TIRANDO MANTECA AL TECHO
¿Qué tiene de progresista que Aerolíneas pierda US$ 500.000 por día y pague salarios de $ 25.000?
POR CLAUDIO M. CHIARUTTINI
Interesante editorial del autor en su programa Sin Saco y Sin Corbata, por radio AM América, con una frase para el juez electoral Manuel Humberto Blanco que hoy difundirá su dictámen sobre las candidaturas testimoniales: "(...) la Justicia, vuelve a realizar una artística verónica para esquivar el bulto de un tema clave que cambia la esencia y dirección de la legislación política, en una sociedad en donde los políticos destrozan las leyes electorales y la población, con su voto, convalida las má
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Comenzó la campaña electoral. En una semana, se han cruzado impugnaciones, rumores de rupturas y fugas en todos los partidos, entrevistas concertadas y espontáneas y las primeras operaciones de inteligencia para desestabilizar al oponente (sobre todo el oficialismo).
Sin embargo, en una semana, no se escuchó una sola propuesta –ni del oficialismo ni de la oposición- para resolver los problemas reales que tiene la gente, el sector productivo, la economía.
En una semana de campaña electoral, el tema clave fue el lanzamiento de 'Gran Cuñado' en el programa de Marcelo Tinelli, la impresión de los caricaturizados sobre el scketch, la opinión de los analistas acerca del impacto que tendrá en el electorado y el patético pedido del gobierno para que sea eliminado el personaje de Cristina Fernández de Kirchner por que daña la investidura de la Presidente de la Nación.
¡¡Qué lejos quedaron los tiempos en que Néstor Kirchner se reía de la caricatura que Marcelo Tinelli hacía de Fernando de la Rúa!! En ese momento, no atacaba la investidura del Presidente de la Nación, sino la de un enemigo. Quizás ahora, la gente se de cuenta porqué no hubo humor político en la televisión argentina desde hace 4 años.
Tanto es el enojo del gobierno con el sketch de 'Gran Cuñado' que el ataque a 11 receptorías de avisos del diario Clarín no pueden ser leídas como un acto casual. Alguien en la Quinta de Olivos debería pensar un poco de que el uso de la violencia no es el camino para ganar una elección que, según las encuestas, se presente difícil.
Un simple repaso de la primera semana de campaña nos deja a la oposición desafiando a un debate de TV a Néstor Kirchner, al ex Presidente en ejercicio besando chicos en el conurbano, a todos discutiendo sobre si se debe hablar o no sobre una transición política luego del 28 de junio.
Por ahora, muchas palabras y muy lejanos de los problemas reales.
Quizás, el único tema serio de la semana fue la presentación por parte de la oposición y rechazo por parte del oficialismo de las impugnaciones de las candidaturas testimoniales. Sin embargo, la jueza Romina Cervini de Cubría y el juez de la Suprema Corte, Carlos Fayt, ya adelantaron que serán un tema abstracto porque no llegarán al máximo tribunal antes del 28 de junio.
De esta forma, la Justicia, vuelve a realizar una artística verónica para esquivar el bulto de un tema clave que cambia la esencia y dirección de la legislación política, en una sociedad en donde los políticos destrozan las leyes electorales y la población, con su voto, convalida las más horrendas desfiguraciones del sistema democrático.
En este triste escenario, que el gobierno comenzara a repartir dinero público, no es casual. Así, en 4 días, se anunciaron aumentos de 15% para los empleados estatales y los docentes universitarios, planes de créditos hipotecarios, se estatizó Massuh (ahora llamada 'Papelera Quilmes'), con el fin de defender al intendente municipal, se canceló el aumento de la electricidad a 100.000 clientes elegidos por los intendentes K y se anunció el pago anticipado del Boden 2012 para calmar a la City Porteña.
Con media docena de medidas, el gobierno repartió dádivas y beneficios para unas 500.000 personas o cerca de 1.300.000 votantes potenciales, casi todos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, una facilidad que no tiene ningún partido de la oposición. Por eso, no hay que sorprenderse que la denuncia contra Néstor Kirchner por usurpar recursos, cargos y funciones públicas siga sumando pruebas.
Es interesante, pero Cristina Fernández de Kirchner cuestionó a la oposición diciendo que habían realizado gobiernos 'tornillos', es decir, ajustan hacia abajo y aflojan hacia arriba. Pero, Gobierno 'tornillo' ¿no es lo que hace hoy el kirchnerismo con sus promesa de distribución del ingreso?
Alquilar la planta de Massuh en vez de mandarla a la quiebra y, luego, estatizar la empresa ¿no es ajustar para abajo y aflojar para arriba? Reclamar que la gente crea en la inflación que dibuja el todopoderoso Secretario de Comercio Interior, Guillermo 'Lassie' Moreno ¿no es validar el accionar de un gobierno 'tornillo'?
Que Aerolíneas Argentinas pierda US$ 500.000 por día y pague sueldos de $ 25.000 ¿no es actuar como los gobiernos que se critican? Decir que el Anses invierte los aportes de los jubilados al 13,5% anual, como dice la Universidad de Buenos Aires, cuando hay una inflación del 25% anual, ¿no es ajustar para abajo y aflojar para arriba?
En tren de cambiar la realidad, la historia, los conceptos, quizás justicia social, para el kirchnerismo, sea usar la plata de los jubilados, a los que no se les pagan juicios ganados por ajustes adeudados y pensar en prestarlos a automotrices, cuando el Estado tiene 3 bancos en su poder.
Es cierto que el gobierno recién calienta los motores en la campaña. En los 42 días que faltan, sin duda, veremos decenas de spots publicitarios cantando los logros pasados del kirchnerismo, lanzando promesas que nunca se cumplen o criticando a la oposición y todo aquel que se haya puesta en la vereda de enfrente de la Quinta de Olivos. Pero, esto, no mejorará la situación de los pobres o de los desempleados. Son sólo palabras.
Sin embargo, no muy lejos también estará la oposición si no cambia su discurso, su forma de hacer campaña, su estilo para ganar espacio en los medios de comunicación, de llamar la atención de la gente.
El PanRadicalismo comenzó la campaña con presentaciones judiciales, de candidatos y levantando la bandera de ser quienes más espacio le otorgaron en sus listas a los representantes del sector agropecuario.
Por su parte, desde el campo, el mensaje es confuso y alarmista. Que vamos a dejar de exportar trigo por primera vez desde 1890 y que tengamos que importar carnes en 2011, según los especialistas del sector, parece lejano y arriesgado. Los hombres de las agrupaciones agropecuarios no deben transitar el camino de la exageración para mostrar el daño que les causó el gobierno en menos de dos años. Sólo con mostrar la diferencia entre 2007 y 2009 se hace evidente el impacto que ha tenido el kirchnerismo en destruir el negocio agropecuario.
El PRO tampoco hace las cosas bien. En la capital federal, la patética presentación de candidatos en un pésimo lugar, con cartelitos impresos como si fuera un jardín de infantes y sin la presencia de Mauricio Macri, sin Horacio Rodríguez Larreta y sin Marcos Peña fue leído como una venganza hacia Gabriela Micetti por dejar fuera de la futura presidencia de la legislatura porteña a Federico Pinedo.
Por su parte, la virtual división que exhiben Francisco de Narváez y Felipe Sola no hacen más que aumentar los rumores y desconfianza en el Gran Buenos Aires y no sorprende que los encuestadores diga que el ProPeronismo bonaerense está estancado desde hace casi un mes y medio.
En medio de una de las campañas electorales más mediocres de los últimos 25 años, los problemas reales no se mantienen, crecen. El derrumbe de las exportaciones y las importaciones no le interesan ni a los empresarios de la Unión Industrial Argentina, la caída créditos y depósitos parece no asustar a los banqueros, el creciente cierre de locales comerciales y de gastronomía no preocupa a los gremios. ¡¡Insólito!!
La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de declarar que la recesión no llegará a la Argentina debería ser sostenida por alguna estadística seria, por alguno dato de la realidad. Sin embargo, son sólo palabras en medio de una campaña electoral. Pero, en la City porteña, han comenzado a circular rumores peligrosos.
En la semana, el gobierno reconoció que la creciente fuga de dólares –más de US$ 45.000 millones en 2 años y medio- le preocupa. Por eso, la Comisión Nacional de Valores suspendió la compraventa de bonos y acciones de plazas 'off shore' sin autorización cerrando 63 mercados por donde podrían salir dólares en medio de una corrida.
Sin embargo, la medida es incompleta dado que el grueso de los dólares salen de la Argentina por cuentas en plazas reguladas –como Miami, New York o Londres- y de allí pasan a plazas off shore.
La gran duda es si la medida implica que la Quinta de Olivos está anticipando una mayor corrida después de las elecciones y, si es así, tratan de saber qué medida causarán el pánico entre los ahorristas e inversores. Por eso, desde el gobierno trataron de calmar al mercado con la propuesta de adelantar el pago de los Boden 2013 para antes de las elecciones. Sin embargo, el anuncio, acentuó las dudas y la preocupación.
Para la City, el mensaje es claro: la Quinta de Olivos tiene algo entre manos y aprovecha la hojarasca de la campaña electoral para preparar el terreno. Por eso, en el mercado financiero y cambiario, la suba de los bonos oculta cierta sensación de pánico y una mayor fuga de divisas.
Pero de estos temas no se habla. Estamos en campaña electoral y lo que importan son las encuestas y quién será sacado de la casa de “Gran Cuñado” esta semana. La realidad, para el gobierno y la oposición, es sólo una circunstancia menor. Los políticos están en la política, la realidad, no les importa. En eso, oficialismo y oposición, se parecen. ¿Usted cree que cambiarán antes del 28 de junio? Esperemos....
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