SONÓ EL PETIZO ?

La UCR y el Peronismo Federal pactarían hoy con Verna la caída de Pampuro



La oposición quiere evitar repetir el error de no haber desplazado a Fellner.


Por Carlos Tórtora

Esta noche, lo más granado de la oposición en el Senado se reunirá para tratar de acordar -cena de por medio- la derrota del kirchnerismo en la elección de autoridades y comisiones que se realizará en la sesión preparatoria del próximo 24. El Peronismo Federal, encabezado por Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero, lleva la iniciativa proponiéndole un acuerdo al bloque radical presidido por Gerardo Morales. La idea central del plan es hacer lo contrario de lo que hizo la oposición en Diputados el pasado 3 de diciembre. Influidos por las desinteligencias de los peronistas disidentes y por la insistencia de Elisa Carrió, que planteól ir por las comisiones antes que cualquier otra cosa, los diputados opositores terminaron aceptando que Eduardo Fellner continuara como presidente de la Cámara. El resultado: al retener la presidencia, el kirchnerismo se recompuso y se negó a negociar la composición de las comisiones bicamerales. Cuando estalló la crisis por el Decreto 2010/2009 que creó el suspendido Fondo del Bicentenario, Fellner bloqueó sistemáticamente el pedido de convocatoria a sesiones extraordinarias o, la otra variable, a sesiones especiales. A partir de entonces, en los bloques opositores empezó a aceptarse que la estrategia del 3D fue errada. Se revalorizó así la postura de Ramón Puerta, que desde el primer momento sostuvo que las Cámaras se conducen desde la Presidencia y la Comisión de Labor Parlamentaria. El resto de las comisiones, teniendo la presidencia en contra, poco pueden hacer.

Ir por todo

Con la experiencia del caso Fellner fresca, radicales y peronistas disidentes podrían acordar ahora una metodología inversa. Esto es, desplazar al kirchnerismo de la conducción del Senado y luego hacer valer su mayoría para quedarse con la presidencia de las comisiones más importantes. Hasta el momento, se conversa sobre el reemplazo de Juan José Pampuro por Juan Carlos Romero en la Presidencia Provisional y un radical en la Vicepresidencia que dejará vacante el pampeano Rubén Marín. Luis Juez estaría cerca de este proyecto y la llave está en los pampeanos Carlos Verna y María Higonet, que aseguran la mayoría. Alarmado por el avance de estas negociaciones, Miguel Ángel Pichetto le habría advertido a Gerardo Morales que la elección de Romero en la conducción del Senado sería interpretada por el gobierno como el comienzo de un golpe institucional. Más allá de la habitual teatralización de los hechos a la que nos tiene acostumbrados el kirchnerismo, es cierto que una línea jerárquica del Senado integrada por Julio Cobos, Romero y un radical, tensaría las relaciones con el Ejecutivo en forma permanente.

Los radicales dudan. Están de acuerdo en recortarle poder al kirchnerismo pero quieren evitar a toda costa una crisis de gobernabilidad. Saben que a lo largo y ancho del peronismo están germinando brotes de rebeldía. Un golpe tan fuerte en el Senado podría ser el disparador de una crisis interna peronista en gran escala. Y si Kirchner llega a perder la obediencia debida de gobernadores e intendentes, sus sueños de ser candidato a presidente el año que viene se desvanecerían. Entonces el radicalismo, hoy en crisis con su cuasi candidato Cobos, en lugar de confrontar con un Kirchner devaluado y sin consenso, tendría que competir con postulantes en ascenso como Carlos Reutemann, Francisco de Narváez y el mismo Eduardo Duhalde. La necesidad de preservar a Kirchner para que pueda perder las presidenciales es un objetivo central de la dirigencia radical.

Alternativas

Por estas y otras razones, anoche se hablaba en el Senado de que el mismo Verna, que se define como “ni opositor ni oficialista”, podría terminar sentado en el despacho de Pampuro. El pampeano, famoso por su pragmatismo, estaría dispuesto a votar por la aprobación del Fondo del Bicentenario, con la idea de cumplirle a su provincia y que ésta reciba más apoyo financiero. Pero antes sacaría chapa de opositor votando por el relevo de Pampuro. Kirchner, convaleciente, ya le habría advertido a Pichetto y Nicolás Fernández que no se manejen con opciones. Sólo están autorizados a ganar.