La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

viernes, 8 de mayo de 2009

NUNCA DIÓ UNA CONFERENCIA


Kirchner concederá otras 9 entrevistas en los próximos 45 díasNéstor Kirchner no le dará tregua a los argentinos en general y a los bonaerenses en particular: luego de la magra entrevista con Telefe, Alfredo Scoccimarro, el subsecretario de Medios de la Presidencia de la Nación, prepara 9 entrevistas más para los 45 días que vienen. La pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué medio gabinete presidencial trabaja en función de las entrevistas que concede el marido de la Presidente? Es un enorme desarreglo institucional.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El reportaje fue grabado por 3 cámaras y duró más de 1 hora. Néstor Kirchner comenzó tenso y terminó distendido y hasta alzó una copa con agua, acerca de la teoría del derrame. Todo transcurrió en la Quinta de Olivos... ¡¡pero Kirchner no es el Presidente de la Nación!! Kirchner es el presidente del Consejo Nacional del PJ y reside en Olivos porque es el marido de la Presidente. Un mamarracho institucional.

Trabajaron en la entrevista de Kirchner, el jefe del Gabinete de Ministros, Sergio Massa; el secretario de Medios de la Presidencia, Enrique Albistur; y el subsecretario, Alfredo Scoccimarro, quien además es el vocero personal de Néstor Kirchner.

La conversación con el periodista de Telefé fue la 1ra. de 10 entrevistas que el ex Presidente concederá en los próximos 45 días.

Aqui algunos recortes:

Martín Piqué en el diario paraestatal Página/12:

"La entrevista que ayer puso al aire Telefé fue el primer capítulo de una serie de apariciones en la televisión de Néstor Kirchner que el oficialismo está preparando para el próximo mes y medio de campaña. El responsable de organizar las entrevistas es el vocero de Kirchner, Alfredo Scoccimarro, también subsecretario de Medios de la Presidencia. Según pudo saber Página/12, en la definición de las próximas entrevistas habrá un espacio privilegiado para los medios del interior del país. La elección de los programas de TV en los que podría aparecer Kirchner está siendo discutida por el equipo que está trabajando en su campaña. Ese equipo está formado por el propio Scoccimarro; el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y su subsecretario de Comunicación, Claudio Ambrosini; el secretario de Medios, Enrique Albistur, con todos sus colaboradores; más el publicista Fernando Braga Menéndez, de buena relación con el matrimonio presidencial.

El domingo último, la Presidenta y su esposo encabezaron una reunión con varios miembros de ese equipo. Allí se supervisaron las piezas (spots audiovisuales y afiches para la vía pública) que llevarán el mensaje y la estética de la candidatura de Kirchner. También se repasó una eventual lista de diez programas políticos de televisión a los que Kirchner podría asistir como invitado, dispuesto a una entrevista en profundidad. Un primer borrador de esa lista habría sido elaborada por Massa y sus colaboradores. La gran duda que recorre al oficialismo es si en esa nómina debe haber espacios para medios con los que el Gobierno mantiene una relación al menos complicada por la decisión de impulsar el debate por la Ley de Servicios Audiovisuales.

Aparte de la serie de diez entrevistas que dará Kirchner, el equipo encargado de la comunicación de la campaña está abocado, sobre todo, a la organización del acto del jueves 14 de mayo en el Teatro Argentino de La Plata. Ese día se lanzará oficialmente la candidatura del ex presidente. En la quinta de Olivos quieren que la presentación de los candidatos del Frente para la Victoria esté en línea con el mensaje central de la campaña kirchnerista. La lógica de la campaña será la puja entre dos modelos: como viene diciendo el propio Kirchner, la defensa de los cambios realizados desde el 2003 para evitar un retorno al pasado. Ese será el contenido básico del video preparado por la Secretaría de Medios que se proyectará antes de los discursos. (...)".


Fernando Laborda en La Nación:

"Es paradójico, pero real. Néstor Kirchner exhibe el monopolio de la lapicera para inscribir candidaturas en la provincia de Buenos Aires, pero sufre como nunca las presiones y las amenazas de quienes no le perdonarían quedar fuera del reparto de poder tras años de servilismo.

El titular de la CGT, Hugo Moyano, pronunció una semana atrás en la avenida 9 de Julio, con motivo del Día del Trabajo, el discurso más complaciente hacia el Gobierno que se le escuchó a un líder sindical en una fecha similar en los últimos años. Pero bajo la fachada de ese mensaje adulador, se esconde una clara ambición: más espacios de poder y, más concretamente, el Ministerio de Salud.

El sector piquetero encabezado por Luis D´Elía formuló demandas parecidas, aunque apuntando menos alto: se conforma con algunos lugares en las listas de diputados nacionales y de legisladores bonaerenses.

El tamaño de las concesiones que los Kirchner les hagan al sindicalismo y al citado grupo piquetero antes de la presentación de listas de candidatos dará una idea del grado de debilidad de la fracción gobernante. Pero un diagnóstico más cabal sólo se podrá hacer después del 28 de junio, cuando se advierta si persiste el espíritu adulador que en su discurso público transmiten hoy esos sectores hacia el Gobierno.

Como primer mandatario, Néstor Kirchner siempre respetó a quien demostraba capacidad para controlar la calle. El poder de fuego de Moyano y de los piqueteros lo decidió a pactar con ellos. Ahora, al aproximarse el ocaso del kirchnerismo, todos van por más.

Las señales de debilidad K no se agotan ahí.

El primer rasgo de flaqueza se advirtió cuando Kirchner debió recurrir a Daniel Scioli para que lo acompañara como candidato ficticio. La segunda señal se vio cuando se les reclamó a los intendentes kirchneristas del distrito bonaerense que lideraran las listas de diputados provinciales, aunque nunca fueran a asumir esas bancas. Más que atraer votantes, era una jugada desesperada del ex presidente, tendiente a abortar negociaciones que algunos jefes comunales temerosos habían comenzado a entablar con el peronismo disidente, a fin de asegurarse mayorías en sus respectivos concejos deliberantes. (...)".


Julio Blanck en el diario Clarín:

"Se alistó como candidato para pelear la batalla decisiva para su sobrevivencia política. Adelantó la elección para escaparle a los efectos anunciados de la crisis económica. Inventó las candidaturas testimoniales involucrando nada menos que al gobernador de Buenos Aires. Gritó y despotricó desde las tribunas contra los que lo quieren hundir en el último infierno y también contra los que apenas ejercen su derecho a opinar y cuestionan algunos de sus actos. Nada de eso le alcanzó hasta ahora a Néstor Kirchner para suponer que podrá dormir tranquilo después de la elección de junio. Las encuestas, y sobre todo las propias, las que esta vez no se difunden, le alientan cada día el sobresalto.

Los números en los que Kirchner cree le hablan de una estrecha diferencia final, de 5 ó 6 puntos, sobre Francisco de Narváez. Otras mediciones que le acercaron son más optimistas, pero Kirchner está entrenado en la aspereza y la sospecha: prefiere planificar qué hacer para que el escenario de derrota que le pinta un tercer grupo de sondeos nunca se pueda concretar.

Ante una realidad adversa, prestidigitador incansable, Kirchner inventó y puso en escena esta semana la última versión de sí mismo. Algo así como "Mi pobre angelito", un hombre que se pretende cálido y afable, que visita jardines de infantes en el Gran Buenos Aires, acaricia a niños, saluda a padres y maestras, y trata de convencer buenamente, con paciencia y esmero, que lo mejor es votarlo a él.

De algún modo es el regreso a una tesis que el propio Kirchner había desarrollado a comienzos de año, cuando le decía a sus numerosos visitantes en Olivos que pretendía un tiempo con "ondas de amor y paz" para transitar hacia la elección de medio término del segundo gobierno kirchnerista. Nadie hizo más que él para que ese pretensión quedara frustrada.

Es ese Kirchner que se esfuerza por aparecer manso y tranquilo el que ayer, en una muy distendida entrevista por televisión -otra pieza en el mecano de su lanzamiento como candidato- dijo de sí, aludiendo a su notoria condición de gobernante consorte: "Soy por primera vez un Primer Damo en la Argentina".

Un interlocutor habitual de Kirchner preguntaba anoche, y anticipaba: "¿Viste cómo hacemos todos los deberes? ... estamos muy prolijitos y vamos a seguir así". Le preocupaba resaltar el cambio de tono, la última reinvención de Kirchner candidato, después de comprobar que el chicote y la chequera sirven para disciplinar intendentes y gobernadores, pero que no pagan buen dividendo en la opinión pública. En el Gobierno admiten que algo más del 60% de los bonaerenses está dispuesto a votar contra Kirchner. (...)".

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana