CAOS O VUELTA A LA NORMALIDAD
NO ES “YO O EL CAOS”.
ES EL CAOS O LA VUELTA A LA NORMALIDAD
Por Alfredo R. Weinstabl
A Kirchner le gusta presionar y asustar a la gente para el logro de sus propósitos. Y además le gusta mentir y tergiversar la realidad.
En su desesperación por la pérdida de su hegemonía en los próximos comicios recurre a cualquier medio. Ahora asume un nuevo estilo para tratar de zafar del inexorable destino producto de sus propias torpezas. Recorre el conurbano en largas caminatas visitando barrios, escuelas y besando a los niñitos. En sus discursos hace frecuentes menciones a Perón y su doctrina. No se recuerda en sus primeros años de gobierno hacer referencia al ex presidente. En ninguno de sus actos se vieron los tradicionales símbolos del peronismo. Eran los tiempos de la frustrada experiencia de la transversalidad.
Tal vez la adjetivisación de “frustrada” está demás. Todo lo que el Klan Kirchner hizo en estos seis largos años, fue una inmensa frustración.
Su vapuleada mujer, por su parte, también busca emplear un estilo diferente. Otrora soberbia y desafiante, ahora adopta un papel compungido y apela a las lágrimas buscando impactar a su auditorio.
No obstante el contenido de sus discursos es siempre igual. Como una verdadera exasperante charlatana de feria, repite permanentemente el mismo estribillo de “…la profundización de este modelo…” y la famosa y también fallida “… distribución de la riqueza…” entre otras frases hechas similares.
Por primera vez la presidente hizo referencia a la seguridad cuando se enteró del intento de robo del vehiculo de la custodia de su hija. “Pensé que se paraba el corazón” expresó cuando le informaron del intento delictivo.
Si este es el modelo que quieren profundizar, en el cual cada vez hay más pobres, más desempleo, más pobladores en las villas miseria, más inseguridad, en donde la brecha entre el segmento más rico es cada vez mayor en comparación con el más pobre, en donde el país cada vez se va asemejando a un gigantesco e ingobernable caos, seguramente no va a tener el apoyo popular que desesperadamente necesitan.
Y además constituye un nuevo insulto a la capacidad de discernimiento de los argentinos. Los Kirchner han perdido totalmente la iniciativa y el respeto por la ciudadanía. Están jaqueados por los alarmantes indicadores económicos y la deserción cada vez más numerosa de su mercenaria tropa.
En la semana que ahora concluye, la ciudad de Bs. As. fue escenario de dos fuertes aprietes, verdaderas presiones, para el gobierno del alicaído Kirchner y su vocera.
Hace unos días atrás, el líder piquetero Luis D’Elía, (ref.1) operador extraoficial del gobierno, en un arrebato, dijo que Kirchner le había colmado la paciencia (en realidad utilizó otras palabras que por respeto a los lectores me abstengo de reproducir) y amenazó irse del oficialismo.
No obstante poco tiempo después, organizó una marcha desde Liniers y otros puntos de la ciudad hacia la Plaza de Mayo para apoyar firmemente el modelo del gobierno y reclamar por “la incorporación de mas morochos en las listas de candidatos”.
Esta movilización de alrededor de 5.000 personas implica un cambio de 180º a lo que había manifestado anteriormente y también implícitamente, que Kirchner tuvo que ceder ante los reclamos del voluble dirigente. La ciudad fue un verdadero caos.
Otro personaje de primer plano del lamentable escenario de la política nacional, Hugo Moyano (ref.2), un hombre con aspecto de peón o puestero de un recóndito campo en lo profundo de nuestra Patagonia, es en realidad el dueño de una próspera estancia, en plena pampa húmeda de la provincia de Bs. As. y además, líder de la poderosa CGT.
El último día de abril movilizó a sus seguidores, en una importante concentración en la Av. 9 de julio en apoyo del desconocido proyecto de los Kirchner. Reunió a cerca de 20.000 personas. Ante esa multitud Moyano, en un discurso ultraoficialista, pidió el respaldo de todos los trabajadores para el gobierno “nacional y popular” de los Kirchner.
No se recuerda en las últimas décadas, una posición tan explícita y tan complaciente de la CGT con el gobierno.
Este festejo anticipado del Día del Trabajo (ref.3) tenía como propósito, no solo manifestar el apoyo al gobierno, sino presionar por una mayor participación de los sindicalistas en las listas de las candidaturas. Kirchner tuvo que ceder. También ese día, la Capital de nuestro país fue un caos y el tránsito un verdadero calvario.
Así se hacen últimamente las internas peronistas.
Volviendo al título de esta nota, el país no tiene un liderazgo apropiado en estas difíciles circunstancias. La conducción que ejercen los Kirchner esta condicionada y fuertemente limitada, fuera de las normas y leyes vigentes, casi una anarquía, un verdadero caos.
“Yo o el caos” dice el tragicómico aprendiz de déspota. En vez de generar tranquilidad y confianza hace exactamente lo contrario. ¿Puede estar el país peor que en estos momentos liderados por dos mentes enajenadas y obtusas? Si ya estamos en el caos. Obviamente siempre se puede estar peor
Pero seguramente cualquier argentino con un adecuado equilibrio y sentido común y con voluntad de diálogo, tendría más éxito que la demencial pareja reinante. Con nuevos vientos mejorarán las cosas y la Nación podrá volver a la normalidad de un país civilizado.
Aún cuando Kirchner gane en estos comicios va a perder la mayoría parlamentaria. Y sus seguidores en el Congreso irán buscando nuevos rumbos. Es sabido que del árbol caído todos hacen leña. Muchos argentinos querrán hacer leña de este calamitoso y enfermo árbol.
Y los seis meses hasta que asuman los nuevos legisladores y autoridades serán nuevamente meses perdidos.
Esta nota puede parecer un artículo desestabilizador. Sin embargo no es así. Es la opinión de un argentino que quiere lo mejor para el país y que vuelva a la perdida normalidad institucional. Y lo mejor para ello es que los Kirchner den un paso al costado.
Sería un gesto de grandeza. Pero lamentablemente no podemos esperar grandeza de este matrimonio de alienados y tramposos consuetudinarios.
09-May-09
ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar
NOTAS:
(1) Líder piquetero que fue convocado por el presidente Kirchner en el año 2003 para hacerse cargo de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social. A partir de ese momento, con un abultado presupuesto, se convirtió en puntero en diferentes episodios, muchos de ellos empleando la fuerza y trasgrediendo las leyes vigentes, en concordancia con la política oficial: la toma de una Comisaría, en la provincia de Corrientes, procedió a cortar el candado de una tranquera que marcaba el límite entre los campos del magnate estadounidense Douglas Tompkins, organizó una contramarcha a la organizada por Juan Carlos Blumberg en reclamo de seguridad, protagonizó incidentes durante el paro agropecuario, asumió una posición totalmente pro iraní por el atentado a la AMIA, entre otros incidentes de diferente gravedad. En marzo de 2008, D'Elía afirmó que sentía "un odio visceral" por la oligarquía argentina y los "blancos del Barrio Norte" y señaló en el país existía una profunda división social entre "blancos" y "negros".[ Estas manifestaciones evidenciaron su fuerte posición racista y de discriminación racial. También según lo informa un matutino sostuvo que "no tengo problemas en matarlos a todos". Y muy recientemente "…si la derecha conspiradora llegara a imponer a Cobos, le decimos que el pueblo argentino va a hacer tronar el escarmiento y vamos a ser protagonistas en las calles, en los pueblos y en las ciudades de Argentina".
(2) Líder del sindicato de camioneros y Secretario General de la CGT. Intempestivo, irritable, rebelde, de léxico limitado pero marcada inteligencia, despiadado con sus adversarios. Apoya al gobierno de los Kirchner, pero es un aliado no confiable, que de acuerdo con las circunstancias puede transformarse en difícil adversario. Kirchner rozó la exasperación más de una vez por las imprevistas medidas del sindicalista aliado, que generalmente tienen un alto impacto mediático. El gobierno ya lleva cumplidos varios pedidos del camionero: Dio aumentos en las asignaciones familiares, creó el Consejo del Salario Mínimo, otorgó incrementos a empleados privados y estatales y el Ejecutivo también le concedió un reclamo personal cuando le devolvió la personería gremial a la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
(3) El acto fue realizado el 30 de abril, día laborable, ya que de haberlo realizado el 1 de mayo, hubiera habido una sensible merma en la concurrencia..
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