LA PATAGONIA USURERA

Por Humberto Bonanata

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En 1974, bajo la dirección de Héctor Olivera y libro de Osvaldo Bayer, se filmó uno de los hechos trágicos que padeció la historia argentina, “La Patagonia Rebelde”.


El nacimiento del sindicalismo nihilista bajo reclamos justos pero violentos obligó al presidente Hipólito Yrigoyen a enviar a las Fuerzas Armadas para restablecer el orden en aquel confín lejano.

En plena ebullición setentista, de guerra entre argentinos, la película santificó a los rebeldes y diabolizó a quienes por orden presidencial cumplieron con sus funciones.

Nadie imaginaría que entre los actores que oficiaron de extras estaba el futuro “amo del feudo” Néstor Kirchner quien, tras su doble personalidad psicopática, defendía a los obreros levantados en armas pero sólo en la ficción, porque su abuelo usurero no hubiera compartido que el ex abogado del Banco Regional Patagónico, quien junto a la procuración de su ent6onces joven mujer, ejecutaban créditos de patagónicos que no pudieron soportar la maldita 1050 de Martínez de Hoz luego del sinceramiento económico realizado por Celestino Rodrigo.

A confesión de parte, relevo de pruebas y en este caso Luís D`Elía le dio el “abrazo del oso” para tratar de justificar que Kirchner no se enriqueció ilícitamente como supone la derecha y sólo administró la fortuna usurera de su abuelo usando como sujetos pasivos a los obreros muchas veces explotados por sus patrones a principios del siglo XX.

El mismo acto desesperado lo evidenció su secretaria privada, en usufructo matrimonial del Poder Ejecutivo, en su conferencia de prensa del 3 de febrero al confesar que “vivir en blanco en la Argentina es un problema”…. ¿por eso ellos estarían viviendo en negro desde que asumieron hace ya larguísimos 69 meses?

Y otra vez la culpa la tuvo el “Grupo Clarín” al que se equivocó en censurarla, ya que transmitió su conferencia completa, mientras que los directivos de Canal 7 decidieron en forma acertada televisar un partido de fútbol de Primera porque les daba más rating que escuchar y ver a la “Reina de Tolosa”.

Pero las causas judiciales que pesan sobre el matrimonio presidencial comienzan a ahogarlos a ambos. Desde cualquier arco ideológico les envían “misiles judiciales” que comienzan a penetrarlos, siempre por inculpaciones justas y tipificadas por nuestro Código Penal.

Aunque sigan “huyendo para adelante”, si existe la Justicia en la Argentina será pasible la delegada presidencial del juicio político que describe nuestra Constitución Nacional.

Mientras que piensan disponer de nuestras reservas para dilapidarlos en los en los 20 meses que restan para las elecciones presidenciales; aunque el ex parlamento kirchnerista haya votado por mayoría automática antes del 10 de diciembre, fecha de la nueva composición del Parlamento, la suma de $ 25.000 millones para afrontar los compr4omisos externos del año 2010, la verdad y la razón aplastará esta larga mentira populista que sólo nos condujo al fracaso.

Humberto Bonanata