La gente INTELIGENTE habla de IDEAS, La gente MEDIOCRE habla de COSAS, La gente IGNORANTE habla de la GENTE

adsense

martes, 10 de mayo de 2011

SOMOS NADA





RESUMEN DISERTACIÓN PRIVADA A EMPRESARIOS DEL NOA

PARÁBOLA DE LA INVIABILIDAD ARGENTINA.
Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse MAYO/2011


Aunque sea difícil aceptarlo , la República Argentina, con enorme viento a favor pero con números artificiales escandalosos en su intimidad y con una increíble impunidad… aún creciendo … se desbarranca

La descripción muy profunda y cruda del país en términos relativos y absolutos, expresándose con la mayor objetividad…. se parece a una narración fingida. Es una especie de relato simbólico, armado para transmitir una experiencia. Absteniéndose de caer en el escepticismo fácil, esa descripción tendría que ser más o menos así :

La Argentina es hoy, sin dudas, un país que pese a su tamaño territorial, no tiene ya la menor significación, ni en el producto bruto internacional, ni en el interés mundial, y ni siquiera en la atención lateral geopolítica del bloque occidental.

Sin ser el peor de todos los países… y aún con bastante recorrido por delante en su caída,… actúa como si tratara de acercarse a los estados que son el peor sumidero de residuos morales de todo el mundo.

Tiene, sin embargo, todavía… innumerables consuelos en países como Sudán, Somalia, Liberia ó Haití, por cuanto allí reina el caos y la desolación casi como normas desde su fundación, casi como preceptos constitucionales desde sus nacimientos como seudo Estados.

Es mucho más que evidente que en el país se ha perdido la llamada certeza íntima. Se ha plagado la vida política de inciertas y sospechosas utilidades temporales, ninguna de las cuales ha servido para determinar la viga maestra de un rumbo definitivo. De todas las situaciones históricas durante gobiernos democráticos… se viven aquí, por estas horas, los momentos que parecen más irónicos y más maliciosos de nuestra vida constitucional.





El panorama preelectoral de hoy, que muestra al gobierno muy cerca de su nueva postulación, por tener un insondable desierto político delante suyo, hace prefigurar que todas las iniciativas del dirigismo que han nacido a la sombra de su conocida ideología… van a ser cohonestadas, refrendadas y puestas a cristalizarse de inmediato.

Parejamente con todo lo anterior… un innegable y peligroso proceso de disgregación social se encuentra hoy mismo en pleno desarrollo en nuestra Argentina, y se corresponde con un fenómeno persistente de carcoma de la moral individual y colectiva,… impulsada desde las dirigencias políticas, especialmente desde el pináculo del poder.

Es lo que he llamado siempre como la obra de los ex intendentes de Río Gallegos : Una sistemática fragmentación social ha sobrevenido y se ha instalado como una neblina. Fue a partir de la dinamitación diaria, lisa y llana de toda credibilidad y de toda previsibilidad, hechos estos que, en principio… han contaminado ruinosamente la fe pública.

Por todos estos motivos, sin exagerar aquí ninguna perspectiva, la desazón y el empeoramiento del clima social, son los únicos horizontes definibles hoy, en el espíritu de cualquier ciudadano, aún en sus mejores horas de optimismo.

La esperanza verdadera, motor de cualquier vida honesta, sólo forma parte de una especie de apelación a los ensueños que más pueden ser fabulados ó mentidos por cualquiera, y acaso sólo por una candorosa tendencia al voluntarismo que siempre aflora como contrapeso fácil de la desolación.

Todas las ofertas electorales que parecen esperarse, la mayoría ya en extinción… para provecho de un oficialismo triunfante… son un gran muestrario de las mismas ineptitudes y - sin la menor de las dudas - un cheque al portador para esperar desgracias mucho más profundas en el corto plazo.

Y también para convencerse en modo definitivo y urgente sobre que hay que salvar al menos a los nuestros… a nuestros hijos… a nuestras familias… de esta especie de “fall-out” que parecería estar gestándose en este país, casi como récord del desdén social y como ejemplo infausto de la degradación de una colectividad raramente resignada.




Parece el más claro mensaje final de una especie de tribunal insano de la inquisición que nos viene a ofrecer una lista de 3 ó 4 verdugos para que elijamos libremente, cuál de ellos queremos que proceda a terminar con los vestigios de vida que nos queda.

Es la garantía escrita de no poder salir … ni en el corto, ni en el mediano plazo de este grotesco encierro de mediocridad dirigencial en el que nos encontramos y en el que se nos ha arrojado.

Podría ser, en la parábola de Michel Foucault, el aviso acerca de que, desde ahora, viviremos una nueva etapa : nos quitarán el viejo camastro que tenemos.. para que tengamos que dormir de pie… y usar grilletes.

Uno tiene la sensación de que todos nosotros esperamos, sin saber qué cosa se puede esperar, porque todo por delante, sin excepción, es una casi perfecta utopía.


Imaginamos, erróneamente, que “más bajo no se puede caer” porque nos embargan frecuentemente, algunos arranques de un optimismo absurdo que no logramos apoyar en ninguna proyección concreta… fuera del infinito túnel que ya no deja ver si, en realidad, avanzamos ó retrocedemos.

Tenemos ganas de creer que las elecciones de octubre van a ser una bisagra hacia una mejor época, pero nos parece ridículo ignorar que, lo más seguro, es que otra vez, habremos de caer en manos de lo mismo.

De de algún otro mediocre o de los que ya tenemos que vienen por el resto de los despojos del país…. en sus últimas horas.

Tenemos miedo de ser tachados de agoreros, pues como esto mismo es un diagrama sin salida … y pues como quien esto escribe no tiene la solución… es frecuente que todo se quiera disfrazar de ironías, de indolentes expresiones y del encogimiento de nuestros hombros.

Sobre esto vale la pena hacer una reflexión :







Hay una tendencia, yo diría casi mística a exigirle al prójimo, lo que podríamos denominar “buena onda”. La parábola de la inviabilidad en ese caso… solo da espacio para cuentos llenos de mentiras piadosas.

Un escéptico, por lo general, es un alarmista, un catastrofista, un negativista, alguien del que conviene alejarse… y alguien sobre quien, cuando no ocurra lo que él advirtió… deberán caer miles de castigos sublimes por habernos hecho entrar en una duda que nos ocasionó un estado de zozobra… o nos quitó el sueño.

Es verdaderamente injusta esta proclividad social, transida por un único fundamento que es el hastío y acaso anestesiada por los apaleos en los sucesivos desencantos.
Necesitada pues, de creer en algo… rechaza a quien avisa algún peligro y condena a quien osa enfocar el devenir en modo sombrío. Y así, la consecuencia es una predilección insólita por bajar las defensas o por descreer absolutamente de un peligro que se avecina, desechando de un modo absoluto la mínima prevención a tales escenarios

Que es mejor pues ? Tomar en cuenta las advertencias o desecharlas ?

Que es mejor ? Acusar de catastrofista al tipo ? o decirle gracias ?

Aun si los fundamentos que tiene para alertarnos parecen endebles. Aun si no nos cuenta detalladamente toda la información que tiene.

De que es culpable ?
Digamos … de crear una falsa alarma ?

Cual es el costo de una falsa alarma contra el premio de una advertencia a tiempo sobre algo grave ?. Causa stress

Mi modesta opinión es que… lo peor todavía no ha pasado.

Y más grave aún. Lo peor que viene, es muchísimo más doloroso que todo lo peor que hemos estado viendo hasta ahora.





Dramáticamente… sospechamos que aquí no hay ningún mecanismo objetivo para alguien pueda o quiera ponerle coto al descarrilamiento interminable que sufrimos.
Que no existe ninguna señal para que algo cambie en serio.

A veces ….con una resignación inadmisible y otras veces con una impotencia rayana en un impertérrito sometimiento, nos deslizamos mansamente hacia la perfección…. perfección del concepto de agonía.

Es como si pensáramos que cualquier solución “posible” fuese a llegar mágicamente de la mano de algunas otras personas.

Gente que no sabemos quién ha de ser, pero que necesariamente deberá ser dueña de una gran eficiencia, de una enorme voluntad y de una genuina compasión por este enorme cuadro de desquicio.

Hablar de la eventual recuperación cultural ó de la futuras expectativas del arte ó de la ciencia… resulta tan ridículo y anacrónico en este país frente a las terribles prioridades que impone el terremoto presente, que se debe aceptar que hemos perdido lastimosa y conscientemente incluso la construcción inexcusable de la base de viabilidad social de las futuras generaciones.

Todo aparece ante mis ojos como una gran pena en la contemplación de un escenario que va a seguir su rumbo autodestructivo y que no va a cambiar ni por los que tienen “buena onda”, no por los que son optimistas… ni por los rezos ni por oraciones de los creyentes.

Mucho más grave que lo anterior : hasta resulta ridículo hablar en estos días de la necesidad de resolver los problemas de salud de tres mil quinientos hospitales desvencijados y en estado de pauperización en el interior del país.

Sólo se puede hablar hoy… del estrago en los cimientos.

De la necesidad de construirlos de nuevo.
De armar todo desde “cero”, por cuanto nada de lo que se apoye en este tembladeral … va a quedar en pie.
Se va a caer por no tener apoyo ó quizás porque lo van a tirar abajo los depredadores del país que sobreviven.




Sólo vale la pena y sólo sirve hablar hoy …de la forma concreta de cómo detener lo antes posible la depredación, por cuanto todo ha de continuar apenas se vea que aparecen cimientos nuevos en el país.

Ese es pues el panorama real :

Seguir cayendo todavía mucho más y prever que los depredadores estarán todos en sus lugares de acecho, esperando que se construya algo nuevo para tirarlo abajo.

El sumidero de residuos morales no tiene, entonces, por qué cambiar.
Nada se ha hecho objetivamente para que cambie.

Así va a seguir y nadie ha de llegar para ayudarnos como tantos creen en forma ingenua. Al contrario, un desquicio mayor, como he dicho, es el único horizonte esperable.

La solución… siempre con la herramienta democrática y no con otra, es separar a los depredadores y evitar que lleguen otra vez al pináculo del poder. Enjuiciarlos y encarcelarlos.

No hay otra herramienta.
Así como va … el país luce sus últimos destellos…
Pero, no se dude… es absolutamente inviable.
Lo es para nosotros… y lo es para nuestros hijos.

La inviabilidad, definida naturalmente como la calidad de “no viable” y no desarrollable, es el proceso sin ninguna posibilidad de andamiento y sin las condiciones objetivas para tomar el rumbo de ningún destino.

La inviabilidad es sencillamente… la nihilización de cualquier dinámica potencial en los recursos y de las administraciones que pueden controlar los seres humanos.

La Argentina es pues básicamente inviable en las condiciones actuales por cuanto no tiene objetivamente ninguna chance cierta de cambiar el síntoma básico de su impotencia :

No saben hacia dónde van.




Los dirigentes políticos a cargo de la conducción… en un palio de poder sostenido con los fondos del robo de las arcas del estado , esquivan, como pueden, los problemas, justo cuando llegan frente a sus narices. Avanzan y retroceden sin saber a dónde van, acaso porque, realmente, lo que ocurre es que “no van” a ningún sitio.

No transitan el paisaje de la realidad dramática que los circunda.
En realidad, …. el paisaje los “transita” a ellos, los atraviesa, les pasa por arriba y los excede abrumadoramente.

Saltan para robar la fruta de los árboles que todavía pueden estar en alguna medida, al alcance de sus manos. Y allí nos dejan perplejos, con la duda sobre si eso es sólo el oportunismo fugaz ó si acaso su abierta deshonestidad, constituye el gran vehículo de un objetivo perfectamente diseñado :

Robarse todo lo que encuentren a su paso.

En tal caso lo que ocurriría es que “sabrían perfectamente a dónde van” Van a robarnos cualquier cosa que puedan, del esfuerzo del país.

Van a hacerlo en modo activo, abriendo cajones, violentando cerrojos y haciendo el negociado con la destrucción institucional de la Patria exánime.

Esperando, en una actitud de acecho, como rapiñeros caos, como consumados carteristas políticos que son, y aguardando tranquilamente nuestra destrucción final para llevarse todo lo que puedan.

Sin ninguna piedad, y sin la menor compasión, le están pegando al gorro frigio y lo están sumergiendo en una vituperación histórica.

Cantan el Himno Nacional con sus caras de piedra como podrían hacerlo en un burdel ó en una cantina ….

y tapan luego los bultos que se llevan a sus casas, nada menos que con el paño del pabellón nacional.




Nadie sabe bien, como se ha dicho dónde van…. y esa es precisamente la “línea” que “bajan”, para que nadie sepa su destino.

Se enriquecen con absoluta ilicitud y saben perfectamente bien que su fuga estará a cubierto. Han blindado para ello, la retirada de modo que los otros poderes del Estado, sean garantes de su dolo, sólo porque saben que se encuentran tan corrompidos como ellos.

Pueden caminar sobre los restos humeantes de un país… y a nadie en la ciudadanía se le ocurre, en esas condiciones, plantear una estrategia de “salida” ó señalar un rumbo concreto hacia dónde poder ir.

Por eso parece que esquivan cada conflicto sobre la hora próxima.
Por eso se los ve cómo son atravesados por el paisaje y cómo esperan el brote de cualquier árbol para arrancarlo de cuajo.

Se los observa como si fueran “vivos”. Pero, en realidad, son una categoría especial de vivos.

La viveza no es otra cosa que la habilidad para manejar los efectos de un problema, sin resolver el problema. El hombre dotado de viveza, (el “vivo”), no ejercita la inteligencia sino un sucedáneo de la inteligencia, apto para entenderse con las consecuencias prácticas del problema mismo.

Dicho de otro modo, el vivo se mueve mentalmente en procura de cómo eludir los efectos del problema, de cómo (en la mejor de las hipótesis) volverlos “beneficiosos” para él ó (en el peor) de cómo desviarlos en perjuicio de un tercero.

La viveza, pues, necesariamente se conecta con la moral.

Sin el curso del egoísmo no se puede ser vivo. Y para echarle el fardo al prójimo sin que éste se resista es imprescindible cierto grado de inescrupulosidad y hace falta practicar algún género de fraude acaso sólo verbal.

Puede ser que con este gran naufragio explícito, de una vez por todas pueda verse en la Argentina el “fin de la película” de las falsas promesas de los “vivos” que nos gobiernan y aparezcan, a partir de ahora, los “inteligentes” que nos pueden traer las soluciones.




En todas las sociedades conviven los inteligentes, los estúpidos y los vivos según proporciones distintas para cada una de ellas.

En Argentina raramente, existen solo vivos y estúpidos, y siendo que la mayoría de estos últimos elige a un grupo de los primeros para que los gobierne por un tiempo, ocurre un fenómeno sociológico maravilloso en virtud del cual, los vivos que gobiernan empiezan a reclutar estúpidos en forma rápida para ponerlos a su lado disfrazados de vivos.
Y así, por aproximaciones sucesivas avanzamos hacia una formidable y calamitosa uniformidad… en la que ya no se suficiente con el éxodo de la inteligencia, sino que haga falta instaurar la prohibición absoluta de su regreso.

El diagnóstico del país, así enfocado, mueve a la piedad, porque aquí se ha inventado, de un modo bastante sencillo, el “default constitucional”.
Y el pronóstico dibuja el terror en cualquiera de los escenarios.

Están allí arriba en plena virtualidad, y muchos de ellos a la luz del día viven cómodamente fuera de la ley, tratando de escapar de su propio laberinto y zafar de cada conflicto sólo cuando lo tienen encima.

No gobiernan … deambulan en medio de un poder sólo formal.
No conducen … sobreviven construyendo dilaciones.
No reparan… emparchan y siguen dañando lo que aún pueda lucir sano.
Sólo evalúan cómo escapar … y no saben ni siquiera cómo se hace.

Entonces… para completar esta parábola… huyen hacia adelante.
Y allí… fatalmente … nos llevan puestos a todos


Lic Gustavo Adolfo Bunse
gabunse@yahoo.com.ar

No hay comentarios.:

Chiste de la semana

Chiste de la semana