvieron y están aún requiriendo las modificaciones o transformaciones necesarias e indispensables para fijar un rumbo definitivo al avance, que necesita el país, en todos sus estamentos, organización y funciones. Asombra al escuchar las comparaciones con el resto de muchos países del mundo y lo más grave con nuestros vecinos más próximos.
Ya no podemos agregar nada sobre el campo, que en su diversidad de tareas cubre uno de los problemas más grandes y urgentes a superar, la industria detenida o paralizada por falta de insumos o por imprudencias administrativas y funcionales de dirigentes que, por sus escasas aptitudes no alcanzan a superar los problemas existentes. No hablemos de los particulares intereses políticos que han rodeado en la selección y cubrimientos de cargos y que sigue ocurriendo con la sola finalidad de satisfacer sus propios intereses extendidos también a los seguidores, parientes, amigos o interesados ocasionales. Parecería que todos tienen capacidad para todo. Me hace recordar el baile de las sillas, en que todos dan vuelta y cuando suena el silbato todos corren a sentarse sin importar el cargo que tendrían que ocupar. Hoy todos sirven para todo y sino tomemos como ejemplo, entre algunos, a quien en el término de ocho años ocupó sin intervalos cuatro cargos ministeriales diferentes, por supuesto con distintas responsabilidades. La seguridad, la salud, la educación, la pobreza, la droga, la falta de trabajo, etc. Todo es una mezcla amplia de problemas sobre los cuales siempre nos faltaría espacio para mencionar y nos olvidaríamos de muchos.
Dentro de este esquema de desarrollo ha aparecido después del 28 de junio, este elemento de decisión del oficialismo, o sea afrontar con los opositores un DIALOGO RECONSTITUYENTE en la busca de las soluciones planteadas.
El Dialogo solo será posible si tal vez se hubiera estructurado algún camino ordenado y coherente, agrupando las exigencias requeridas y las necesidades emergentes, concretamente para cada uno de los campos o actividades cuestionadas, de manera de no eludir las responsabilidades, dando prioridades al abarcar y comprometer a todos aquellos que tienen que replantear los problemas que generen el dialogo ante quienes son los responsables de discutir y resolver los temas planteado. Sin embargo, nos encontramos frente a un atropello en donde todos quieren intervenir, todos quieren discutir, todos quieren resolver, todos quieren tener presencia y por lo tanto - el DIALOGO - no llegará nunca a manifestarse con la necesaria claridad, orden, y coherencia.
Este es el cuadro muy sintéticamente expresado con que nos encontrábamos el 28 de junio después de las elecciones y lo que está ocurriendo a partir de entonce hasta ahora, con la seguridad de no haber logrado resultados positivos que pongan en evidencia el verdadero significado de lo que es un DIALOGO, que lleve a la consiguiente búsqueda del CAMBIO materializado en las soluciones requeridas.
DIALOGO para CAMBIO, palabra corta y clara pero difícil de materializar. "Perentoria" para su realización pero con un tiempo de ejecución variable, no sólo por su desarrollo, dado que es obvio que demandará tiempo, además de imponer urgencia para tomar las decisiones. Ya es el tiempo de iniciar el CAMBIO.
El trascurrir de la vida, entre otros aspectos, tiene un equilibrio en la conducta de las cosas y de las personas que se mueven entre el "optimismo" y el "pesimismo" y aun cuando siempre es mejor la esperanza, hay momentos en que nos vemos obligados a aceptar lo contrario. El optimismo es el que empuja a la gente a fijar metas y encontrar soluciones y para ello no existe otro procedimiento que enfrentar las causas que generan las necesidades tratando de superarlas, sabiendo que aún se pueden producir resultados negativos. Del resultado de estos enfrentamientos surge la síntesis que es la solución a la cual se quiere llegar, siento el resultado, si es positivo, el CAMBIO.
Sin embargo todos los caminos para llegar al Cambio no son fáciles de alcanzar cuando es evidente que siempre existirán posiciones contrapuestas, con resultados conflictivos que podrán diferir o no en los objetivos buscados y es aquí donde los tiempos se dilatan y también los resultados deseados y por lo tanto no llegan y van siendo diferidos en el tiempo y aún en el manoseo de los tramites, o cuando no en las promesas que nunca serán cumplidas.
En lo personal, tomando y analizando los comentarios de muchos intelectuales del periodismo, de la política, y de los diferentes medios de información que permanentemente están produciendo opiniones, comentarios y artículos sobre el tema, me permito colocarme en el terreno del "PESIMISMO" sobre el resultado de este "DIALOGO RECONSTITUYENTE", conociendo el terreno con que actúan los medios del oficialismos, con capacidad de dilatar, con recursos que actúan en su apoyo y de cuya percepción por su gran capacidad no tendrán dudas de generar abundantes espacios de espera para tomar las decisiones requeridas.
Es indudable que N.K. busca ganar espacio, traducido en tiempo de decisiones, con algún objetivo, o en la idea, que la demora en los avances de la oposición se vean dificultados en su logro - mantener su plan de poder - y con ello dar vuelta al curso de los acontecimientos, haciendo retroceder o paralizar su avance. Tal vez, iniciar nuevos conflictos de desgaste, incluyendo hasta la posible derrota de sus actuales vencedores.
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