EL FONDO DE LOS DOS PALOS
-El Fondo de los dos millones
Por Jorge R. Enríquez
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Una de las insospechadas derivaciones de las diversas cuestiones originadas por el tan infelizmente llamado "Fondo del Bicentenario" ha sido la aparición de una lista de recientes compradores de dólares.
Que tal nómina haya sido difundida es algo de por sí grave, ya que se trata de una información que el Banco Central debería manejar con extrema reserva.
En esa lista apareció Néstor Kirchner como adquirente de la divisa norteamericana en octubre de 2008, año en el cual el patrimonio de la pareja presidencial creció un 158 %, superando así los $44.000.000.-
En principio, comprar dólares es una actividad lícita. De hecho, tantas décadas de alta inflación han dejado un pesado sedimento en la memoria de los argentinos, que se acostumbraron a considerar alternativamente al dólar como moneda de reserva. Salvo las personas de mucho dinero, que cuentan con sofisticados conocimientos financieros o se asesoran con quienes los poseen, y canalizan su dinero a través de diversas alternativas, el argentino medio, cuando logra quedarse con algunos pesos, los ahorra en dólares.
Además de moneda de ahorro, el dólar ha pasado a ser, en ciertos rubros, una medida de valor. Los inmuebles, los automóviles de alta gama y otros bienes se cotizan en dólares.
Ahora bien, lo que es normal para un argentino medio puede no serlo para un presidente o un ex presidente de la Nación.
Las autoridades, continuamente, exhortan a la población a confiar en su moneda local, les aseguran que no habrá devaluaciones y censuran a quienes se vuelcan especulativamente a otras monedas.
De ahí que sea llamativo que un ex presidente, esposo de la presidenta de la Nación y, en los hechos -como ya ni ellos lo ocultan-, el verdadero jefe del gobierno nacional, particularmente en materia económica, no sólo compre dólares, sino que lo haga en una magnitud tal -dos millones- que no alcanzarían a reunir varias generaciones de argentinos comunes.
Para colmo, esa compra se hizo poco antes de que el peso sufriera una brusca devaluación.
Pasaron varios días desde que fuera conocida esa información, durante los cuales los voceros del gobierno se limitaron a decir que la operación era legal, hasta que Néstor Kirchner, en un curioso procedimiento que consistió en el envío de un mail al periodista Víctor Hugo Morales, alegó que había comprado esa suma para aplicarla a la compra de un hotel.
La explicación es tardía y endeble, porque no altera lo esencial: Kirchner manejaba información confidencial o privilegiada sobre el valor del dólar. Más que eso: sin ser funcionario participa en la toma de decisiones políticas y económicas, de él dependía el valor que el dólar habría de tener, ya que el Banco Central seguía sus órdenes. Por eso, esa compra, si fue legal, no fue ética.
Respecto de la primera apreciación, abrigó mis dudas porque si bien para nuestro derecho sería sólo una infracción administrativa, porque aquí no existe, como en los Estados Unidos, el delito de “inside information”, el proceder resulta ilegítimo y repudiable socialmente.
En cambio, existiría una clara violación al art. 2º inc. f) de la ley 25188 de ética de la función pública, por cuanto la información privilegiada a la que habría tenido acceso el ex presidente debió haber emanado, cuanto menos, de un alto funcionario público o, lo que es más grave, directamente de la propia Presidenta, la cual, en modo alguno puede quedar al margen, porque el rédito obtenido en virtud de esa operación es ganancial.
Una vez más se mezclan los negocios privados con los públicos. La justificación de la señora de Kirchner -"el drama de Kirchner es que está en blanco"- es patética.
LA CENSURA IMAGINARIA
La semana pasada, en uno de sus numerosos y cotidianos discursos, la señora de Krichner denunció que había sido objeto de censura por parte del canal de noticias TN.
Dijo que dicha señal no había transmitido una parte de una conferencia de prensa que ella había dado, concretamente la parte en la que criticaba al grupo Clarín por la transferencia de dólares al exterior, con lo que pretendía desviar la atención o minimizar el escándalo por los dos millones adquiridos por su marido.
Pero minutos después, TN aclaró que había pasado esa conferencia de prensa en vivo y en forma completa, lo que demostró irradiando el video correspondiente, que puede verse además en “Youtube”.
Había sido otro canal el que no había transmitido esa parte de la conferencia. Y no fue un medio de Clarín ni de ningún otro grupo empresario "destituyente", sino nada menos que...¡Canal 7!, que si por algo se destaca es por su furibundo oficialismo.
La Televisión Pública dejó de difundir las imágenes presidenciales porque creyó más conveniente seguir con su programación cultural, de manera que puso en el aire un partido de fútbol. No vaya a ser que el “derecho humano” al fútbol, gratis y a toda hora sufriera un menoscabo.
Este grotesco papelón presidencial no mereció la menor rectificación ni pedido de disculpas de parte de la señora de Kirchner ni de ningún funcionario del gobierno nacional.
¿Tan pobremente es asesorada la presidenta de la Nación? ¿Le soplan mal los datos? ¿O miente con deliberación?
Hay que considerar, por otra parte, que la conferencia de prensa no fue difundida por cadena nacional, de manera que TN no tenía la obligación de transmitirla. Pese a ello, y pese a las constantes y muchas veces burdas críticas que el matrimonio austral le hace al grupo Clarín, Todo Noticias transmitió la conferencia de prensa completa y en vivo.
En ella, la presidenta no se privó de su habitual cuota de petulancia, mediante la que intenta enseñarles a los periodistas lo que deben hacer, decir o preguntar, actuando, en ocasiones, como "perdonavidas", como cuando manifiesta algo así como: "Ya sé que te mandaron a preguntar eso, pobre. Vos no tenés la culpa, es el medio para el que trabajás".
Esas contestaciones despertarían un escándalo en cualquier país civilizado, y en el nuestro justificarían que, por lo menos, los demás periodistas se retiraran en solidaridad con el maltratado. Acá, lamentablemente, nada de eso ocurre.
Sin embargo, la señora de Kirchner insiste en sostener que ella quiere "pluralidad de voces". ¿Verá alguna vez Canal 7? ¿A qué pluralidad de voces se refiere en la provincia de Santa Cruz?.
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(*) El autor es abogado y periodista
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